Recientemente, tuve el enorme privilegio y honor de hacerme acreedor de la versión digital del libro Invirtiendo y entendiendo, escrito por mi estimado Edgar Arenas, quien es ampliamente reconocido en el medio de los servicios financieros por su trayectoria de 20 años en esta industria. El autor...
Recientemente, tuve el enorme privilegio y honor de hacerme acreedor de la versión digital del libro Invirtiendo y entendiendo, escrito por mi estimado Edgar Arenas, quien es ampliamente reconocido en el medio de los servicios financieros por su trayectoria de 20 años en esta industria. El autor es economista de profesión, y se desempeña como gerente comercial en una casa de bolsa en México, profesor de economía bursátil en la UNAM, blogger y podcaster de Rankia México. También ha sido distinguido por la Universidad Anáhuac, la Universidad de Cantabria, y el Santander Financial Institute, como mejor asesor de inversiones en 2020 y 2021.
Es bien sabido que en México aún falta mucho camino por recorrer en materia de cultura y educación financiera, tal y como lo demuestran las cifras de una manera contundente. Las cuentas de inversión han crecido un 45.7%, de junio de 2022 al primer semestre de 2023, de acuerdo con datos de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), esto se debe a la facilidad para abrir una cuenta, a raíz de la pandemia de Covid-19, en donde las personas tuvieron la necesidad de comenzar a digitalizar las actividades de su vida diaria. No obstante, el creciente número de cuentas de inversión reportado, este representa sólo el 1% de la Población Económicamente Activa (PEA) del país, es decir, que únicamente 35 de cada 10,000 personas invierten en el mercado bursátil de México, mientras que de acuerdo con un estudio de Flink de 2022, en Estados Unidos lo hace cerca del 58%. Esta situación se debe principalmente a que las personas manifiestan sentirse desincentivadas a la hora de invertir por el desconocimiento en materia de finanzas, y, el miedo a resultar con pérdidas ya que pocos pueden entender la información financiera existente.
En virtud de lo expuesto anteriormente, cualquier esfuerzo que sume para ayudar a fomentar la cultura financiera en nuestro país es crucial, y en este sentido, Invirtiendo y entendiendo, cumple plenamente con este cometido. A través de la obra, mediante una lectura muy ligera, el autor nos narra de una manera bastante amena, clara, concisa, y sencilla de entender para el público que no está familiarizado con el medio financiero, anécdotas desde su vasta experiencia, que nos ayudan a entender, y al mismo tiempo aprender los principios básicos para ahorrar e invertir de manera exitosa.
El texto desde el primer capítulo Cuando el futuro nos alcance, nos hace reflexionar acerca de nuestros hábitos con respecto al dinero, nuestra salud financiera, y la importancia de prever como queremos vivir nuestro retiro y vejez. Asimismo, con El médico y la escopeta nos alerta acerca de los fraudes financieros a los que estamos expuestos si no investigamos y nos informamos acerca de la confiabilidad de las instituciones donde encomendamos nuestros ahorros.
El relato, a su vez, nos explica durante los diversos capítulos, los conceptos fundamentales para iniciar en el mundo de las inversiones tales como, la bolsa de valores y su historia, las acciones y los bonos, el perfil de inversionista, así como los fondos de inversión. La entrega también hace alusión a la importante labor del asesor de inversiones, y a que no todos los sucesos están bajo nuestro control como las crisis económicas, tal como lo describe el capítulo De cisnes y millennials. Finalmente, con Aprendiendo a invertir, el autor pone de manifiesto la importancia de ser paciente, disciplinado, establecer un horizonte y un objetivo, lo cual es crucial para lograr que tu inversión tenga éxito.
En suma, Invirtiendo y entendiendo, es una obra ampliamente recomendable para que el público entienda de que se trata el mundo de las inversiones, y a su vez, desmitificar el hecho de que invertir es solo para excéntricos, millonarios, o genios matemáticos, y las personas empiecen a tomar el control de su dinero y su futuro financiero.
No puedo esperar a leer la siguiente entrega del autor Invirtiendo y entendiendo: fondos de inversión.
