Las ofensivas ganan partidos, las defensivas campeonatos.
Esta frase es común escucharla en temas deportivos, pero también es una realidad en temas de inversiones. Las acciones defensivas vs las acciones riesgosas es un juego de fuerzas en donde el inversionista afronta una decisión de diversificación de su patrimonio para mejorar el rendimiento, pero también para disminuir y aumentar el riesgo de su cartera de valores.
Acciones defensivas
El mercado de capitales vaya que es volátil. Durante las últimas semanas la realidad de estos activos ha sido complicada y es importante entender qué títulos nos brindan un refugio ante estos movimientos. Las acciones defensivas son acciones que brindan de manera recurrente de dividendos, incluso en momentos en los que el marcado no pasa por una buena racha, es decir, son acciones que se desligan de los momentos complicados del ciclo económico.
Estos valores son emitidos por empresas cuyo desempeño no tiene relación con la ciclicidad de la economía. Generalmente esos sectores económicos mantienen un movimiento constante y entre ellos están los alimentos y bebidas.
En otras palabras, cuando hay fuertes caídas, estas acciones mantienen un mejor rendimiento que las demás, pero cuando hay subidas, su desempeño es constante pero modesto.
Adicionalmente, tienen un dividendo, que se le entrega a los tenedores del título sin importar el bajo rendimiento de la acción. Su volatilidad es menor y en consecuencia son una buena opción en momentos donde los mercados enfrentan fuerte volatilidad. En la Bolsa Mexicana de Valores, durante el 2015, Walmart (Walmex) fue la que registró el mayor monto de dividendos a pagar, con 26,449 millones de pesos, seguida por América Móvil serie “L”, con 11,572 millones, y en tercer lugar la minera Grupo México, al sumar 4,048 millones de pesos.
Acciones ofensivas
Las acciones “riesgosas”, suelen ser títulos especulativos y suelen tener posibilidades de mayores ganancias, por ejemplo, las acciones de empresas petroleras y de biotecnología. En el caso del sector médico, si el medicamento resulta efectivo, la empresa generará mucho flujo de efectivo, pero si no es así, toda la investigación y el dinero que la compañía invirtió se habrá perdido. La empresa Biogen (BIIB) perteneciente al Nasdaq, es un ejemplo vivido de volatilidad. De Julio a Agosto de este año el rendimiento del título fue de 47%, pasó de 224 USD a 330.11, pero de ese punto, en sólo 90 días también bajó a 293 USD. Una montaña rusa.
Una acción riesgosa tiene enormes posibilidades de bajos rendimientos, pero también hay posibilidades de que suba mucho. Es común que empresas de este tipo suelan sobrevalorarse mucho y generen burbujas. Cuando estas acciones suben mucho, cotizan en términos de ratios, o rentabilidad por dividendo, etc muy superiores a la de otras acciones, por lo tanto, tienen muchas posibilidades para que en el futuro ajusten su precio a un nivel más cercano a su “realidad”.