Aún hay personas que evitan los créditos, una de las razones es el temor al pago de intereses y que al ser dinero prestado algo inesperado suceda que los haga pagar mucho más de lo que pidieron prestado. Los créditos pueden ser un riesgo si se manejan mal, pero si son tratados con cuidado y conocimiento son un aliado muy bueno para las finanzas personales.
Todos tenemos gastos inesperados
En México no tenemos la costumbre de hacer un fondo de emergencias del cual podamos echar mano cuando haya dificultades económicas, entonces cuando estamos pasando por una situación inesperada una manera de solucionarlo es con un préstamo personal.
Generalmente después del periodo de las vacaciones de verano, las familias regresan a casa considerablemente gastadas y sin la liquidez suficiente para hacer frente a los gastos del último cuatrimestre del año en el cual se juntan los gastos del inicio de clases por el nuevo año escolar, donde hay que pagar inscripciones, uniformes, libros, lista de útiles, etcétera, entonces es en esa situación donde un préstamo personal ayuda a cubrir los gastos.
Pero un préstamo personal no solo serviría para cubrir la situación anterior, pues tenemos otra serie de imprevistos donde este financiamiento estaría bien utilizado:
- Para reparar el carro: el coche representa una inversión y se le conoce como un bien duradero, entonces si sufre un desperfecto hay que arreglarlo para que no se devalúe y perdamos dinero con él.
- Reparaciones del hogar: mucho se dice que “los bienes raíces son la mejor inversión” eso es muy cierto porque generalmente al menos suben de precio lo mismo que la inflación. En el caso de las viviendas es importante darles mantenimiento para que aumente su plusvalía o al menos no pierdan valor, así que ante desperfectos importantes lo más adecuado es corregirlos de inmediato.
- Accidentes menores: hay algunos accidentes que pueden sufrir miembros de la familia que, aunque no requieren hospitalización, sí representan un gasto de emergencia importante y ahí es donde un préstamo personal resulta una buena decisión.
- Urgencias médicas: este caso ya es uno extremo en donde incuestionablemente se requiere dinero para hacer frente de inmediato al problema.
- Un viaje inesperado: hay veces que es necesario viajar y no es necesariamente por placer sino por alguna emergencia y/o para atender un asunto familiar importante, entonces ahí un préstamo personal podría ayudar a estar físicamente donde es imprescindible que estés.
- Pago de deudas: dice el refrán que no es bueno “tapar un hoyo haciendo otro”, pero eso a veces no aplica en las finanzas personales, pues si se tiene una deuda importante, este se puede cubrir con un préstamo personal siempre y cuando el pago de intereses sea menor a la deuda original, de este modo, aunque se adquiere otra deuda se estaría pagando menos interés.
Prevenir es la clave
Nadie somos adivinos, no podemos predecir el futuro y justamente por eso la prevención debe ser clave en nuestras finanzas, por ello debemos cuidar nuestros créditos teniendo un buen comportamiento con ellos, pagando en tiempo y forma pues no sabemos en qué momento necesitemos un préstamo personal por algún imprevisto o emergencia.
