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Cuando Brasil decidió postularse como sede de unos Juegos Olímpicos, la economía carioca vivía un sueño. Las finanzas públicas eran inyectadas con millones de dólares principalmente por la empresa Petrobras (APBR) que se convirtió en innovadora y experta en la exploración y extracción de petróleo de aguas profundas. El 2 de octubre de 2009, después de una votación donde dejaron atrás a Madrid, Tokio y Chicago, el sobre ganador se abrió ante la audiencia que escuchó las palabras: Río de Janeiro 2016.

 

En aquel entonces el Presidente era Luiz Inácio Lula da Silva, quien se vislumbrava como un ejemplo entre los estadistas mundiales. En el panorama no se veian las nubes de tormenta que hoy azotan a Brasil. Tras el gasto de la Copa del Mundo de Fútbol 2014 que le significó a Brasil la cantidad de $13,600 millones de USD, los números para la justa olímpica empezaron a salirse de control. El cálculo del proyecto original en 2009 resultó  de US$2.524 millones, muy por encima  de los gastos del Mundial de Fútbol de la FIFA celebrado un año y medio atrás.

 

El orbe ha cambiado mucho desde que David Beckham iba en una lancha sobre el Río Támesis con la antorcha olímpica hacia la ceremonia de inauguración en Londres 2012, en aquel entonces nadie imaginaba para 2016 que el BREXIT sacaría al Reino Unido de la Unión Europea y que Brasil viviría su segundo año consecutivo de recesión. Muy lejos quedaron esos años donde el concepto BRIC (Brasil, Rusia, India y China) enmarcaba a los brasileños como fuente de riqueza para el planeta.

 

Finanzas juegos olímpicos

 

 

Actualmente, los reflectores se han puesto con especial énfasis sobre las finanzas de la economía brasileña en un entorno de pugnas políticas que están purgando al Estado brasileño. De acuerdo a un reciente estudio de la Universidad de Oxford, el costo de la justa olímpica será de 4,600 millones de dólares. Este dato pinta muy mal para una economía que se contrae en  una profunda desaceleración de los sectores industriales y con un desempleo que se sitúa ya en el 11 por ciento.

 

Brasil y su economía.

 

La economía brasileña tiene un pilar en su bono demográfico que lo coloca como el 5º  país más poblado del planeta con más de 166 millones de habitantes, su comercio exterior representa solo un cuarto de su PIB. Brasil se encuentra entre los 25 primeros exportadores del mundo y sus principales socios comerciales son China, Estados Unidos, los países del Mercosur y la Unión Europea. Con respecto a México hasta el año 2014, el comercio entre México y Brasil era de 9,213 millones de dólares, lo que representaba un aumento de 475% en los últimos 20 años. El país sudamericano es el primer destino de las inversiones mexicanas en América Latina y el Caribe y el segundo a nivel mundial después de Estados Unidos. México es el décimo socio comercial de Brasil a nivel global y el segundo en la región, además México ocupa el quinto lugar de las inversiones directas en la región y el décimo quinto en el mundo. En México están registradas aproximadamente 650 empresas con capital brasileño, establecidas en la Ciudad de México, Estado de México, Veracruz, Nuevo León, Hidalgo y Jalisco.

 

economía Brasil Rio 2016

 

De acuerdo al informe de Oxford las olimpiadas costarán 51% más de lo inicialmente acordado. Sin embargo, la cantidad desembolsada está por debajo de lo que costaron los Juegos Olímpicos de Londres 2012 que fueron los más caros de la historia y que le implicaron al gobierno británico un desembolso de 15 mil millones de dólares. El costo proyectado por atleta de los juegos de Río es de 400 mil dólares, en comparación con 1.4 millones en los juegos de Londres. Sobrecostos monumentales en la elaboración de la justa olímpica dejaron a Montreal con una deuda de 30 años y en el caso de Atenas contribuyeron a hundir a Grecia en una crisis financiera y de endeudamiento. En el caso de México todavía recordamos que el impuesto a la tenencia de automóviles tiene como origen las olimpiadas de 1968.

 

¿Y el dinero de los bolétos?

 

Se vendieron casi 7.5 millones de entradas disponibles para las competencias de las 42 disciplinas, para la ceremonia e inauguración y de clausura de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016. El 70% de las entradas, 5.2 millones, se ofrecerá en Brasil; cerca de un millón de localidades se vendieron en el extranjero y los 1.3 millones restantes están reservados para patrocinadores y la familia de los deportistas, incluye a las federaciones internacionales, miembros del Comité Olímpico Internacional (COI) y deportistas. Cerca de la mitad de las 7.5 millones de entradas tienen un precio que oscila entre 40 y 70 reales (de 12 a 21 dólares) y las más caras se venderán en mil 200 reales (unos 371 dólares) en los asientos preferenciales de las finales de baloncesto, voleibol, voleibol de playa y atletismo. Las entradas para la ceremonia de inauguración costarán entre 200 y 4 mil 600 reales (entre 61 y 1.423 dólares) y las de la clausura oscilarán entre 200 y 3 mil reales (entre 61 y 928 dólares), ambas en el estadio Maracaná.

 

El próximo viernes 5 de agosto iniciará el conteo regresivo que nos llevará al comienzo de una justa que por un par de semanas nos hace vivir días de extraordinarias historias de coraje y entusiasmo que van más allá de la frialdad  de los números.

 

Twitter: @garoarenas

 

 

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