Acceder

El  origen del término fintech se ubica en 1972, cuando se utilizó por primera vez en un artículo académico en el que se describian mecanismos para la resolución de problemas en la banca, donde se indicó que fintech era un acrónimo para referirse al uso combinado de la tecnología financiera, la experiencia bancaria y las técnicas automatizadas de gestión (Bettinger, 1972).

Por otra parte, la Organización Internacional de Comisiones de Valores (OICV) define al término fintech como el uso de tecnología y modelos de negocios innovadores en servicios financieros o como instituciones no bancarias que usan tecnologías avanzadas para llevar a cabo actividades de la banca tradicional.

 

 

Ahora bien, continuando con la clasificación de los servicios financieros que prestan, se pueden mencionar los siguientes:

1. Autenticación, custodia y fe del valor.

En la actualidad, se usan intermediarios tradicionales para establecer la confianza y verificar la identidad en las transacciones financieras. Las fintech pueden disminuir o eliminar ese tipo de intermediación en ciertas transacciones. También establecen una identidad verificable y criptográficamente segura en una relación mediante, por ejemplo, instrumentación de identificación digital y tecnologías de contabilidad distribuida (cadenas de bloques).

2. Seguros y gestión del riesgo.

Se han desarrollado productos e instrumentos destinados a la protección de pérdidas financieras como forma de gestionar el riesgo. Las empresas que aplican nuevas tecnologías a los negocios de seguros (insurtech) están captando en la actualidad una gran cantidad de recursos.

3. Inversión.

En muchos casos, la materialización de una inversión requiere de diversos actores (bancos, aseguradoras y servicios legales). En la medida en que las nuevas tecnologías reducen los costos de transacción y permiten una evaluación del riesgo más eficiente, las oportunidades de mercado aumentan y las empresas pueden acceder a nuevas fuentes de recursos. 

4. Créditos.

Las instituciones financieras prestan recursos mediante tarjetas de crédito, hipotecas, bonos y valores respaldados por activos, y han generado una industria de evaluación crediticia, con mecanismos como los puntajes de crédito en el caso de las personas o las calificaciones crediticias si hablamos de empresas. Las nuevas tecnologías tienen la capacidad de reducir la intermediación en las actividades de inscripción, negociación y liquidación de los instrumentos de deuda, así como de disminuir el riesgo de la operación. 

5. Auditoría y contabilidad.

Estas actividades enfrentan retos en términos de reducción de costos, aumento de la eficiencia y mantenimiento de la calidad. Las fintech permiten diseñar sistemas de contabilidad y auditoría que hacen uso de plataformas en línea y se integran a otras funciones del negocio, como el manejo de las planillas de salarios y las declaraciones de impuestos.

6. Instrumentos de cambio (criptomonedas).

Los mercados globales facilitan el intercambio de activos e instrumentos financieros con el propósito de transferir valor. Los instrumentos de cambio digitales, especialmente las criptomonedas, son una de las innovaciones más disruptivas en el sistema financiero tradicional. Las empresas y personas pueden beneficiarse de esas innovaciones si se reducen los costos de transacción (llamados spreads), se agilizan las operaciones y se eliminan los intermediarios.  El crecimiento de las criptomonedas ha sido exponencial, en enero de 2017 existían alrededor de 1,384 criptomonedas, las más conocidas eran: bitcóin, ethereum, ripple, bitcóin cash y cardano. No obstante, su uso en actividades ilegales y algunos aspectos fiscales no resueltos son motivo de análisis y controversia.

7. Pagos y tranferencias.

Los sistemas financieros permiten el movimiento de dinero, valores, bonos y títulos a nivel nacional o internacional, y para ello se han establecido redes, prácticas y estándares. Por su parte, las fintech han diseñado y puesto en marcha soluciones alternativas para esas transferencias, como son las plataformas de pago.

Dentro de un futuro, se espera que las inversiones en fintech aumenten de forma gradual y lleguen a 46,000 millones de dólares en 2020. Esta tendencia podría ser impulsada principalmente por la innovación tecnológica, pero también por las preferencias de los usuarios y los cambios en las regulaciones. Los principales mercados que lideran esta tendencia son: Estados Unidos y China (son las dos naciones con más empresas fintech a nivel mundial).

De acuerdo con la firma Ernst & Young, en la tasa de adopción de estas tecnologías por parte de la población en 2017 destacan las siguientes economías:

- China (69%).

- India (52%).

- Reino Unido (42%).

- Brasil (40%).

- Australia (37%).

- España (37%).

- México (36%).

- Alemania (35%).

- Sudáfrica (35%).

- Estados Unidos (33%).

Finalmente, de las 27 empresas unicornio* fintech que existen a nivel mundial, 14 se encuentran en los Estados Unidos y tan sólo 8 en China. Sin embargo, el valor de esas empresas chinas supera con creces a la totalidad de las empresas estadounidenses.

 

*Un empresa unicornio es una startup con una valuación de más de 1,000 millones de dólares.

Referencias bibliográficas:

- Bettinger, Abraham. "FINTECH: A series of 40 time shared models used at manufacturers hanover trust company." Interfaces (1972), pages 62-63.

 

¿Te ha gustado mi artículo?
Si quieres saber más y estar al día de mis reflexiones, suscríbete a mi blog y sé el primero en recibir las nuevas publicaciones en tu correo electrónico
Accede a Rankia
¡Sé el primero en comentar!