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Tener una vejez tranquila es algo muy importante para la vida de las personas, sin embargo, es algo que también nos empieza a preocupar ya demasiado tarde, justo cuando estamos por jubilarnos. Esto es más preocupante para personas que no están en nómina de alguna empresa, ni cotizan al IMSS o ISSSTE y no tienen Afore. Para ellos está la opción de los seguros dotales.

 Un seguro dotal es un producto financiero que se contrata por un periodo determinado (regularmente de largo plazo) que puede permitir que el ahorrador junte una gran cantidad de dinero para el momento en que llegue su retiro y pueda así financiar su vejez. Para esto, puedes establecer plazos de 5, 10, 15, 20 o más años. 


Cómo funciona el seguro dotal


Ojo, un seguro dotal no es una pensión. La Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) indica que un seguro dotal es un instrumento de ahorro a largo plazo, que ofrece protección por fallecimiento y supervivencia. 

La Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS) indica que al finalizar el pago de este producto, la aseguradora pagará al ahorrador la suma de la cobertura al término del plazo contratado, o antes si el asegurado fallece o queda incapacitado para seguir trabajando. 

El Seguro de Vida dotal, combina el seguro de vida con la cobertura de supervivencia. Cumplido el plazo, si el asegurado no fallece, recibe la suma asegurada y en caso de fallecimiento, la suma asegurada se entregará a su beneficiario. 


Compromiso al contratar este seguro


La Condusef advierte que al contratar un seguro dotal, el ahorrador se compromete a pagar una cantidad periódica durante un lapso para reunir una cantidad, que, al cumplirse el plazo, le será entregada. Así mismo, indica que mientras el ahorrador esté aportando para su fondo estará cubierto por un seguro de vida e incapacidad, que también protegerá a tu familia. 


Lo bueno, malo y feo de los seguros dotales


De acuerdo a la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef), estos son los elementos buenos, malos y feos que debes considerar de los seguros dotales:

Lo bueno: Personas que no tengan el hábito del ahorro estarán 'obligadas' a hacer aportaciones, sin falta. Una vez cumplido el plazo el ahorrador recibirá la suma asegurada (cantidad establecida en tu contrato), si falleces se le dará a tu familia.

Lo malo: No es para todos, sino para personas que se comprometan a pagar la seguridad de que podrán cumplir con el pago de sus primas en el mediano y largo plazo: 5, 10, 15 años y más. Hay opciones donde la institución financiera "te presta" para que pagues - esto es parte de tu seguro - pero si sigues sin cumplir te pueden cancelar la póliza.

Lo feo: No da los rendimientos que sí dan otras opciones, como las Afore. Además, en el seguro dotal comprometes grandes cantidades obligatorias, mientras que en el Afore, además de tu aportación normal, también aporta tu patrón y el gobierno, y el ahorrador puede sumar voluntariamente desde 1 peso. 

Cómo ves, los seguros dotales son una buena opción de ahorro, pero no son una opción de inversión para generar rendimientos en el largo plazo. En sí, te permiten comprometerte con un ahorro y juntar una cantidad importante que al cumplirse el plazo la puedes aprovechar para tu retiro. 




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