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Cuenta corriente, finanzas públicas e inflación: las preocupaciones de Banxico

Ayer el Banco de México (Banxico) publicó la minuta de la Reunión de su Junta de Gobierno, con motivo de la decisión de política monetaria anunciada el 30 de junio, en la que subió medio punto porcentual su tasa de interés de referencia.

 

A los cinco miembros de ese órgano del banco central presidido por el gobernador Agustín Carstens, les preocupan en especial el déficit de cuenta corriente del país, la solidez de las finanzas públicas y la inflación futura. No es para menos.

 

La cuenta corriente de la balanza de pagos está integrada por la balanza de bienes y servicios, la de renta y la de transferencias. Que esté en déficit significa que hay más salidas que entradas, por lo que debe ser financiado a través de la captación de recursos que se registran en la cuenta financiera.

 

Aunque todavía no está en niveles críticos, si no se corrige esta posición deficitaria de tendencia creciente podría representar un serio problema en el futuro. Cada día será más difícil atraer capitales ya sea por deuda, inversión extranjera directa o de cartera en un clima internacional de volatilidad y desaceleración. El vuelo hacia la seguridad no nos beneficia.

 

En este sentido, un miembro de la Junta destacó la necesidad de analizar la actual estructura de la producción y del gasto en la economía mexicana, que dijo, “podría no ser sostenible”. Señaló que el consumo ha ganado participación mientras que la inversión privada en los últimos trimestres ha permanecido estancada. Comentó también que la estructura del financiamiento de la cuenta corriente es endeble, porque depende en parte de flujos de capital de corto plazo.

 

Por otra parte, uno de los integrantes destacó que los indicadores de riesgo de crédito soberano para México se han incrementado, y que las tenencias de valores gubernamentales de largo plazo en manos de extranjeros han disminuido.

 

 

Como quiera, lo cierto es que no hay modo de evitar que esos capitales se nos vayan, y lo que debería hacerse para atraer inversiones frescas –como abrir de par en par la economía al exterior, desregular, equilibrar las finanzas públicas y bajar los impuestos-, no se está haciendo.

 

Otro miembro destacó como riesgo las bajas perspectivas para el precio del petróleo y una posible caída adicional en la extracción de crudo en el país.

 

Sí, es cierto que Banxico reconoce el recorte adicional anunciado por la secretaría de Hacienda tras el Brexit, pero ante las circunstancias que se viven hace falta una acción más decidida del gobierno para bajarle al gasto. El Instituto Central quiere ver esfuerzos adicionales y un efectivo superávit primario en 2017. La incertidumbre externa y el desempeño negativo de los requerimientos financieros del sector público durante los últimos años, juegan en nuestra contra.

 

Para decirlo claro, el gobierno no se ha apretado el cinturón lo suficiente y a la velocidad que se requiere.

 

Una economía que se basa en la expansión del consumo y el crédito, está condenada a fallar porque las deudas no pueden crecer para siempre, llaga el momento de pagar y ese a nadie le gusta.

 

Finalmente, la mayoría de los integrantes de la Junta consideró que la información disponible sugiere que la inflación en el corto y mediano plazos seguirá en línea con su meta permanente de 3 por ciento.

 

No obstante, debido a que las condiciones externas se deterioraron, decidieron por unanimidad subir el objetivo de Tasa de Interés Interbancaria a un día a 4.25% ante la posibilidad de que ese entorno afecte el comportamiento futuro de la inflación. No hay duda de que así será. Por eso, en este espacio apoyamos la decisión del alza tasa como prevención.

 

Como ve, el panorama para la economía y el peso sigue muy turbio. Nuestra moneda seguirá perdiendo mucho valor. Nuestros ahorros e inversiones deben permanecer lo más alejado que se pueda de ella o se arriesgarán de más a sufrir pérdidas importantes. Usted decide.

 

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