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Cómo integrar un fondo de emergencia y no morir en el intento

Cómo integrar un fondo de emergencia y no morir en el intento

La cultura del ahorro en México es uno de los grandes desafíos del sistema financiero. Actualmente, solo seis de cada 10 personas tienen el hábito o la posibilidad de ahorrar, aunque la gran mayoría lo hace de manera informal, guardando el dinero debajo del colchón, en la alacena o en el cajón del buró, por mencionar algunos ejemplos.

El porcentaje aún es mucho menor cuando se habla de un fondo de emergencia, es decir, un colchón financiero que se utiliza únicamente para afrontar imprevistos que no están en tu presupuesto, entre ellos la pérdida de empleo, una crisis económica (como la que generó la pandemia del Covid-19), una enfermedad o la avería de tu auto.

Según la plataforma financiera Coru, sólo 25 por ciento de los mexicanos tiene un guardadito para cubrir sus gastos de al menos tres meses.

Este fenómeno se debe, principalmente, a que sólo 28 por ciento de los que ahorran de manera informal tiene una partida específica para emergencias o imprevistos, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera.

“Las emergencias son parte de la vida. Algunas pueden costar bastante dinero. Por eso es importante tener un fondo para emergencias, que nos brinde la capacidad para salir adelante, sin problemas y sin tener que recurrir al ahorro”, comenta Principal.

¿Por qué es complicado construir un fondo de emergencia? 

Construir este fondo de emergencia no es una labor fácil, considerando los elevados niveles de pobreza laboral que hay en México y las diferencias salariales que existen entre hombres y mujeres.

En el segundo trimestre del año, 38.3 por ciento de la población (unos 49 millones de personas) no pudo adquirir una canasta alimentaria con su salario, es decir, estaba en pobreza laboral, lo que dificulta la posibilidad de generar ahorro.

En tanto, datos del Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco) revelan que por cada 100 pesos que recibe un hombre promedio por su trabajo al mes, una mujer percibe 86 pesos.

Esto propicia que ellas tengan más dificultades para tener este colchón financiero, debido a que sólo 40 por ciento de ellas puede cubrir sus gastos básicos sin problemas, frente a 60 por ciento de ellos, según el análisis de Coru.

Ventajas de tener un fondo de emergencia

Pese a esas y otras dificultades, lo ideal es pensar en construir paulatinamente esta reserva financiera para enfrentar los imprevistos que aparecen en el día a día.

Tener este fondo te dará muchas ventajas y evitará que caigas en problemas financieros futuros. Entre los beneficios están una mayor tranquilidad, porque sabes que estás preparado para afrontar esa situación inesperada. Se estima que 70 por ciento de la población vive en estrés financiero, lo cual termina por lacerar la salud y, por supuesto, la cartera.

Otra bondad de tener un guardadito es evitar que corras a endeudarte ante la primera eventualidad que se presente ¡Imagina! Si no tuviste para pagar la descompostura de tu auto, menos tendrás para liquidar ese préstamo que solicitaste, al menos no de forma inmediata.

Otro beneficio es que puedes obtener un ahorro adicional si inviertes ese dinero de manera inteligente. Aquí debes de cuidar que no sea a plazo fijo y largo plazo, porque no lo podrías utilizar de manera inmediata, pero siempre hay opciones atractivas para poner a trabajar tu dinero.

¿Cuánto debo tener guardado en mi fondo de emergencia?

Como en todos los temas de finanzas personales, no hay una regla que diga el monto que debes tener guardado para este fin. Daniel Urías, fundador de Cooltura Financiera, recomienda que sea suficiente para cubrir el gasto de seis meses.

Sin embargo, no es una suma que debes tener de la noche a la mañana. Puedes empezar con poco e ir sumando en la medida de tus posibilidades. A medida que avances te sentirás más confiado y tu gusto por ahorrar será mayor.

Empezar por una reserva de tres meses de tu gasto será un gran avance, pero lo ideal es seguir llenando el cochinito para estar bien protegido de las malas situaciones que se pueden presentar.

Para acelerar el objetivo te puedes valer de otras estrategias, entre ellas reducir gastos, vender cosas que no necesitas y que para alguien más pueden ser funcionales u obtener ingresos extra con otras actividades.

¿Cómo construyo mi fondo de ahorro?

BBVA recomienda que el punto de partida es conocer tus gastos, planificar y comenzar a ahorrar. El grupo financiero recomienda estos cuatro puntos para tener llena la alcancía:

  • Cuánto gasto. Haz una lista de todos tus gastos mensuales regulares: costos de vivienda, alimentos, servicios públicos, pagos de deudas, transporte y todo lo demás que se debe pagar. La idea es que sepas cuánto dinero necesitas y analices si puedes recortar algunos gastos.
  • El monto. Como dice Urías, lo ideal es tener los gastos de al menos tres meses e idealmente seis. La clave está en lo que tú necesitas para que te sientas seguro.
  • Plazos. Armar esta partida llevará su tiempo. Por ello es importante que, de acuerdo con la cantidad que puedes ahorrar y la suma que decidiste tener, fijes un tiempo para alcanzar esa cifra.
  • Abre una cuenta. Una vez que hayas determinado cuánto necesitas ahorrar, es hora de decidir dónde guardarás tu dinero. Dado que necesitas que tu fondo de emergencia siga siendo accesible, una cuenta de ahorro es una buena opción. Este tipo de cuentas te entregan la liquidez que puedes necesitar y la flexibilidad de decidir de qué manera quieres ahorrar.

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