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La reconstrucción del Monopolio de la CFE I: perspectiva económica

Que se presentara un nuevo intento para monopolizar el mercado energético por parte del Ejecutivo, no es ninguna sorpresa. En marzo y mayo del presente año se frenaron por la vía judicial la Ley de Industria Eléctrica y la Ley de Hidrocarburos. Ambas con un mismo propósito, otorgarle mayor poder de mercado a las empresas estatales Comisión Federal de Electricidad (CFE) y a Petróleos mexicanos (PEMEX), donde los bajarían los precios de la electricidad y los combustibles.

En esta ocasión la nueva iniciativa de reforma tiene tres objetivos presentados en la exposición de motivos; i) fortalecer el papel del Estado en la conducción del sistema eléctrico nacional, ii) garantizar la seguridad energética, como condición necesaria de la seguridad nacional, iii) preservar la autosuficiencia energética y el abastecimiento continuo de energía eléctrica a toda la población, para garantizar el derecho humano a la vida digna.

Sin embargo, estas dos leyes fueron frenadas por el poder judicial al considerarlas como contrarias a la política de competencia en el mercado o al ser inconstitucionales. Fueron estos dos retos a las iniciativas de AMLO en las que comprendió que la única forma de llevar a cabo su proyecto energético es emanando de la Constitución.

Abordemos la cuestión ¿Qué dice la iniciativa de ley? La iniciativa presentada es un Proyecto de Decreto para reformar los artículos 25, 27 y 28 de la Constitución Política Mexicana de los Estados Unidos Mexicanos, que se acompaña de 9 artículos transitorios, con la cual busca que la CFE sea responsable de la conducción del sector eléctrico.

Voy a remontarme al pasado para tener claro el contexto de las políticas que se están llevando a cabo en esta reforma, ya que la iniciativa tiene al fondo de ella un fin ideológico que se ha presentado a lo largo de este sexenio, el rechazo a la política neoliberal instaurada en el S. XX.

En la década de los 80´s la política mexicana se llevo de dos formas, la nacionalista y la neoliberal, la primera llevada a cabo en el sexenio de López Portillo, en la cual se aposto por una mayor participación del Estado en la economía, la segunda sucedió con la llegada al poder por parte de la Madrid Hurtado, donde se dio inicio a la instauración de reformas orientas al mercado y a la libre competencia, tendencia seguida por los sexenios posteriores hasta el de Peña Nieto. A lo largo de estos sexenios dentro de la administración federal diversos personajes no compartían el pensamiento neoliberal siendo partidarios del nacionalismo, siendo uno de ellos Manuel Bartlett, actual director general de CFE y férreo defensor de la reforma eléctrica.

La iniciativa de ley plantea volver a la reconstrucción del Monopolio de la CFE en el pasado, ya que pretende revertir la apertura del sector eléctrico otorgándole el 54% de participación de mercado a CFE. Lo cual por supuesto tendrá consecuencia en los costos de electricidad para empresas y mercados. Recordando las clases de microeconomía, la nueva estructura de CFE provocara que esta decida el precio que desee fijar para el producto a fijar, de igual forma conviniéndose en único comprador concentrando todo el poder de mercado, con claras consecuencias negativas para los consumidores.

Que CFE tenga 54% de participación en el mercado y que solo ella pueda comprar la energia generada por otros es monopsonio. Lo cual afecta principalmente a los consumidores, comparado con la situación expuesta con la competencia.
Que CFE tenga 54% de participación en el mercado y que solo ella pueda comprar la energia generada por otros es monopsonio. Lo cual afecta principalmente a los consumidores, comparado con la situación expuesta con la competencia.


Por supuesto que para se constituya el Monopsonio debe de echarse para atrás órganos reguladores, limitar la competencia de privados, cancelar permisos, sin embargo, esta reforma tiene estas características. Claro que se puede afirmar que se esta reconstruyendo el monopólico eléctrico mexicano, y lo sustento por las disposiciones que acompañan a esta iniciativa y que señala el Instituto Mexicano de la Competitividad:

1.       Modifica el criterio de despacho de energía eléctrica al Sistema Eléctrico Nacional (SEN) y cancela los permisos otorgados al sector privado. Lo cual implica mayores precios de electricidad para los consumidores y/o mayores subsidios a las tarifas eléctricas con afectaciones a las políticas publicas.

2.       Revierte la separación horizontal y vertical de la CFE. De esta forma se reconstituye como el único actor que puede comprar (monopsonio) y suministrar (monopolio). Condición con la que contara con un poder de discriminación hacia las compañías privadas.

3.       Elimina los CEL. Dando un paso atrás en los esfuerzos para la generación de energías libres.

4.       Desaparece órganos reguladores. Creando un espacio de incertidumbre de la fortaleza del estado de derecho del país.

5.       Incorpora la CENACE a la estructura de la CFE. Se regresa a la etapa donde la CFE decida compras y el precio de la energía a generadores privados con un amplio margen de discrecionalidad.

Las consecuencias son múltiples, mayoritariamente negativas, y por supuestos cuestiones políticas en la que un partido de “oposición” da la sorpresa. Tema del próximo articulo.

Estudiante de derecho.

Ig: @armando.delacrz

Tw: @armandodelacrz

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