Hace dos meses, el 6 de junio de 2014 para ser precisos, Banxico informó de una reducción inesperada en la tasa de interés interbancaria a un día en 50 punto base para quedar en un 3%, un día después de que el Banco Central Europeo bajara su tasa para dejarla en 0.10%, a la fecha y de acuerdo a la última minuta esta tasa se mantiene.
Banxico explicó en junio que tomó esta decisión de bajar la tasa debido a las previsiones de reducción del crecimiento para 2014 en el mundo y en consecuencia en México; aunque muy probablemente también estaban considerado que al bajar la tasa se defendía a las exportaciones mexicanas, ya que al desincentivar la entrada o permanencia de flujos extranjeros, se evitaba que nuestra moneda se fortaleciera y por ende nuestros productos se encarecieran para nuestros compradores globales, así, México y propiamente el Banxico, asumió una postura activa frente a la tarea de mejorar nuestra economía y dejó de ser un actor pasivo, como mero vigilante del poder adquisitivo de la moneda, entrando de esta manera a participar en la guerra de divisas, un mecanismo que ya anteriormente han utilizado países como China y Japón pero sin rodeos y de manera abierta cuando llevaron a cabo devaluaciones de su moneda para tratar de mantener su crecimiento económico.
Durante el año 2013 mostré mensualmente una tabla de la “Encuesta Mensual Sobre las Expectativas de los Especialistas en Economía del Sector Privado” para ver la evolución de la percepción de los diversos especialistas, la cual iba pasando del optimismo a la realidad que ya padecían nuestros vecinos del norte, pero que al inicio del 2013 se imaginaba que pudiéramos alcanzar un 3.6% de PIB.
Luego bien durante el 2014 una vez más, los especialistas empezaron llenos optimismo y auguraban un 3.4% de crecimiento económico pero al mes de julio ya han recortado su estimación en casi un 25%.
Nota: Los datos aquí presentados, no son los datos reales obtenidos sino una estimación promediada que mensualmente resulta de una encuesta de especialistas, pero me parece interesante mostrar nuestra incapacidad de predecir los eventos futuros.