La gestión de riesgos es de suma importancia en la conformación de portafolios de inversión. Dentro de los conceptos vinculados a este tema, que además forma parte del temario para recertificación de la Asociación Mexicana de Instituciones Bursátiles explicaremos en qué consisten los riesgos sistemáticos y no sistemáticos.
Riesgo sistemático
El primer punto es el riesgo sistemático, el cual se puede definir como el riesgo inherente a un mercado, esto significa, no afecta a un título o sector específico, sino a todo el mercado en su totalidad. Utilicemos el ejemplo, de una gran crisis financiera que afecta a todos en todo lugar, es decir todos los títulos tienen una disminución de su precio en forma simultánea. Es un difícil de anticipar, pero también imposible de evitar por completo.
Existen algunos analistas que mencionan que el riesgo sistemático es un riesgo que no puede diversificarse, aunque esto únicamente se vincula al mercado de capitales, por ejemplo, si invertidos en instrumentos de deuda, mitigaremos el riesgo sistemático.
La capacidad de invertir en diferentes zonas geográficas con valuaciones monetarias diferentes puede mitigar este riesgo, por ejemplo, si se invierte en acciones de EEUU a través del Sistema Internacional de Cotizaciones la bajada en las acciones puede ser menor si el dólar se aprecia. De esta forma, el riesgo sistemático se puede mitigar a través de una estrategia en la que se designen diferentes activos utilizando diferentes acciones, sectores mercados geográficos y bonos y divisas.
Riesgo no sistemático
Por otro lado, la contraparte del riesgo sistemático, es el riesgo no sistemático que se interpreta como el riesgo propio de cada emisora, esto significa que el resultante de factores propios y específicos de cada título.