Esta es una semana clave, el día de mañana la Reserva Federal dará a conocer su decisión de política monetaria, desde nuestra perspectiva creemos que no habrá cambios en la tasa de referencia por mucho tiempo, aunque luce casi imposible que observáramos un movimiento que llevara a la tasa a un terreno negativo y solo podría considerarse como una medida desesperada y a la vez suicida por los efectos que traería consigo.
La caída de febrero podría ser sólo un "ataque de pánico" en Wall Steet, el verdadero bear market está cerca
El tono del discurso es el que estará en el foco de atención de los mercados, desde nuestra perspectiva las señales de Powell serán de mayor cautela y no escucharemos un discurso dovish, a esto le sumamos la discordia que ya existe en el congreso estadounidense entre republicanos y demócratas, sobre la aprobación del nuevo paquete de estímulos.
El jueves el dato del PIB será relevante, la expectativa del consenso es bastante drástica, algunos analistas hablan de una caída cercana al 40%, es casi un hecho que por los datos presentados que se confirmará una recesión técnica en Estados Unidos, la lectura de los mercados dependerá en gran parte de las perspectivas de la evolución en la economía, sin embargo los riesgos del rebrote de COVID-19 y un proceso de recuperación más lento siguen siendo la preocupación a pesar de la inyección de liquidez.
En el caso de la aprobación para extender el estímulo representaría un problema para el déficit presupuestal de los Estados Unidos en un futuro no muy lejano, lo que hará que los encargados de la política económica actúen de una manera más prudente.
Después del fuerte ajuste que se presentó en febrero en los principales índices bursátiles en Estados Unidos y a nivel mundial, que representó una caída en promedio del 35% para el S&P 500 (SPX) y que toco piso el 23 de marzo, comenzamos a ver un movimiento inusual en los mercados accionarios.
Esta agresiva política monetaria por parte de la Reserva Federal impulsó al S&P 500 (SPX) a conseguir su mejor racha alcista en la historia, en tan solo 4 meses logrando una rentabilidad cercana al 50%, los esfuerzos del Banco Central estadounidense consiguieron su objetivo de sacar a flote a los mercados financieros.
El mercado bajista duró aproximadamente un mes, a pesar de la corrección creemos que esta venta masiva hasta el momento podría considerarse sólo un "ataque de pánico", el rebote del mercado lo volvió a colocar en su camino alcista de largo plazo, aunque el escenario que se acerca es complejo y coloca al mercado de valores en una línea muy delgada.