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¿Cuáles son las implicaciones que tiene el incremento del salario mínimo?

Al empezar el año mucho se habla del incremento del salario mínimo y de su reflejó en el poder adquisitivo, así como de una especulación en el incremento de la inflación a causa de este aumento en el salario.
 
Es así como empezamos este año 2023 con la entrada en vigor del salarió mínimo de $312.41 pesos diarios por jornada diaria de trabajo en la Zona Libre de la Frontera Norte y de $207.44 pesos diarios por jornada diaria de trabajo percibida por todos los mexicanos en el resto del país a partir del día 1 de enero.
 
En caso de preguntarse ¿Por qué hay dos salarios mínimos? Esto se debe a que México comparte frontera con los Estados Unidos, a lo que se le conoce como la “Zona Libre de la Frontera Norte” la cual está integrada por 43 municipios, ubicados en la franja fronteriza que va desde Baja California hasta Tamaulipas, en la cual los habitantes de los  municipios que colindan esta frontera pueden verse motivados para ir a trabajar al país vecino, razón que motivo la propuesta con el propósito de evitar que los trabajadores mexicanos emigren hacia los Estados Unidos en busca de un empleo mejor pagado.
 
El incremento del salario mínimo muchos lo interpretan como un aumento en el poder adquisitivo, no obstante, el poder adquisitivo no aumenta sino aumentan los ingresos reales. El ingreso real es la cantidad de bienes y servicios que una persona puede adquirir a través de la renta monetaria (dinero percibido) y que depende del comportamiento de los precios.
 
Es decir, imaginemos que estamos en una situación donde percibimos $3,000.00 pesos, a esa cantidad le restamos los impuestos por lo que reduciría a $2,100.00 pesos. Ahora con esa cantidad imaginemos que diariamente pasamos por nuestro café del Oxxo ó del Starbucks, el cual tenía un precio de $25.00 pesos, pero debido a la inflación su precio aumentó a $28.00 pesos.
 
Aunque nuestro ingreso nominal se mantiene constante en $3,000.00 pesos, refiriéndose que nuestro poder adquisitivo se mantiene, pero al incrementarse el precio, se reduce. Esto se debe a que con la misma cantidad de dinero podremos ir menos veces a comprar café que cuando costaba $25.00 pesos.
 
Por lo tanto, diríamos que nuestro ingreso real se redujo y nuestro poder adquisitivo no aumentó. 
 
Recordando que un salarió mínimo más alto no significa que los trabajadores promedio perciban un incremento en su salario, pues las empresas pueden decidir no contratarlos con ese ajuste, ya que el salario mínimo, es un salario decretado por el gobierno como la cantidad mínima de dinero que se le paga a un trabajador. Esta no representa el cambio en ingresos que efectivamente recibirá un trabajador promedio de bajo sueldo. 
 
Respecto a la realidad de la relación entre el salario mínimo y la inflación es un tanto ambigua, pues para ello intervienen más factores como un aumento en la demanda agregada, un aumento en los costes de producción, un aumento de la oferta monetaria (dinero en circulación) o incremento de los impuestos. 
 
Es muy común que para ilustrar esa relación se acuda a la comparación de los precios relativos de ciertos bienes, observando la pérdida del poder adquisitivo como consecuencia de la inflación.
La inflación refleja un cambio en el nivel general de los precios y no un cambio en el precio relativo de un bien de consumo común como botanas y refrescos. El precio relativo de un bien puede incrementar por unas varias razones no inflacionarias, ya que los precios responden a su propia oferta y demanda.
                                                                                                                  
Lo que sí está relacionado es que el aumento del salario mínimo encarece la mano de obra, lo que incentiva a las empresas a hacer ajustes en su ritmo de contratación o prestaciones. Así como en sus costos, y en ocasiones aumentando su precio de venta.
 
Al aumentar el costo de la mano de obra, aumenta el costo de venta, por lo tanto, aumenta el precio del producto terminado y para amortiguar este aumento las empresas deben hacer un análisis de costos y así poder encontrar un balance de precios para conservar su utilidad.
 
De tal forma que un salario mínimo suficientemente elevado desincentiva la contratación de trabajadores cuya productividad no es lo suficientemente valiosa como para compensar un salario más elevado. Lo que a su vez lleva a las minorías a competir en el mercado laboral ofreciendo su trabajo a un menor salario. 
 
Por lo que un salario mínimo más elevado, no garantiza un ingreso capaz de satisfacer los requerimientos básicos, siendo una política económica cuestionable que no guarda una relación directa con el incremento de precios o la inflación. Habrá que comprobar que el salario mínimo ha incrementado en términos reales, es decir, que el trabajador haya recibido el incremento del salario mínimo y con ello pueda comprar una mayor cantidad de bienes y servicios.


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