- Edgar ¿este año comprarás cryptos?
Me hicieron esta pregunta en el último webinar que moderé para Rankia hace 12 meses. Antes de concluir el año 2021, deshojaba la margarita y definía si compraría o no compraría cryptos. Mi decisión fue abrir mi cuenta en una exchange mexicana con una cantidad acorde a mi filosofía de inversión donde bajo ningún motivo supero la diversificación de 5% en activos que considero de características especulativas.
¿Cómo me fue? Terrible. Hace unos días alguien me decía en una charla:
- Aquí no hay ninguna diferencia entre holdear bitcoin y aguantar tal como se haría en una acción. Hasta Buffett dice que hay que comprar y mantener.
Difiero completamente. Holear o aguantar una posición de un activo el cual no puedo valuar es tratar de atravesar una tormenta en un barco del cuál desconozco su funcionamiento. ¿Por qué compré bitcoins? Me ha parecido un ejercicio por demás interesante entender cómo se abre una exchange en México, que además me ha sorprendido por la facilidad con la que se maneja, pero la gestión de una inversión en cryptos es otra cosa. Sigo esperando que alguien me facilite una respuesta que me permita valuar una crypto, sin valuación no existe una gestión de riesgos eficiente. La inversión en estos activos con fines experimentales cumplió plenamente su cometido.
El año fue una carnicería para la renta variable, la mayoría de mis inversiones han estado y seguirán estando en renta variable en una combinación de ETFs y fondos de inversión de gestión activa. Mi portafolio de ETF´s ha ido de la mano de megatendencias, regionalizados en China e índices de Estados Unidos, principalmente Nasdaq. En los tres casos los retornos fueron negativos, pero soy optimista y tengo buenas expectativas. ¿Cuándo espero ver rendimientos positivos? En este momento mi horizonte de inversión está enfocado a 10 años. (La universidad de mi hijo más pequeño no se va a pagar sola).
En cuanto al fondo de renta variable es un fondo que venía haciendo muy bien su trabajo superando el benchmark de referencia (S&P500), este año, aunque tuvo un rendimiento negativo el fondo perdió menos que el benchmark, en consecuencia, estoy satisfecho con su desempeño. Hago un breve paréntesis con la máxima para seleccionar un fondo de gestión activa: Si el fondo de gestión activa te paga menos que el índice, mejor compra un fondo indizado.
¿Compré a la baja durante 2022? Por supuesto, siempre diversificando entre los distintos activos y haciéndolo en cantidades pequeñas que no desbalancearan mi fondo de emergencia que por regla cumple con tener al menos 3 meses de mi sueldo. Punto y aparte es mi Plan Personal de Retiro en donde mensualmente abono una cantidad que está definida para el momento de mi jubilación y que está compuesto por fondos de renta variable global. Ya veremos en 21 años cuál fue el resultado, mientras tanto estoy muy feliz porque mis aportaciones las puedo hacer deducibles de impuestos.
El redescubrimiento de los fondos de deuda como generador de valor ha sido gratificante. La mayor parte de mi liquidez está en un fondo de deuda gubernamental de corto plazo que tiene todo lo bueno que una inversión puede tener: es muy líquido, tiene un riesgo muy limitado, volatilidad inexistente y el rendimiento es el más alto que los bonos han tenido en México en 30 años. Una gozada. Aproximadamente el 30% del tiempo los bonos suelen tener un rendimiento más alto que los índices bursátiles, pero obtener retornos de dos cifras en un activo de deuda de corto plazo era algo que ninguno de nosotros había vivido. Los CETES han sido un oasis en 2022.
Fue un año de dualidades donde mis estados de cuenta rebosaron como resultado de mis activos de deuda y donde la renta variable vivió una cascada de números rojos, al final, el saldo es positivo por el hecho de que cada activo está en el lugar acorde a su horizonte y objetivo de inversión. No tengo un ápice de duda de que el año que viene será muy bueno con tasas de interés aún altas y con un mercado de renta variable que nos regresará todo lo que este año no nos dio.
Les deseo feliz Navidad y felices inversiones.
