Hoy en día puede ser una utopía el pensar en una economía mexicana sana e impulsada por el progreso, pero ¿debido a qué? Está claro que la situación financiera, política económica y social del país en la actualidad es un resultado de las acciones de sexenios anteriores.
Es incuestionable que la falta de oportunidades laborales es una problemática que llama a las personas a involucrarse en actos ilícitos e incluso violentos. No es solamente una situación que le atañe a México, sino también que se manifiesta a nivel mundial.
No hay forma de que exista una economía moderna, dinámica y globalizada sin la fuerza laboral que representa el sector empresarial. Los mercados requieren de una competencia diversa para poder hacer uso de los diversos factores de producción que son el capital, trabajo y tierra.
Toda persona física o moral tiene como finalidad el hacer que su actividad económica sea lo más redituable posible, lo cual significa que buscará el maximizar sus utilidades por medio de un arduo trabajo diario, permitiéndole el hacer frente a sus obligaciones con terceros, y con el fisco.
La preocupante fragilidad de la economía mexicana se ha visto una vez más afectada debido a los resultados de la consulta respecto al nuevo aeropuerto internacional de México (NAIM).
¿Crecer o estancarse? ¿Innovar o morir? ¿Permitir el aprovechar al máximo los recursos o incurrir en pérdidas por el temor al cambio? Estas son algunas de las preguntas a las que se podría enfrentar aquella empresa o persona que requiere del uso de la automatización en pro del crecimiento.
En la actualidad, México es uno de los países con menor conocimiento financiero básico. Es imperativo contar con un panorama general sobre el manejo de las finanzas personales y los recursos monetarios para utilizarlos de manera eficiente, logrando evitar gastos innecesarios y la falta de liquidez.