No es necesario ningún tipo de estudio para darse cuenta del enorme problema que, ya en nuestros días, constituye la obesidad para la mayoría de países desarrollados. La batalla contra la obesidad promete ser un reto titánico para las próximas generaciones del que, sin embargo, los inversores más avezados podrán beneficiarse.
Las enfermedades relacionadas con la obesidad superan ya el 20% del gasto anual médico en países como Estados Unidos, mientras las tasas de obesidad se han doblado en las últimas décadas. Se estima que en el 2030, más de la mitad de la población de los países desarrollados será obesa. Pero este efecto no es particular de los países desarrollados, los países emergentes, hasta hace poco ajenos al problema, observan como sus tasas de obesidad entre la población empiezan a dispararse. Es muy probable que familias y estados deban destinar cantidades ingentes de dinero a solucionar este problema en las próximas décadas.
Este análisis, realizado a través del estudio “Globesity – The Global Fight Against Obesity” por parte del Bank of America Merrill Lynch coloca a la lucha contra la obesidad como una de las mega tendencias claves para las próximas décadas junto al aprovisionamiento de agua y la eficiencia energética. Otros expertos apuntan como tendencias importantes el desapalancamiento, el envejecimiento de la población o la creciente influencia de China.
Esta metodología consistente en identificar las ideas generales que van a regir la dirección del mundo y construir una cartera en torno a ellas es especialmente seguida en tiempos de especial incertidumbre como la actual. Además, la obesidad puede encuadrarse dentro de una óptica de inversión responsable, muy atractiva para el inversor como se ha podido observar con inversiones verdes relacionadas con el medio ambiente.
Sin embargo, hay que ser consciente de que las mega-tendencias pueden tardar mucho tiempo en concretarse en acciones. Por ejemplo, en el caso del tabaco han tenido que pasar más de 4 décadas para alcanzar el punto donde fumar en sitios públicos está finalmente prohibido.
De acuerdo con estas premisas, Merrill adopta perspectiva de 25 a 50 años para rentabilizar esta mega-tendencia. Las tasas máximas de azúcar en alimentos y bebidas y otros cambios de hábitos llevados a cabo por familias y empresas aún tienen mucho camino que recorrer.
Para que el inversor pueda posicionarse convenientemente, Merrill Lynch ha creado una cesta de 50 valores que previsiblemente se beneficiarán de la mayor atención que el mundo va a prestar a la obesidad, el Global Fighting Obesity Exposure Stocklist.
La cartera de 50 valores se apoya en 4 sectores que muy probablemente se beneficiarán del recrudecimiento de la lucha contra la obesidad:
- Farmacéuticas: Medicinas contra la diabetes, productos adelgazantes y todo tipo de fármacos contra enfermedades cardiovasculares que previsiblemente aumentarán su demanda.
- Empresas de alimentación: Las restricciones alimentarias y la mayor preocupación por una dieta equilibrada dispararán la demanda de determinados alimentos saludables.
- Servicios de nutrición y dietética: Con un peso muy específico ya dentro de las economías desarrolladas, la industria de las dietas, los nutricionistas, los suplementos alimentarios se beneficiarán también de la mayor preocupación por el sobrepeso.
- Material deportivo: El otro pilar fundamental de la lucha contra la obesidad será el deporte, que previsiblemente adquiera mayor importancia para familias y gobierno promoviéndolo dentro de la escuela y fuera de ella, por lo que el consumo de material deportivo puede crecer.
La elaboración de la cartera muestra la dificultad de posicionar dinero ahora para tomar ventaja de una corriente que puede esperar dos generaciones en hacerse realidad. La importancia de cualquier compañía productora de medicinas para la diabetes es evidente, pero es imposible conocer qué empresa llevará a cabo la investigación y el desarrollo del fármaco definitivo.
Los otros sectores son más complicados todavía. El vestuario deportivo o las dietas están sujetos a los altibajos de las modas, y dichas modas tienen su traducción en altibajos en el mercado de acciones. En 2006 una compañía llamada Nutrisystem la cual ofrecía menús y enviaba la comida directamente a los clientes tuvo el mejor rendimiento del año en el Nasdaq creciendo más de un 1000%, desde entonces ha caído más de un 70%.
Esto no significa, sin embargo, que este no sea un intento valioso. Invertir en acciones requiere un horizonte a largo plazo e identificar tendencias de largo plazo es una buena manera de conseguir batir al índice. La alarma sobre la obesidad no se ha manifestado todavía en los mercados, lo que significa que todos los beneficios están aún por obtenerse.