El gran problema del sistema de pensiones, en concreto de quienes forman parte de la generación Afore, es decir quienes pertenecen a la nueva ley, es que 3 de cada 10 de esos trabajadores jamás podrán reunir las mil 250 semanas que la ley les exige para tener derecho a una pensión, es decir que se quedarán sin ella, este es un dato que revela la misma Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (Consar).
Todo esto dibuja un panorama más que difícil para la clase trabajadora de nuestro país, problema que ya se empieza a manifestar porque aquellos trabajadores que inauguraron la reforma al sistema ya están llegando a la edad del retiro. Nuestra realidad es que apenas uno de cada cuatro trabajadores podrá alcanzar una pensión, esto sin mencionar la cantidad de pensión tendrá, pues lo más seguro es que sea un 30% de su último salario, y ello no le ofrecerá una buena calidad de vida.
Si en algo tienen razón los órganos de gobierno del sector y algunas asociaciones civiles como el Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas es en decir que el sistema de pensiones en México es financieramente insostenible al revelar que entre el año 2000 y el 2017 en gasto en pensiones y jubilaciones para el gobierno pasó del 1% del Producto Interno Bruto (PIB) al 3.5%
Sin embargo en lo que se equivocan es en la solución: a su decir, el remedio sería que los trabajadores hicieran contribuciones más "agresivas" para su retiro y proponen pasar del actual 6.5% a 13.5% de ahorro, es decir, obligarlos a ahorrar el doble de lo que dan en la actualidad.
Aumentar las cuotas de los trabajadores tal vez mejore las cosas pero sería sólo por un tiempo, eventualmente se regresaría al mismo punto de conflicto porque en buena medida, el problema para las finanzas públicas son las jubilaciones que se le pagan a ex trabajadores de empresas de gobierno como los del IMSS, Ciudad de México, Pemex, etc, en muchos casos se les paga por retiro más del salario que percibían que cuando estaban en activo.
Hoy en día el dinero que se necesita para pagar las jubilaciones de los ex burócratas es la misma cantidad que se utiliza para mantener por un año a la cuarta parte de los estados del país, esto quiere decir una reforma al sistema de pensiones por fuerza debe contemplar otorgar menos prestaciones a los trabajadores de gobierno. Todo parece indicar que se contempla que nuevamente los mismos de siempre sean quienes pongan solución al problema de las finanzas públicas sin tocar los privilegios de quienes laboran para alguna dependencia u oficina de gobierno.
¿Quiénes están en riesgo de no recibir pensión?
Las personas que se afiliaron al IMSS a partir del 1 de julio de 1997 y al ISSSTE desde el 1 de abril de 2007.
Es decir, quienes se afiliaron en 1997 (generación 97) al IMSS por ejemplo y no han dejado de cotizar, en 2020 estarían cumpliendo las mil 250 semanas o sea 24 años trabajados necesarios para alcanzar una pensión, el problema es que 76% de los trabajadores no podrían cumplir con este requisito, entonces ¿qué harán para vivir?
Otro problema adicional que hará más grave esto es que a partir de la década de 2030 se calcula que cada día durante ese año, unas 3 mil personas estarán cumpliendo 65 años, es decir que ya estarían en edad de solicitar su pensión.
¿Qué hacer?
Sin duda la gran mayoría de los que hoy tienen edades de alrededor de 40 años deberían estar pensando en formas de invertir independientes a las Afores para afrontar su tercera edad, pues como podemos ver, en México habrá problemas para que toda esa gente pueda subsistir dignamente, así que quienes hoy tengan 40 años deben pensar en cosas que se puedan hacer desde hoy para asegurarse un ingreso en 20 años, porque la vía del gobierno ya no es opción.