Un estudio reveló que desde el año 2008 el número de desastres naturales no ha bajado de 900 en el mundo; en la década de los 80 fueron aproximadamente 500 los embates de la naturaleza. En 2012 (huracán Sandy por ejemplo) las consecuencias de estos fenómenos fueron valorados en miles de millones de dólares, lo peor es que el panorama apunta a que esta tendencia mundial seguirá. ¿En qué situación se encuentra México?
No olvidemos que el ejemplo más impactante del desastre humanitario que deja un fenómeno de la naturaleza lo vivimos en 2010 con el país más pobre de América Latina, Haití, donde a causa de un terremoto de 7 grados Richter murieron entre 250 y 300 mil personas.
Actualmente y cuatro años después, el país isleño aún tiene lugares en ruinas porque los trabajos de reconstrucción en la nación más pobre de América Latina han sido muy lentos, en parte porque el problema fue que una porción de la ayuda internacional prometida nunca llegó.
Mayores desastres naturales en México:
Los desastres naturales son recurrentes en todo el mundo y México no se escapa a las grandes tragedias en años recientes. De acuerdo a la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS) los 10 desastres más costosos en México han sido:
- Huracán Paulina: (1997): tocó tierra en el sur de México a principios de octubre de 1997 siendo uno de los más mortíferos, destructivos y costosos. Fue el tercero más intenso de dicha temporada.
- Huracán Julliete (2001): atacó el Golfo de Tehuantepec.
- Huracán Kenna (2002): fue el más fuerte de la temporada de huracanes en el Pacífico de 2002. La ciudad más afectada fue Puerto Vallarta, Jalisco.
- Huracán Stan (2005): El desbordamiento de un río en Tapachula, en el estado de Chiapas, arrasó 2500 viviendas. En México se registraron al menos 16 muertes por su causa. El número de mexicanos afectados superó los cien mil y los daños materiales ascendieron a 228 millones de dólares.
- Huracán Emily (2005): tocó tierra en la península de Yucatán como una tormenta categoría 5, primero a la isla de Cozumel y luego justo al norte de Tulum en Quintana Roo. Después del cruce de la bahía de Campeche, tocó tierra en el estado de Tamaulipas al norte de México.
- Huracán Isidoro (2002): golpeó las costas de Quintana Roo con vientos máximos sostenidos de 45 km/h y rachas de 65 km/h. Afectó la Península de Yucatán, en especial a Cancún Quintana Roo y Mérida, Yucatán.
- Terremoto de la Ciudad de México (1985): se registraron más de 100 edificios caídos, unos 700 quedaron en ruinas y más de 300 no resistieron en pie. El terremoto fue equivalente a la detonación de mil 114 bombas atómicas.
- Huracán Gilberto (1997): afectó la Península de Yucatán como un huracán de categoría cinco para después internarse en Tamaulipas y Nuevo León.
- Inundaciones de Tabasco y Chiapas (2007): el 28 de octubre de ese año comenzaron las crecidas en los ríos que recorren ambas entidades. Las inundaciones concluyeron hasta el 15 de diciembre de 2007, fecha en que se terminó de extraer el agua de las calles de la ciudad de Villahermosa.
- Huracán Wilma (2005): Es el huracán más intenso registrado en el Atlántico. Tocó tierra en la península de Yucatán con vientos por arriba de los 400 km/h. Se calcula que los daños materiales correspondieron a 7 mil 500 millones de dólares tras afectar gran parte de los hoteles de la Rivera Maya.
Actualmente la calificadora Moody’s México asegura que el huracán Odile le pegó fuerte a 10 grandes aseguradoras mexicanas que cubren daños contra terremotos y otros riesgos catastróficos, mismas que tendrán fuertes pérdidas por las reclamaciones de daños ocasionados por este fenómeno en Baja California Sur.
Moody’s México estima que el costo por los daños generados por Odile dependerán de las características detalladas en la póliza, aunque la mayoría de ellas cubre daños en infraestructura, inundaciones, reconstrucción y hurto.
Según información de la Comisión Nacional de Seguros y Fianzas, seguros Axa, Interacciones e Inbursa son parte de esas 10 empresas que venden pólizas por riesgos catastróficos; luego siguen Banorte, Generali, Agroasemex y Mapfre.
La AMIS estima en unos 12 mil millones de pesos los pagos de las aseguradoras por los daños ocasionados por Odile, cifra que supera el costo de los huracanes Ingrid y Manuel. Por otro lado cabe decir que de las 10 mil casas involucradas en las afectaciones, “ninguna está asegurada”. La asociación asegura que en México no existe una cultura para prevenir riesgo.