En lo que va de este año, el
SAT ha formalizado a 13 mil personas, la mayoría son taxistas, tianguistas y tiendas de abarrotes. Hasta la última declaración anual, el
SAT tenía contabilizados
600 mil nuevos contribuyentes y tiene intenciones de ir por más recaudación.
Para lograr más cobro de impuestos, el SAT ya tiene en la mira a más de 150 mil personas que se dedican a las artesanías o que trabajan en la industria restaurantera, de modo que esta dependencia concentrará su trabajo para registrar a estas personas al Régimen de Incorporación Fiscal (RIF).
Las autoridades recaudatorias le dicen a estos potenciales contribuyentes que es “un régimen sencillo”, que sólo deben formalizarse para que puedan emitir facturas, reportar cada dos meses sus ventas, y a cambio sus negocios podrán crecer, podrán tener seguro social, comprar vivienda y tramitar préstamos para hacer más grande su patrimonio; es decir, la misma cantaleta de hace tres años.
La autoridad fiscal asegura que apoyará con trámites y asesoría de negocios a los nuevos contribuyentes, pero habrá que ver si el SAT y Hacienda podrán sostener una capacidad operativa para atender y asesorar a los nuevos pagadores de impuestos porque muchos de ellos no contribuyen nada al fisco (entre otras cosas) porque desconocen cómo hacerlo, así que si el SAT los abandona en el camino podría darse la situación que muchos dejen de operar en un corto plazo, ejemplo: muchos se dedican a ser artesanos por usos y costumbres, por tradición o bien por la falta de recursos para terminar una carrera técnica o universitaria, ¿de verdad le será “sencillo” a ese sector saber cómo facturar, reportar sus gastos y ganancias al Régimen de Incorporación Fiscal? Podría darse la situación que muchos prefieran dejar de hacer artesanías, en un país en donde de por sí la competencia desleal de artesanías chinas ha obligado al retiro a muchos trabajadores de este ramo.
Lo que es muy cierto es que el
SAT está buscando cada vez a más y más contribuyentes, al parecer lo hace por
la carencia de dinero que habrá en México a partir del próximo año, pues los precios del petróleo (que es de donde siempre habíamos obtenido la gran mayoría de nuestro ingreso) no se recuperarán hasta después del año 2020 según algunos analistas.
Recientemente nos hemos enterado que los planes de Hacienda son hacer que paguen impuestos las
cooperativas escolares, los tianguistas, taxistas,
tiendas de abarrote (miles cerraron), mecánicos,
mexicanos con cuentas en Estados Unidos, etcétera. Ahora nos enteramos que personal de la dependencia
visitará a más tianguistas para incorporarlos al RIF; además también tienen en la mira a
200 clubes deportivos en 46 ciudades del país y van por sus socios, usuarios y accionistas (principalmente clubes deportivos en el Estado de México, norte del Distrito Federal y Querétaro).
Esta vez el SAT anuncia que va por artesanos, meseros, cocineros, etcétera, es decir da la impresión que buscará por todos lados la mayor recaudación posible. Algunos políticos dicen que esto de sebe a que las
reformas estructurales (principalmente la energética) no funcionaron ni funcionarán, así que
la idea de Hacienda será ir tras los informales para que contribuyan, pero además buscará cobrar la mayor cantidad de multas que se pueda.