Unos de los aspectos más importantes en las finanzas personales es cuidar nuestro patrimonio que con tanto esfuerzo hemos logrado acumular o bien poner una “red de protección” para que en el camino que estamos transitando de crecimiento personal y económico no nos surja algún inconveniente que eche al traste todo el tiempo y energía invertida y para eso son los seguros.
Pero tan importante como tener un seguro de cualquier índole, es contar con un asesor independiente y que pueda ofrecernos la mejor opción sin sesgarse por compromisos adquiridos con las aseguradoras.
Un agente de seguros debe ofrecerte al menos tres opciones del producto que tú solicitas y debe ser capaz de diagnosticar lo que tú necesitas. Imagina que sientes la necesidad de contratar un seguro de vida porque tienes hijos pequeños; quizá lo que tú necesitas es un seguro de ahorro para la educación, que te ayudará a cumplir una meta financiera del presente a la fecha en que tus hijos inicien la universidad, o tal vez tu contratas un seguro de auto que te parece económico, pero cuando te sucede un siniestro te topas con que las coberturas no son suficientes o que el servicio de la aseguradora deja mucho que desear, déjame decirte que todas esas complicaciones te las puedes ahorrar con un buen asesor de seguros.
Algunas personas creen que por el hecho de contratar una póliza de seguros directamente con la compañía te puede salir más económico que al contratarlo por medio de un Agente otro grave error, hoy con la experiencia de haber trabajado dentro de una compañía de seguros puedo decir que esto nunca sucede, cuando un cliente llegaba a la compañía donde laboré pidiendo que le hicieran descuento con el argumento de que nos ahorrábamos la comisión del agente, se le hacía solo un descuento mínimo, no por mala fe de la compañía sino que el hecho de que el cliente esté directo con la misma implica un costo administrativo que en caso contrario correría por parte del agente, esto sin contar que muchas compañías ofrecen a los agentes descuentos adicionales para sus clientes.
Otro punto importante por el que siempre será mejor estar con un agente que directo con la compañía es el servicio que te dará la compañía, ya que un agente acumula la cartera y para la compañía siempre será más importante tener a un agente contento que a un cliente directo.
¿Por qué es así?
Por el simple hecho de que un agente puede tener 100 clientes asegurados con una compañía y tal vez represente 150 pólizas para la misma, en cambio tú que contrataste una póliza directamente en la sucursal de la aseguradora o por Internet, solo representas una o tal vez 2 pólizas o quizá 5, pero no las 150 que tiene el agente, ya que si un agente nota que a sus clientes le están dado mal servicio en alguna aseguradora, optará por buscar otra con mejor servicio para sus clientes actuales y dejará de contratar pólizas para sus clientes nuevos.
Ahora bien debemos estar conscientes que como en todo, en el mundo de los seguros hay de agentes a agentes, hay algunos que solo buscan vender para conseguir su comisión y después se olvidan del cliente, estos los puedes reconocer porque utilizarán estrategias de presión para conseguir sus ventas y solo te estarán ofreciendo uno o dos productos y solo de una o dos compañías, a estos yo no les llamo agentes, les llamo vendepolizas, y te darás cuenta porque sentirás que no comprendió tus necesidades, aléjate de los que se dicen agentes y no te pueden ofrecer el mismo producto con al menos 3 compañías distintas.
Un verdadero agente de seguros, es un asesor que buscará primero saber de ti de tus necesidades para proteger tu patrimonio y a partir de ahí te dará un diagnóstico sobre lo que es más adecuado para cubrir tus riesgos y te ofrecerá una baraja de opciones siempre dándote su recomendación, pero dejando la decisión en tus manos. También deberá revaluar periódicamente tu situación ya que las necesidades pueden ir cambiando con el tiempo, además estará cerca cuando tengas un siniestro y te ayudará con los trámites de la aseguradora.
Un verdadero Agente de Seguros, seguirá la filosofía de que detrás de cada persona hay un posible prospecto, detrás de cada prospecto un posible cliente y detrás de cada cliente un amigo.