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“Votaría por Trump, Hillary destruirá al mundo entero”: Marc Faber

Marc Faber es un polémico economista, analista e inversor suizo conocido por sus posturas contrarias en los mercados que, hay que decir, son las que suelen dar mejores resultados. El también gestor de fondos y autor del reporte Gloom, Boom & Doom, fue entrevistado hace unos días por Bloomberg TV, y fiel a su estilo, dio de qué hablar al opinar sobre la competencia electoral por la presidencia de Estados Unidos.

Faber consideró que la economía estadounidense no será tan sólida ni bien administrada como la de Singapur, “a menos por supuesto que EE.UU. fuera administrado por el señor Trump.”

 

El conductor, Mark Barton, le cuestionó si en serio era un fan de Trump. Faber dijo

“Todo es relativo. Tomando en cuenta las alternativas, votaría por el señor Trump porque quizá sólo destruya la economía de Estados Unidos, pero Hillary Clinton destruirá al mundo entero.”

El analista justificó su aseveración al referirse de forma sarcástica al “éxito” de la ex secretaria de Estado de la Unión Americana en Medio Oriente. Sobre el proteccionismo de Trump, Faber confirma que en efecto las restricciones al libre mercado son negativas, pero apeló a la necesidad de que el mundo encuentre una manera “más balanceada” de comercio global. Esto porque en su opinión, en lo que va del siglo, las naciones desarrolladas han estado declinando en favor de los mercados emergentes. Indicó que el mejor desempeño económico que estos han tenido con respecto a los desarrollados, es la prueba.

 

Pero la entrevista aporta elementos adicionales que vale la pena revisar.

 

Por ejemplo, Barton le preguntó su opinión acerca de las recientes palabras de la directora-gerente del FMI, Christine Lagarde, en el sentido de que la economía mundial “estaría peor” sin tasas de interés negativas. Faber respondió con risas, y aclaró que la excusa del “estaríamos peor” es con frecuencia usada por los neo-keynesianos al hablar de sus propuestas de política fiscal y monetaria. En realidad, asegura, no tienen pruebas para poder hacer esas declaraciones.

 

En vez de ello, considera que hubiese sido mejor que desde la primera crisis –la de 2000-, se hubiese dejado actuar a los mercados y que cayeran, pues ello habría evitado que se inflaran “colosales burbujas de crédito” que condujeron luego a una crisis peor: la de 2008-09.

Faber advirtió que el crédito sigue creciendo fuertemente y que el dinero se está usando para gasto improductivo y “transferencias” sociales, que están haciendo más grande el tamaño del gobierno, y con ello, sus perniciosas regulaciones.

 

Resaltó que es la primera vez en la historia mundial que se tienen tasas de interés negativas, y que este proceso de destrucción de capital “no va a terminar bien.” Contrario a lo que muchas analistas han sostenido respecto a que los bancos centrales “se están quedando sin municiones”, el “Dr. Doom” refirió que aún les quedan (malas) opciones como la de “arrojar dinero desde helicópteros”.

 

Esta política de “estímulo” consistiría en enviar a cada ciudadano por ejemplo, un cheque por 10 mil dólares, para que gaste y se “beneficie” la economía. Faber dice con acierto que esto sería como echar gasolina a un incendio, que al principio se expandiría, pero después con el agotamiento del combustible se necesitarán “otras dosis de dinero desde helicóptero”. Sentenció que una economía no puede crecer sólo arrojando dinero a la gente, y que a la larga el resultado será adverso.

 

En lugar de esas destructivas políticas de consumo, recomienda regresar a un sistema de mercado libre, al sistema capitalista, que no es el actual. El presente, criticó, es un sistema donde los bancos centrales, los principales manipuladores de los mercados, “se han convertido en una especie de mesías, y todo el mundo observa lo que hacen.”

 

Recomendó a los inversores entrar a Rusia y Brasil pues “las valuaciones han caído sustancialmente”, y al estar más baratos, su riesgo es menor y potencial mayor. No ve bien al mercado bursátil estadounidense por considerar que bajo cualquier medición, está sobrevalorado y con ello, su riesgo es mayor.

 

Faber reveló que mantiene posiciones largas en bonos del Tesoro estadounidense porque piensa –en concordancia con este espacio- que “la señorita Yellen también introducirá tasas negativas. No lo olviden, en 2009, ella dijo públicamente que si fuera posible introducirlas, votaría por eso.” De modo que Estados Unidos, tarde o temprano, terminaría siguiendo el destructivo camino de las tasas negativas, cuyas nocivas consecuencias ya hemos explicado en este espacio, y pronto, lo haremos de nuevo.

 

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