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Punto de inflexión

Dos de las herramientas más sencillas, pero más trascendentales en las finanzas son el soporte y la resistencia, siendo el núcleo del análisis chartista.


Comencemos hablando del primero. El soporte representa el nivel de precios por el que un determinado activo no cae. Desde la óptica práctica, es el punto en el que los inversionistas suelen abrir posiciones largas o bien, cerrar posiciones cortas.

Tomando como ejemplo el S&P 500, podemos observar que, de ver una reversión y considerando el nivel de cierre del viernes 20 de enero en las 3,972.61 unidades, podría establecerse en el rango de 3,800 y 3,840 puntos (rectángulo verde); sin embargo, podría llegar a caer hasta el rango de 3,600 y 3,660 puntos (rectángulo azul), de continuar la tendencia (Gráfica 1).


Por su parte, la resistencia refiere al nivel de precios en el cual el activo se debilita y pierde la fortaleza para continuar creciendo. Representa el punto en el que los inversionistas optan por cerrar posiciones largas o en su defecto, abrir posiciones cortas.

Ejemplificando el concepto, nuevamente, con el S&P 500, al considerar el nivel de cierre del 20 de enero, se está aproximando a tocar su primer nivel de resistencia, que comprende el rango de 4,000 y 4,110 puntos (rectángulo verde). De superar dicho rango, podría llegar a establecerse en el rango de 4,000 y 4,310 puntos (rectángulo azul), su segundo nivel de resistencia (Gráfica 2).

El análisis de soportes y resistencias es muy útil para establecer posibles niveles de entrada y de salida, basándonos en el comportamiento histórico del activo en cuestión.

Analicemos el comportamiento de una lista de activos financieros y no financieros haciendo uso de soportes y resistencias.


Analizando el URTH, el Fondo Cotizado en Bolsa (ETF, por sus siglas en inglés) que mejor representa el desempeño del mercado bursátil global, encontramos que, tras su último rebote, en los niveles de soporte de US$ 108.50 y US$ 110.10 (rectángulo verde), ya se sitúa en un nivel de resistencia relevante, en los niveles US$ 114.80 y US$ 115.80 (rectángulo rojo). No obstante lo anterior, de tener el impulso suficiente, podría llegar a niveles de US$ 119.80 y US$ 121.50 (rectángulo gris). Significando una revalorización porcentual desde el nivel de cierre del 20 de enero en US$ 114.56 del orden de 6.05% (Gráfica 3).


El S&P/BMV IPC, índice de referencia del mercado mexicano, prácticamente ya se encuentra tocando un nivel de resistencia importante, situándose entre el rango de 53,200 y 54,000 puntos (rectángulo rojo). Si llegase a superarlo, el siguiente nivel en el que podría establecerse sería su último máximo histórico, el nivel de 56,609.55 puntos (Gráfica 4).

En conclusión, considerando los techos, el margen de revalorización del índice se ha acotado; no obstante, si se toma en cuenta el contexto económico actual, existen catalizadores que podrían impulsarlo hacia el alza en el mediano plazo.


Como ya es sabido, el peso mexicano cedió medio punto porcentual frente al dólar estadounidense en la sesión semanal que comprendió del 16 al 20 de enero de 2023, luego de haberse revalorizado casi 2% una semana antes.  

Si bien es cierto que hubo acontecimientos que ocasionaron una mayor aversión al riesgo, como los testimonios de dos miembros de la FED en torno a la necesidad de continuar incrementando las tasas de interés, el par USDMXN tocó un nivel de soporte muy importante, en el rango de MXN$ 18.50 y MXN$ 18.70 (rectángulo verde).

De continuar su trayectoria resiliente, el siguiente piso es el rango de MXN$ 17.70 y MXN$ 17.90 (rectángulo azul). Por el contrario, el primer rebote se establecería en el techo de MXN$ 19.30 y MXN$ 19.60 (rectángulo rojo), de debilitarse (Gráfica 5).


Tomando en cuenta el GLD, el Fondo Cotizado en Bolsa que mejor representa el movimiento del oro, en su nivel del pasado 20 de enero en US$ 179.29, se acerca cada vez más a su nivel de resistencia, en los niveles de US$ 182.40 y US$ 185 (rectángulo rojo), muy cerca de su máximo histórico, US$ 193.89 (Gráfica 6).

Dado el escenario poco optimista sobre el porvenir de la economía, la cual, en el mejor de los casos, podría caer en una recesión leve, el oro se posiciona como uno de los activos no financieros más atractivos en los meses siguientes.

Es importante mencionar que, si bien el soporte y la resistencia, en cualquiera de sus modalidades, señalan niveles de acumulación y distribución de los precios, respectivamente, resulta imprescindible combinarlos con otras herramientas técnicas, asimismo que, los fundamentales podrían abrumarlos, impulsando a los precios por debajo o por encima de sus respectivos niveles de piso o techo, según corresponda.

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