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La Reserva Federal (FED) y las CBDCs: ¿el punto de inflexión en el desarrollo de su moneda digital?

El telón de un nuevo año ha sido levantado y, con ello, nuevas posturas por parte de los Bancos Centrales (BCs) en materia de CBDCs[1] han sido reveladas. Tras bambalinas, estos BCs han sostenido diversas conversaciones entre algunos de sus integrantes, así como pláticas con especialistas en las áreas de economía, finanzas y tecnología con el fin de ponderar, principalmente, los posibles escenarios, retos y oportunidades rumbo al desarrollo y la emisión de CBDCs en el futuro. En este sentido, los primeros comunicados que emiten los BCs con relación a este tema son, al final, la recopilación y la síntesis del cúmulo de ideas y opiniones cosechadas durante este proceso.
 
En el caso de los Estados Unidos de América (EUA), el documento publicado por la FED, en su página web, denominado “Money and Payments: The U.S. Dollar in the Age of Digital Transformation”[2] aborda diversos aspectos de las CBDCs y la opinión general de la FED al respecto: este paper, que vio la luz hace unos días, posiblemente es el punto de partida en el desarrollo de su moneda digital, y marca un hito en la historia del país y de la Reserva Federal. Como recordatorio, se distinguen tres etapas antes de introducir la CBDCs al plano real, conforme a lo observado recientemente: 1) investigación de las tecnologías disponibles, análisis económico y recursos requeridos para la construcción de esta moneda, 2) desarrollo y aplicación de pruebas en entornos controlados, y 3) implementación de pruebas piloto en algunos territorios. 
 
En este tenor, la FED, tácitamente, ha formalizado su interés a adentrarse en esta primera fase, al dar a conocer su análisis y comentarios acerca del estado actual de su sistema de pagos, de los activos digitales, y de las CBDCs, (Definición, oportunidades y riesgos a considerarse), y que es resultado de una investigación y debates internos. Sin embargo, el documento aún no señaliza un posicionamiento final en la creación su CBDC, y llevará la discusión a la esfera pública como un siguiente paso, a través de una consulta en su portal web: los participantes deberán contestar una serie de preguntas relacionadas con las CBDCs, divididas en dos secciones: 1) beneficios, riesgos y normativas, y 2) diseño de la moneda digital. En este sentido, el presidente de la FED, Jerome Powell, mencionó lo siguiente:
 
“Esperamos interactuar con el público, los representantes electos y una amplia gama de partes interesadas mientras examinamos los aspectos positivos y negativos de una moneda digital del banco central en los Estados Unidos de América"
 
Cabe aclarar que las partes interesadas son todas las entidades e individuos que utilizarán las criptomonedas o que serán afectadas por su emisión. Asimismo, este cuestionario no será el único recurso por emplearse, y también se llevarán a cabo foros públicos, y consultas a ciertos sectores económicos. Por tanto, se espera que los resultados de estos ejercicios sean publicados en los siguientes meses.
 
Específicamente, ¿Cuáles son las observaciones que ha hecho la FED con respecto a esta materia? En primer término, la definición de CBDC, que presenta, es casi similar a la del dinero, un pasivo del BC que es aceptado por el público en general, a excepción que es digital: como ya se ha mencionado en el artículo dedicado al dinero, no hay de por medio un depósito o un pool de activos que respalden su valor, sino lo hace la confianza de todos de que este BC responderá por su valor. Para la FED, la CDBC debe cumplir con cuatros características: 1) protección en la privacidad, que consiste en proteger los derechos de privacidad de los consumidores y desincentivar la actividad criminal, 2) intermediación, que facilite a los entes privados la operación, retención e intercambio de las CBDCs[3], 3) transferibilidad, que sostiene la capacidad de las CBDCs a ser transferidas entre productores, consumidores e intermediarios financieros, y 4) verificación, que verifique la identidad de los participantes y que permita detectar actividades ilícitas como el lavado de dinero.
 
Ahora, en términos de su uso, se pretende que los individuos, organismos públicos y entidades privadas utilicen las CBDCs para realizar sus transacciones económicas cotidianas de forma segura, como adquirir bienes y servicios, y que el gobierno recolecte impuestos o proporcione subsidios con esta moneda digital. Además, se buscará que las operaciones con CBDCs se lleven a cabo en tiempo real, que esta moneda sea un activo libre de riesgo, y que sea posible programar pagos en cierto tiempo. En contraparte, la FED señala que las criptomonedas están sujetas a una alta volatilidad, son difíciles de utilizar sin proveedores de servicios, consumen alta cantidad de energía[4], y exponen a los consumidores al robo y al fraude. Igualmente, la FED resalta que las stablecoins, criptomonedas cuyo valor están ligadas al valor de una moneda como el USD, requieren de una regulación bien diseñada para considerar como una alternativa viable de pago. Por tanto, se descarta la posibilidad de emplear criptomonedas y stablecoins como dinero virtual respaldado por el BC, fenómeno observado en otras naciones.
 
Con respecto a los beneficios de utilizar CBDCs, la FED cita 5 ventajas potenciales de su CBDC, que coadyuvarán en la operación de un nuevo sistema de pagos, y la circulación de un dinero virtual seguro y confiable. Primero, se espera satisfacer las necesidades y demandas de servicios de pagos en un entorno digital. En este sentido, su CBDC será de acceso a todo público, y libre de riesgo, para el usuario y el sistema financiero, en comparación a utilizar otros activos digitales. Asimismo, su dinero virtual permitirá una respuesta más rápida y eficiente ante los requerimientos y creciente popularidad de pagos por vías digitales. Segundo, se espera una mejora en los pagos transfronterizos. Actualmente, este tipo de pagos aún presentan dificultades, como la lenta liquidación de sus operaciones, tarifas elevadas y acceso limitado. Aunado a esto, las diversas regulaciones aplicables e infraestructura tecnológica son distintas en cada país, cuestiones que dificultan la operación transfronteriza. Con esto en mente, la FED aspira que estas particularidades se concilien, en conjunto con otros BCs, y existan normas e infraestructura similar para acelerar las liquidaciones entre diversos países. Tercero, se espera que su CBDC contribuya al papel hegemónico del dólar en la economía global, es decir, se preserve el dominio del dólar a nivel global. En este tema, si la operabilidad y funcionalidad de otras CBDCs es óptima, la CBDC estadounidense podría ser desplazada por otra(s) como moneda(s) de reserva(s) confiable(s). Cuarto, se espera una mayor inclusión financiera, en particular en hogares y comunidades vulnerables. En esta vía, expandir el acceso a individuos que no utilizan los servicios financieros tradicionales. Quinto, se espera brindar un dinero virtual seguro a todo público, y que sea reconocido como un medio de aceptación en establecimientos, al igual que el dinero físico. En EUA, la participación del dinero físico en las transacciones se redujo de 40% en 2012 a 19% en 2020: esta disminución podría motivar a los individuos a utilizar otros activos digitales como pago.
 
A contrapelo de lo anterior, la FED menciona 5 riesgos potenciales de su CBDC, que requieren de una mayor evaluación y una serie de propuestas para paliarlos. Primero, se esperan cambios en la estructura del sistema financiero, y cambios en los roles y responsabilidades de las entidades financieras y la FED. Como ya es conocido, el sistema bancario otorga créditos con base en los depósitos de los usuarios. Entonces, la CBDC se presentaría como un sustituto al deposito bancario, por lo que el nivel de crédito en la economía se vería afectado. Si a la CBDC se le adiciona un pago de interés por retenerla, existe el peligro de que los usuarios utilicen otros activos como medios de pago, como criptomonedas y stablecoins. Segundo, se espera que el sistema financiero se vea afectado en tiempos álgidos. En tal caso, una conversión masiva de depósitos bancarios en CBDCs en tiempos de crisis, puede ocasionar fallas en los sistemas financieros locales e internacionales[5]. Además, la escasez de depósitos bancarios conduciría a un encarecimiento significativo del crédito, y el impago se haría presente en un gran número de organismos privados y públicos. Tercero, se espera que la eficacia de la política monetaria sea distinta con la introducción de las CBDCs: la herramienta por excelencia, la tasa de interés tendría un impacto limitado en el nivel de reservas del sistema bancario. Además, la FED tendría que expandir su hoja de balance[6] para emitir un mayor número de CBDCs. Cuarto, se espera una mayor número de conflictos ligados a la privacidad del consumidor, y prevención de crímenes financieros. Quinto, se esperan desafíos relacionados con la ciberseguridad, ante un creciente número de amenazas y tácticas sofisticadas para vulnerar las infraestructuras tecnológicas. Y en dado caso de un evento, provocado o externo, que afecte esta infraestructura, se buscaría mantener la operación del sistema de pagos en un entorno fuera de linea, sin afectar a los usuarios de estas monedas digitales. En este tema, otros BCs, en etapas más avanzadas, continúan su investigación para determinar que tan posible es operar un entorno fuera de linea para las CBDCs.

Estrictamente, el paper de la FED aún no revela aspectos técnicos en el desarrollo de su CBDCs, como en el caso de otros países que ya se han abordado en publicaciones anteriores; algunos puntos presentados, empero, abonan a las expectativas de operación de las monedas digitales a escala local y global. Una contribución importante en este documento es el impacto de la emisión de una CBDC en el terreno económico, particularmente en la política monetaria, sistema bancario, ahorro y consumo de los agentes económicos. Otras preocupaciones abordadas por la FED son la preservación de dólar, en formato digital, como la moneda dominante a nivel mundial, y el establecimiento de normas e infraestructuras comunes, junto con otros países, en materia de operación transfronteriza de las diversas CBDCs. Finalmente, se hace evidente que los esfuerzos de la FED, tanto en el desarrollo de su moneda digital como en los recursos existentes, están encaminados hacia una mayor inclusión financiera y mejoras en su sistema de pagos.     

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https://www.rankia.mx/blog/cosmovision-economica/5185766-banco-central-francia-euro-lecciones-adicionales-desarrollo-moneda-digital
 
 
 

 
Notas a pie de página:

[1] Moneda Digital Emitida por el Banco Central, también conocida como CBDC.
[2] Traducido a “Dinero y Pagos: el dólar americano en la era de la transformación digital”.
[3] La ley de la Reserva Federal no permite el desarrollo propio de soluciones digitales para la operación de las CBDCs o, en otras palabras, permite la creación de carteras digitales o cuentas virtuales a entidades ajenas.
[4] Para mayor detalle, consultar: https://www.downtoearth.org.in/blog/environment/as-cryptocurrency-becomes-mainstream-its-carbon-footprint-can-t-be-ignored-81118
[5] Un caso conocido, el patrón oro. La conversión de dólares en unidades de oro, que pusieron en jaque al sistema financiero hace casi un siglo aproximadamente.
[6] Para que el Banco Central emita una mayor cantidad de dinero (pasivo), requiere expandir sus activos, principalmente reflejados en bonos gubernamentales, expansión cuantitativa por la adquisición de valores privados, y préstamos al sistema bancario. Este fenómeno otorga mayor liquidez a los mercados.
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