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La e-krona y el Banco Central de Suecia. Lecciones sobre el desarrollo de una moneda digital.

La economía global se perfila hacia el uso de monedas digitales misceláneas, conocidas como Monedas Digitales emitidas por el Banco Central o CBDCs por sus siglas en inglés, en el marco de una sociedad que no emplee dinero físico. En realidad, gran parte de estas formulaciones son de carácter especulativo, ya que sólo hemos presenciado algunas pinceladas de lo que sería esta sociedad, y se espera que estas monedas digitales aún no sustituyan al dinero físico en los primeros años de su circulación: únicamente Bahamas ha formalizado la implementación de CBDCs en su economía. En el caso de China, el proyecto de su CBDCs ya está en la fase de pruebas piloto en seis ciudades y se espera que se publiquen los resultados de esta etapa final en los próximos meses. Ahora, un tercer país aparece en el mapa como uno de los primeros países a desarrollar e introducir su CBDCs: Suecia.
 
Hace unos días, el Banco Central de Suecia (BCS), el Sveriges Riksbank[1], mencionó en un comunicado que participará con el banco comercial más grande del país, Handelsbanken, para comenzar las pruebas con participantes externos en un entorno controlado: esto representa que se harán diversos ensayos con la e-krona, CBDC sueca, en donde colaborarán los bancos comerciales, usuarios finales, y el BCS, con el fin de observar cómo funcionaría su dinero digital en transacciones cotidianas. Esta sinergia forma parte de la segunda etapa de pruebas, y es probable que la conclusión del proyecto sea en cinco años, de acuerdo con declaraciones del gobernador del BCS, Stefan Ingves. El Handelsbanken ha mencionado en un comunicado reciente que:
 
“El proyecto representa la oportunidad de participar en lo que sería una de las primeras monedas digitales respaldadas por el Banco Central en el mundo disponibles al público”
 
¿Qué puntos serán estudiados durante la segunda etapa de pruebas de su CBDC, en colaboración con los bancos comerciales1) desarrollar funciones y capacidades para emplear el dinero digital fuera de línea, 2) almacenar el dinero de diferentes maneras, aparte de una cartera digital, 3) escalar las transacciones a nivel minorista, 4) crear soluciones sencillas e intuitivas para realizar pagos por parte del usuario final, 5) integrar los pagos digitales a plataformas físicas.  Por el momento, se vislumbra que estos experimentos no contemplarán algunos aspectos importantes relacionados con política monetaria ni transaccionalidad a nivel internacional. 
 
En retrospectiva, el Banco Central de Suecia presentó los resultados de su primera etapa de pruebas o fase uno de la e-krona, basada en un entorno simulado, en abril de 2021. En este sentido, la parte medular de esta fase se basó en determinar la forma que tomaría su CBDC y cómo se usaría por el público en general en un plano simulado. En primera instancia, la plataforma virtual donde operaría la e-krona sería la plataforma Corda, desarrollada por el centro de investigación R3 y que se basa en blockchain[2]: en este caso, los movimientos se registran en las bases de datos de los participantes que intervienen en una transacción, en vez de una base de datos central, y el BCS determina cuáles instituciones financieras se puede unir a esta red privada, por medio de las cuales los inidviduos podrán realizar transacciones con CBDCs. En segundo término, la CBDC toma la forma de un token, que es una unidad de valor digital que contiene información sobre su cantidad de unidades así como datos sobre su respaldo por el BCS. Las e-krona son almacenadas en una cartera digital que está comunicada con la plataforma Corda, y es indispensable que los participantes estén conectados a ella para efectuar transacciones. Cuando ocurren estas actividades, el token de quién paga se registra como usado (cambia de "forma", token a registro) y, a su vez, un nuevo token es creado y recibido para aquel que recibe el pago. Finalmente, la seguridad y confianza como medio de pago similar al efectivo se funda en validar la autenticidad: en este caso, se valida en la base de datos de los participantes que el e-krona no haya sido utilizado[3] y, por ende, se encuentre disponible para efectuar la transacción. 
 
A contrapelo de lo visto previamente, los resultados de la fase uno mostraron algunas limitaciones y ciertos puntos que requieren un abordaje a profundidad, con el fin de operar en un entorno más complejo. Primero, es necesario probar el procesamiento de pagos minoristas a gran escala (escalabilidad), específicamente validar que el BCS haya emitido el token y éste no haya sido utilizado: esto requiere un alto nivel de desempeño en el procesamiento y uso intensivo de información. Segundo, no se ha probado el entorno fuera de línea[4], donde no se requiera conectar a la plataforma digital para validar y efectuar movimientos y, por lo tanto, todavía no existen las condiciones de seguridad para garantizar estos movimientos. Tercero, la política monetaria con e-krona[5] se complicaría cuando la tasa de referencia fuese negativa, lo cual crearía conflictos en la creación/registro de tokens que las instituciones bancarias pagarían al BCS por depositarle sus recursos. Cuarto, aún falta trabajar en medidas que protejan la información personal relacionada con el historial de las transacciones y la identidad de los participantes en la plataforma.
 
Ahora, ¿Cuál es el factor más importante que ha influido en la posible emisión de una CBDC por parte del BCS? Como en el caso de Japón, la participación de los medios de pago digitales en el total de las transacciones ha aumentado en los últimos años, incluso tomando la delantera con respecto a otras naciones desarrolladas como Estados Unidos y Alemania. De acuerdo con el BCS, el 9% de los suecos utilizaron efectivo en sus últimas compras en 2020 vs el 37% registrado hace 10 años, y la cantidad de dinero en billetes y monedas en circulación se contrajo en un 40% desde 2009 hasta la fecha. Aunado a esto, un estudio realizado por Visa en 2016 arrojó que los suecos utilizaban 3 veces más sus tarjetas de débito en comparación con otros países europeos. Además, un reporte del Real Instituto de Tecnología de Estocolmo mencionó que dos tercios de los comercios totales dejarán de aceptar dinero físico para 2030. En respuesta a la creciente preferencia de los consumidores suecos por el uso de medios digitales para efectuar transacciones, el BCS se propuso el desarrollo de una CBDCs, que funcionen en paralelo con las tecnologías digitales ya existentes con el fin de atender las necesidades de pagos digitales de los agentes económicos.
 
En resumen, el BCS ha presentado avances notorios, aunque incompletos, en el desarrollo de su CBDC durante los últimos años. En este sentido, el Riksbank concluyó con su primera etapa de pruebas en abril de 2021, cuyo propósito fue concebir el entorno bajo el cual funcionaría la e-krona, abordando principalmente su forma y su uso. Sin embargo, existen ciertas limitaciones y cuestionamientos que serán estudiados durante la segunda etapa, cuando los ensayos se trasladen a un entorno real, contando con la participación de los bancos comerciales y algunos usuarios finales. Sin duda, el BCS encabeza junto con un puñado de naciones la carrera hacia la emisión de su CBDC, y deja lecciones y reflexiones a otros Bancos Centrales rumbo al estudio/ensayos de sus monedas digitales. Por el momento, la sociedad cashless aun cae en un terreno ucrónico, donde aún no hay certeza sobre lo que ocurrirá en años venideros.
 
CBDC
Criptomonedas
 
Emitidas exclusivamente por el Banco Central. Se controla la cantidad emitida.
 
No interviene el Banco Central en su emisión. Existe/no existe un tope en la cantidad máxima emitida.
 
Respaldadas por el Banco Central. Confianza por responder por su valor. 
 
 
Respaldadas por la red de usuarios. Consenso de los usuarios por utilizarlos. Reserva de activos, como Diem.
 
 
Diseñadas exclusivamente para transacciones en plataformas digitales, y sin valor de inversión.
 
Generadas por medio de mining/staking. Activos con valor de inversión. 
 
Comenzando con propósito general, o aceptadas como forma de pago por todos los individuos y entidades económicas. 
 
 
No comienza con propósito general, cada vez más individuos y entidades económicas lo acepta como forma de pago.
 
 
No anonimato. Vinculado a una cuenta bancaria, donde se recuperan datos personales.
 
Anonimato. No se recuperan datos personales.
                                                      Fuente: Elaboración propia 


Referencias:
 

Notas a píe de página:

[1] Es el Banco Central más antiguo del mundo. Suecia forma parte de la Unión Europea pero no ha adoptado al euro como su moneda. La krona es la moneda oficial de Suecia, y está respaldada por su Banco Central.
[2] Se registran los movimientos entre individuos y se cierra/abre cada uno de estos movimientos en firmas criptográficas, llamadas hash. Estos registros se encuentran en bloques y van formando una cadena. Cuando se abre con la firma criptográfica, se valida que los registros no han sido manipulados.
[3] Cada vez que se realiza una transacción, los nodos de los participantes se comunican con el nodo de la plataforma del BCS, llamado notary node, para verificar su validez, y autorizar el movimiento.
[4] Conocido como Offline. Uno de los principales retos de los CBDC es la capacidad de uso en un entorno no conectado a red, donde el dinero sea valido y sea seguro de utilizar.
[5] Desarrollar y emparejar los instrumentos de política monetaria para que tengan influencia sobre la cantidad de dinero digital disponible en la economía.
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