Conocemos a la economía como la ciencia que estudia los recursos, la riqueza, la producción, el consumo, los bienes y servicios, con la finalidad de satisfacer las necesidades humanas. La economía es tan fascinante porque se interrelaciona con muchas otras ciencias, realmente se encuentra presente en cualquier aspecto de la vida diaria.
¿Qué es la Econofísica?
Para inaugurar este blog quiero hablar sobre un tema no tan conocido pero muy interesante: la Econofísica.
La econofísica busca combinar matemáticas, finanzas, física y economía. La idea es aplicar métodos utilizados por físicos para resolver algunos problemas económicos.
Un ejemplo de lo anterior es Daniel Bernoulli, un físico suizo que afirmó que las decisiones de los individuos no surgen sólo de las probabilidades y utilizó el concepto de “utilidad” para explicar las preferencias de las personas.
Otro es el caso de Irving Fisher, quien diseñó un aparato hidráulico para simbolizar los flujos en la economía. En este modelo, cualquier elemento dependería de todos los demás, permitía representar los factores que daban lugar a los precios y cómo esto modificaba las elecciones de compra de los consumidores.
Sin duda, la econofísica ha estado presente desde hace mucho tiempo, pero se popularizó en 1990 con el economista Brian Arthur y su problema del bar “El Farol”, que aborda la incertirumbre a la que se enfrentan los consumidores de asistir a un bar sin saber qué tan concurrido estará.
Como tal, sabemos que ningún modelo es exacto pero son una buena representación de la realidad y pueden ayudarnos a responder algunas incógnitas. No existe ley que limite la forma en la que se encuentran soluciones y la creatividad juega un papel muy importante para hacer hallazgos innovadores.
El mundo cambia constantemente y, con ello, la realidad, por lo que es preciso que los modelos se ajusten a estos cambios y revolucionen hasta acercarse un cada vez más a la resolución.
La econofísica no busca ser un sustituto de la econometría para dar explicaciones, sino una alternativa que nos ofrezca otro enfoque que pueda enriquecer aún más la forma en la que entendemos la economía. Hay muchas formas de encontrar respuestas, a veces sólo hace falta cambiar el cristal desde el que se mira.