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Las energías limpias no existen, dejen de llamarlas así

Las energías limpias no existen, dejen de llamarlas así

La utilización de las frases o conceptos “energías limpias”, “energías renovables” o (peor aún) referirse a ellas como “nuevas fuentes de energía” son una falacia porque estas maneras de producir energía ni son nuevas, tampoco son limpias como se piensa y también traen problemas medioambientales que muchos de sus defensores ignoran.
 
En la década de 1950 comenzó a explorarse la energía eólica y solar para producir electricidad. En esa época fue cuando se les comenzó a llamar fuentes “limpias” porque durante su operación y como una novedad estaban libres de cenizas y humo.
 
Pasaron los años y la crisis en los precios del petróleo de la década de 1970 impulsó el desarrollo de la industria eléctrica solar y eólica como una alternativa al uso de combustibles fósiles, y justamente su mayor difusión generó que se estudiaran más a fondo y para la década de 1980 ya se tenía documentado su impacto sobre el medio ambiente, de modo que hoy en día se sabe que también son formas de producción energética contaminante. No existe en el mundo energía limpia, pues todas las formas de producción energética tienen impacto directo o indirecto en el medio ambiente.

 

Actualmente en México muchos de los argumentos utilizados para rechazar la reforma a la Ley de la Industria Eléctrica (LIE) del presidente López Obrador se centran en asegurar que la propuesta del ejecutivo va en contra de un medio ambiente sano, “limita el aprovechamiento de las energías limpias” y “provocará daño y deterioro ambiental”, estos planteamientos son equivocados y solo demuestran un desconocimiento total sobre el tema.
 
Los riesgos y los impactos ambientales que produce la energía eólica y solar comenzaron a advertirse desde la década de 1980, con el paso de los años las investigaciones han documentado y desmitificado que no son energías limpias.
 
La Administración de Información Energética del gobierno de Estados Unidos tiene muy presente y estudiado este tema, poseen estudios que documentan bien los riesgos a la salud y al medio ambiente producidos por esta industria. En este país hay reportes, manuales y documentos que advierten y clasifican los problemas ambientales potenciales de esta industria, por ello allá hay límites para la construcción de plantas generadoras de electricidad a partir del viento y el sol. 
 
La obtención de insumos y diversos elementos necesarios para la construcción de parques de energía solar y eólica, como los metales, plásticos, fotoceldas, vidrios, espejos y muchas otras cosas demandan gran cantidad de energía que es necesaria para transformar las materias primas en los componentes que requiere esta industria, además para su manufactura se utiliza bastante combustible de origen fósil.
 

Problemas medioambientales que crea la energía eólica

Algunos de los problemas medioambientales documentados que crea la energía eólica son:
  • Contaminación visual del paisaje.
  • Aunque es raro que suceda, los aerogeneradores pueden incendiarse o tener fugas de lubricantes (que son contaminantes también).
  • Generan contaminación por ruido.
  • Matan aves y otros animales voladores.
  • Para producir los componentes de las turbinas se impacta al medio ambiente porque se queman combustibles.
  • Algunos de los químicos usados en esta industria son tóxicos.
  • Básicamente los aerogeneradores están hechos de acero (en la parte de los tubos) mezclado con fibra de carbono o fibra de vidrio; mientras que las aspas están elaboradas de un tipo de resina derivada de hidrocarburos.
  • Generan interferencia electromagnética.
  • La construcción de parques eólicos impacta en los bosques.
  • Daña el uso de suelo.
  • Crean conflicto con áreas naturales.
  • La vida útil de una torre que produce energía eólica no es mayor a 25 años.
 
 

Problemas medioambientales que crea la energía solar

La contaminación que producen los paneles solares es indirecta, se trata de una consecuencia de su puesta en marcha. Los daños están más asociados con otros segmentos económicos relacionados con la producción de los convertidores de energía que utiliza esta industria. Los paneles solares contaminan de la siguiente forma:
  • Para extraer los materiales y luego transformarlos en los componentes necesarios, se requiere quemar combustibles. Hay estudios e investigaciones que aseguran que un crecimiento exponencial de esta industria significaría generar el mismo nivel de contaminación que produce la quema de combustibles fósiles.
  • Las celdas fotovoltaicas tienen consecuencias en la salud como silicosis y toxicidad.
  • Los materiales utilizados para la fabricación de paneles solares representan riesgos cancerígenos por el uso de silicio, sulfuro de cadmio y el arseniuro de galio.
  • Para crear energía solar suficiente se requieren extensas superficies de terreno y así captar suficiente radiación solar que no sea débil y difusa.
  • Los acumuladores o baterías deben ser manejados adecuadamente porque contienen plomo y ácido sulfúrico.
  • Para fabricar las celdas se necesita transformar un mineral llamado óxido de silicio en silicio de muy alta pureza y ello requiere grandes cantidades de energía.
  • Peor aún: las celdas extra delgadas producen cantidades importantes de residuos de silicio.
  • Para enfriar los circuitos de vapor de los sistemas termosolares se requieren cantidades importantes de agua.
  • Los paneles fotovoltaicos necesitan dióxido de silicio, carbonato de sodio, caliza, aluminio, plástico.  Algunos de los componentes utilizados en la fabricación de estos paneles generan toxicidad al momento de terminar su vida útil. 
  • Las celdas necesitan silicio monocristalino o policristalino, arseniuro de galio, diseleniuro de indio, cobre y telurio de cadmio, materiales igualmente tóxicos y contaminantes.
  • Los soportes son de acero y concreto con una vida útil no mayor a 25 años.
  • Mientras que la vida útil de una planta termosolar no supera los 40 años..
 
Con todo lo mencionado anteriormente, un adecuado plan de construcción de las mal llamadas plantas de “energías limpias” debe contemplar una cuidadosa y específica evaluación del terreno, además de considerar seriamente el manejo y reciclaje de los componentes. 
 
Dejemos de utilizar el concepto “energías limpias” y “nuevas formas de energía” porque ni son inventos nuevos y también contaminan, lo cual ya se sabe desde la década de 1980, además que se difunde información falsa que no permite su correcta implementación. Si se masifica esta manera de generar energía ¿qué tan limpia resultaría?
 
Además, si en términos económicos consideramos la energía necesaria para producir energía (es decir la tasa de retorno o la energía requerida para producir un bien o servicio) nos podremos dar cuenta que invertir en la generación de energía solar y eólica aún es muy costoso y el retorno de inversión es en tiempos muy prolongados, además que al producir energía solar se genera casi la misma contaminación que con las actuales fuentes de producción en México, entonces ¿qué caso tendría desarrollar esta industria en nuestro país si en términos ambientales y económicos es casi lo mismo a lo que usamos actualmente?
 
 
 

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