Ha respondido al tema Voy a hacer una perrería y lo anuncio antes
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Con franqueza, y sin ánimo de ofender a nadie, resulta un tanto chocante que en estos tiempos turbulentos de quiebras, fusiones y despidos en la banca / cajitas aún queden empleados que piensan que el banco es suyo.
Me he encontrado con empleados de banca mejores y peores, y entre éstos últimos la constante es constatar que piensan que el dinero de su entidad realmente es de ellos.
Como cliente de banca: Al cajero, ejecutivo, etc... de un banco o cajita que es correcto y hace mínimamente bien su trabajo (me ofrece lo que realmente me interesa, es capaz de ceder si yo cedo, etc...), a ese se le trata como a un señor y se le agradece su buen hacer cuando es menester. Al perdonavidas que se piensa que el dinero de la entidad le pertenece, a ese se le trata también como a un señor, pero con una serie de particularidades que enunciaré más adelante.
Considero asumible la opción de "hacer una perrería" por parte de un trabajador de banca, tanto como las alternativas de que dispone el cliente para responder (hay unas cuantas, muchas de ellas súmamente molestas).
El exceso de celo en la práctica bancaria, también se paga con "perrerías".
Dudo mucho que un banco haga algo por un cliente por mero altruismo. Algún beneficio esperaba sacar. Quizás al defraudar el cliente las espectativas del banco, el empleado se lo toma como algo personal. Y no lo es, son solo negocios.
En esto estamos para ganar dinero... todos (cliente y banco). Si el banco gana dinero el empleado también seguirá ganándolo, a no ser que una fusión, quiebra o terremoto se lleve su puesto por delante... En tal caso, tanto celo, al final ¿no resultará haber sido una tremenda estupidez?
El empleado de banca puede reirse con la "venganza" tramada, también cuando la ejecute; pero bien debe saber a estas alturas de su trayectoria que un cliente encabronado -perdonen la expresión- puede dar mucho que hacer, y -una vez desenterrada el hacha de guerra- deberá extremar su celo para no equivocarse en lo sucesivo, porque para empezar:
http://www.consumcat.net/publicacions/Docs/bancos.pdf
http://dialnet.unirioja.es/servlet/a...5609&info=link
Y si el cliente es de cierta condición que todos darán por hecho cuál es, no les perderá de vista.
Y, para finalizar, también existen otros métodos menos ortodoxos y reglamentados como son, por mencionar algunos que he presenciado:
Pedir al menor incidente, cuando proceda, la hoja de reclamaciones: la del ayuntamiento y también la del defensor del cliente o el departamento correspondiente de la entidad.
Solicitar sin previo aviso importes grandes en ventanilla (más de 3000 €) y, ante la negativa inicial, telefonear a la policía ("no me quieren dar mi dinero" (risas en la cola)) y de paso pedir hoja de reclamación para mantenerse ocupado mientras viene la patrulla.
He visto a clientes no usar el cajero automático para reintegros de escasa cuantía, alegando no entender su funcionamiento o, incluso en un caso, decir a viva voz que su cajero entrega menos dinero del que descuenta (seguro que era mentira pero como dice el refrán "difama, que siempre algo queda").
No perder de vista el tratamiento de los datos personales.
Mirar con lupa comisiones, tarjetas no solicitadas, tarjetas activadas sin autorización del cliente.... y reclamar, siempre reclamar.
Dejar cuentas a cero todos los meses, pasando por caja y haciendo que reintegren hasta el último céntimo. Si fuere menester un ingreso, también en moneda menuda.
Dejando de lado tantas niñerías, para concluir: "la perrería" será tal mientras se sustente en las circunstancias que permiten que ésta sea posible. Estas circunstancias pueden cambiar en forma de nueva ley hipotecaria, "ilegalización" de cláusulas suelo, despido o caída en desgracia del empleado juscticiero, etcétera... Tengan la certeza de que, entonces, la parejita de clientes reirán, los últimos, pero a mandíbula batiente.
P.D. El empleado de banca "cabroncete" es mi preferido, a éste no me duele defraudarlo o lo que se tercie. Para los buenos negocios, tengo a aquellas entidades donde se me trata correctamente y no se me trata de vender HUMO.