Este año 2022 se ha caracterizado por la volatilidad en los mercados accionarios, hemos sido testigos del peor inicio de año en mucho tiempo, y a su vez hemos visto resultados positivos hacia finales de marzo, pero los factores de riesgo que se han vislumbrado desde hace varias semanas siguen latentes tales como, el conflicto geopolítico entre Rusia y Ucrania y como consecuencia mayores presiones inflacionarias, una política monetaria más agresiva por parte de la FED seguida por Banxico y otros bancos centrales lo que puede frenar a una frágil recuperación económica global, y además la curva de rendimientos invertida en Estados Unidos.
En virtud de lo anterior, en esta ocasión vamos a platicar de la incertidumbre que generan estos hechos y la volatilidad que provocan en los mercados.
Volatilidad en los mercados ¿Hasta cuando?
Fuente: www.investing.com
De acuerdo con datos recientes, los países de la Eurozona han reportado tasas de inflación que oscilan entre el 6% al 10%, y los Bancos Centrales se están preparando para hacer lo necesario para cumplir con su mandato de proteger el poder adquisitivo de la población y a la economía de tales peligros inflacionarios. Por ejemplo, la FED (Reserva Federal de Estados Unidos por sus siglas en inglés) en 2008 para contrarrestar las consecuencias de la crisis financiera en su función de Banco Central incrementó sus activos de 1 a más de 2 trillones de U.S. Dólares, posteriormente en medio de una nueva crisis, ahora por la pandemia de Covid-19, éstos activos alcanzaron los 9 trillones de U.S. Dólares.
En este contexto, los Estados Unidos reportaron una tasa de inflación de 8.5% el pasado mes de marzo. Como consecuencia de lo anterior, el componente inflacionario ha sido el factor conductor detrás del incremento de los rendimientos de los bonos del tesoro de E.E.U.U. a 10 años desde marzo de 2020, pero los rendimientos reales se han mantenido en un nivel estable entre -0.5% y -1% durante los pasados dos años, aunque las expectativas de inflación se han incrementado desde la invasión de Rusia a Ucrania, lo que en un horizonte de 10 años se equipara con una pérdida del poder adquisitivo de 6%.
En virtud de lo anterior, en esta ocasión vamos a platicar de la incertidumbre que generan estos hechos y la volatilidad que provocan en los mercados.
Volatilidad en los mercados ¿Hasta cuando?
De acuerdo con datos recientes, los países de la Eurozona han reportado tasas de inflación que oscilan entre el 6% al 10%, y los Bancos Centrales se están preparando para hacer lo necesario para cumplir con su mandato de proteger el poder adquisitivo de la población y a la economía de tales peligros inflacionarios. Por ejemplo, la FED (Reserva Federal de Estados Unidos por sus siglas en inglés) en 2008 para contrarrestar las consecuencias de la crisis financiera en su función de Banco Central incrementó sus activos de 1 a más de 2 trillones de U.S. Dólares, posteriormente en medio de una nueva crisis, ahora por la pandemia de Covid-19, éstos activos alcanzaron los 9 trillones de U.S. Dólares.
En este contexto, los Estados Unidos reportaron una tasa de inflación de 8.5% el pasado mes de marzo. Como consecuencia de lo anterior, el componente inflacionario ha sido el factor conductor detrás del incremento de los rendimientos de los bonos del tesoro de E.E.U.U. a 10 años desde marzo de 2020, pero los rendimientos reales se han mantenido en un nivel estable entre -0.5% y -1% durante los pasados dos años, aunque las expectativas de inflación se han incrementado desde la invasión de Rusia a Ucrania, lo que en un horizonte de 10 años se equipara con una pérdida del poder adquisitivo de 6%.
El mercado de deuda no se ha estabilizado, la curva de rendimientos se ha invertido, es decir, los rendimientos de los títulos con vencimiento a dos años han superado a los de diez años, debido a la expectativa de que la FED logre controlar la inflación, situación que en el caso de no presentarse generará desconfianza en los inversionistas lo que podría reestablecer la diferencia, asimismo, aún está por verse que sucede en el caso de que la FED decida realizar aumentos más agresivos en su tasa de referencia.
Por otra parte, es sorpresiva la neutralidad mostrada por el mercado de valores, el S&P 500 por ejemplo cerró marzo con ganancias que lo posicionan arriba del nivel que tenía cuando comenzó la guerra.
Durante dos años se ha venido comentando que las valuaciones de los activos se van a someter a presión a medida que los bonos del tesoro de E.E.U.U. a 10 años alcancen el 2%, lo cual desde la perspectiva de un gestor de portafolio, el incremento o incluso los rendimientos positivos significa que los bonos se vuelven más atractivos, por el contrario los accionistas se sienten satisfechos con los rendimientos reales negativos porque significa que la mejor alternativa es invertir en acciones.
Durante dos años se ha venido comentando que las valuaciones de los activos se van a someter a presión a medida que los bonos del tesoro de E.E.U.U. a 10 años alcancen el 2%, lo cual desde la perspectiva de un gestor de portafolio, el incremento o incluso los rendimientos positivos significa que los bonos se vuelven más atractivos, por el contrario los accionistas se sienten satisfechos con los rendimientos reales negativos porque significa que la mejor alternativa es invertir en acciones.
Pero, visto desde otra perspectiva ¿los rendimientos nominales más altos conducidos por expectativas inflacionarias son realmente buenos para los accionistas?
Si bien es cierto que un modelo de valuación que descuenta las ganancias tendría el mismo resultado en el precio si los ingresos y costos de la compañía se mantienen en línea con la inflación, sin embargo, las cosas se complican cuando la inflación toma dimensiones que vuelven la planeación financiera más difícil, por lo tanto, esta incertidumbre debería de reflejarse en descuentos de riesgo más altos, pero hasta el momento hay pocas señales de esto en el mercado de valores, quizá porque los inversionistas creen que las compañías podrían continuar aumentando sus precios más que sus costos durante más tiempo.
Por tal motivo, la atención en los reportes corporativos que están próximos a publicarse debe centrarse en los pronósticos de las compañías en relación a la fortaleza de sus ventas, la rotación y manejo de inventarios, las presiones en sus costos de producción, y su capacidad para ajustar sus precios, con lo cual se realza la volatilidad hacia el segundo trimestre del año.
Si bien es cierto que un modelo de valuación que descuenta las ganancias tendría el mismo resultado en el precio si los ingresos y costos de la compañía se mantienen en línea con la inflación, sin embargo, las cosas se complican cuando la inflación toma dimensiones que vuelven la planeación financiera más difícil, por lo tanto, esta incertidumbre debería de reflejarse en descuentos de riesgo más altos, pero hasta el momento hay pocas señales de esto en el mercado de valores, quizá porque los inversionistas creen que las compañías podrían continuar aumentando sus precios más que sus costos durante más tiempo.
Por tal motivo, la atención en los reportes corporativos que están próximos a publicarse debe centrarse en los pronósticos de las compañías en relación a la fortaleza de sus ventas, la rotación y manejo de inventarios, las presiones en sus costos de producción, y su capacidad para ajustar sus precios, con lo cual se realza la volatilidad hacia el segundo trimestre del año.
La tarea de pronosticar la inflación no es fácil, y menos para los inversionistas de bonos en los últimos años con las compras masivas de títulos por parte de los bancos centrales distorsionando los precios, aunque es justo mencionar que la mayoría de los participantes del mercado están batallando con los pronósticos de inflación actualmente.
En este sentido, también se contemplan ajustes a la baja en las estimaciones de crecimiento económico lo cual afectará los resultados de las compañías, las cuales esperaban que se mantuviera el camino hacia la recuperación económica y la normalización de procesos tales como los de las cadenas de suministro, lo que estaba afectando su rentabilidad y que ha tenido como resultado una menor expectativa de los mercados para el cierre de 2022 donde se prevén rendimientos marginales y posiblemente unas disminuciones leves con respecto a 2021.
Adicionalmente, si la FED adopta una postura más agresiva para combatir a una inflación que se agrava, y la cual está presionando los precios de los hidrocarburos y materias primas a causa del conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, en donde dicho sea de paso que las negociaciones no han mostrado avance, la incertidumbre se incrementaría en cuanto a la duración y la dimensión del daño a la economía global por la importancia de estos dos países como productores de materias primas. Esta decisión de la FED afectaría a las valuaciones de los activos en el mercado, lo que significa reducir la expectativa para la renta variable para el final de 2022, aunque se espera que esta corrección no sea tan enérgica ni tan extensa como para disipar las ganancias de los años anteriores.
Adicionalmente, si la FED adopta una postura más agresiva para combatir a una inflación que se agrava, y la cual está presionando los precios de los hidrocarburos y materias primas a causa del conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, en donde dicho sea de paso que las negociaciones no han mostrado avance, la incertidumbre se incrementaría en cuanto a la duración y la dimensión del daño a la economía global por la importancia de estos dos países como productores de materias primas. Esta decisión de la FED afectaría a las valuaciones de los activos en el mercado, lo que significa reducir la expectativa para la renta variable para el final de 2022, aunque se espera que esta corrección no sea tan enérgica ni tan extensa como para disipar las ganancias de los años anteriores.
Como resultado de todo lo anterior, consideramos que la poca claridad en el panorama continuará impulsando la incertidumbre de los participantes del mercado y por ende la volatilidad del mismo durante el segundo trimestre de este año, lo cual no necesariamente significa que el mercado de capitales pierda valor y atractivo, ya que como se ha mencionado en reiteradas ocasiones, si se tiene un horizonte de inversión a largo plazo, un objetivo bien definido, se es paciente y disciplinado, y se cuenta con un portafolio debidamente diversificado, entonces los resultados adversos en nuestras inversiones serán menores en tiempos de turbulencia y se podrán superar en el largo plazo.
Aunque el panorama actual amerita operar con la debida cautela, buscando sectores, activos o bonos a los que les pudiera favorecer este escenario de altas tasas de interés e inflación, se visualiza atractiva la oportunidad de colocar posiciones en firmas que ofrecen pago de dividendos, siendo ésta una interesante estrategia defensiva ante la volatilidad del mercado, un buen ejemplo puede ser AT&T INC que paga el 8.8% de dividendos a 12 meses1.
Fuente: www.investing.com
En ese mismo sentido, las empresas de ciberseguridad muestran un potencial de crecimiento debido a la aceleración digital de hoy en día. También es importante considerar posiciones en emisoras que muestran fundamentales sólidos y valuaciones atractivas. Asimismo, se encuentran sectores como el de la salud que combinan estabilidad cíclica con dinámica de crecimiento en el entorno global actual que todavía no termina de superar la crisis sanitaria, que muestra valuaciones razonables y contribuye vigorosamente a los objetivos de sustentabilidad de la ONU.
Fuente: www.investing.com
Finalmente, tomando en consideración el panorama actual se recomienda ser cuidadoso de priorizar la liquidez, por lo que bonos de largo plazo no son recomendables, por lo cual, con una correcta selección de activos, este escenario puede ser un atractivo nivel de entrada al mercado, al contrario de cuando los principales índices mostraban una evolución acelerada de forma vertical.
1_/ https://www.actinver.com
En ese mismo sentido, las empresas de ciberseguridad muestran un potencial de crecimiento debido a la aceleración digital de hoy en día. También es importante considerar posiciones en emisoras que muestran fundamentales sólidos y valuaciones atractivas. Asimismo, se encuentran sectores como el de la salud que combinan estabilidad cíclica con dinámica de crecimiento en el entorno global actual que todavía no termina de superar la crisis sanitaria, que muestra valuaciones razonables y contribuye vigorosamente a los objetivos de sustentabilidad de la ONU.
Finalmente, tomando en consideración el panorama actual se recomienda ser cuidadoso de priorizar la liquidez, por lo que bonos de largo plazo no son recomendables, por lo cual, con una correcta selección de activos, este escenario puede ser un atractivo nivel de entrada al mercado, al contrario de cuando los principales índices mostraban una evolución acelerada de forma vertical.
1_/ https://www.actinver.com