Acceder
¡Bienvenido a Rankia México! Volver a Rankia Argentina

El techo de deuda estadounidense: ¿una debacle aplazada?

¿Qué ocurrió con el problema de techo de deuda y un probable escenario de incumplimiento de pago de sus obligaciones de bonos? Una crónica anunciada: las partes involucradas no dejarían que esta situación se materializara y se haría lo necesario para evitar una catástrofe en los mercados financieros y economías mundiales.

Como se planteó en el artículo anterior, existen diversos caminos para atender estas “crisis” y, en esta ocasión, se acordó suspender el techo de deuda hasta el primero de enero del 2025: el Congreso llegó a un consenso, formuló y aprobó un Fiscal Responsibility Act of 2023 – Ley de Responsabilidad Fiscal 2023- el jueves pasado, mientras que el presidente Joe Biden lo firmó el sábado.
 
¿Y esto que implica? Primero y más importante, como ya se ha señalado, no habrá default en la deuda gubernamental estadounidense. Segundo, el gobierno tendrá la posibilidad de seguir recaudando dinero de los mercados financieros para cumplir con sus obligaciones. Tercero, el gobierno adoptará de medidas extraordinarias en el corto plazo para no comprometer el pago de obligaciones futuras. 

De acuerdo con esta ley, las principales medidas a implementarse son:
 
  1. Limitar el gasto no relacionado con el ejército para 2024, que se ubicaría entre los niveles del año 2022 y 2023.
  2. Canalizar los recursos proyectados para atender el COVID19 y reforzar el sistema tributario (I.R.S.) hacia el gasto no relacionado con el ejército.
  3. Aumentar este gasto hasta 2025 en 1% y en la misma magnitud en los próximos años.
  4. Elevar el gasto del ejército en sólo 3% para el siguiente año. 

De acuerdo con el Congressional Budget Office (CBO), estas medidas generarán ahorros por 1.5 billones de dólares en una década.
 
Sin embargo, diversos analistas y expertos en el tema concuerdan que la ley y las medidas correspondientes no son suficientes para atender este problema latente, y lo único que ocurrió fue retrasar una inminente crisis en el rubro de la deuda gubernamental: mientras el Congreso y el presidente celebraron que este problema se haya resuelto a cambio de un pequeño sacrificio, los especialistas han hecho un llamado a no “echar las campanas al vuelo”.

En primera instancia, el Fondo Monetario Internacional ha recomendado a Estados Unidos recortar los gastos en seguridad social y Medicare; sin embargo, este último se ha negado a atenderlo. Este tema es polémico y de amplio debate, pero existe un consenso de los analistas de replantear estos renglones gubernamentales: De acuerdo con el CBO, los gastos en seguridad social y medicare crecerán en 67% para 2032, ya que los estadounidenses con 65 años o más será del 46% vs el 34% actual. Estos gastos serán un lastre para las finanzas gubernamentales estadounidenses en los próximos años.
 
Asimismo, otro tema que “inquieta” a los expertos es la recaudación de impuestos, que es una de las más bajas de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), medido como una ratio de ingresos tributarios y Producto Interno Bruto (PIB): 34.1% como promedio de la OCDE vs 26.6% de Estados Unidos. En este sentido, la ley recién aprobada exige que se reanude el pago de prestamos estudiantiles al finalizar este verano.

Además, Biden ha tratado de impulsar, sin éxito, un aumento de impuestos por parte de las grandes compañías y los “ultrarricos” con el fin de elevar los ingresos. Otra apuesta por parte del actual presidente estadounidense, que ya se citó, es el apuntalamiento del I.R.S. al destinar recursos para aumentar la capacidad operativa y modernizar el sistema tributario para elevar la capacidad recaudatoria; a pesar de esto, el gobierno tuvo que ceder parte de los recursos para el gasto no relacionado con el ejército. Al final del día, diversas medidas para elevar los impuestos no han cristalizado.
 
En conclusión, los esfuerzos emprendidos para limitar el gasto y los escasos resultados para impulsar un crecimiento en los ingresos gubernamentales son insuficientes para resolver el problema del techo de deuda en el largo plazo, y sólo son medidas paliativas para atender un potencial problema estructural para las finanzas públicas estadounidense.

Si bien el día de la debacle financiera fue evitado, por el momento, se prevé que éste sea un problema mayúsculo en los próximos años, ceteris paribus. El principal reto del gobierno estadounidense en los próximos años estará en reformular y hacer sostenible sus finanzas. 
 
Referencias:
 
¿Te ha gustado mi artículo?
Si quieres saber más y estar al día de mis reflexiones, suscríbete a mi blog y sé el primero en recibir las nuevas publicaciones en tu correo electrónico
Accede a Rankia
¡Sé el primero en comentar!