Vistas desde afuera las actividades que desempeñan los inversionistas, banqueros y analistas financieros podrían parecer envidiables:
"Ganar mucho dinero solo por pensar".
Esta es la idea que algunas personas se imaginan y comparten.
Para los que estamos relacionados de forma directa o indirecta con el sistema financiero sabemos otra historia muy diferente: ha sido un ambiente económico extremadamente complejo y complicado. Principalmente en los últimos 30 meses, como se puede apreciar en la siguiente gráfica del Índice de Precios y Cotizaciones (IPC):
Índice de Precios y Cotizaciones A esta escala temporal, parece que el IPC "va muy bien", pero en realidad por ahora se mantiene en niveles cercanos a los máximos alcanzados en 2017.
Algunos trataron de aprovechar la selección adversa maximizando los beneficios para si mismos, sus clientes y/o sus empresas. Algunos otros esta misma selección adversa minimizo sus beneficios. Incluso hubo resultados mixtos o inesperados.
Creo que todos los participantes del sector financiero ya se merecen compensación y descanso, han hecho y siguen haciendo todo lo posible por soportar y reparar daños económicos a escala global que no estaban contemplados en los pronósticos (black swans). Creo que se ha llegado a un punto en el que muchos quisieran decir: "Ese no es mi problema", ha sido muy desgastante.
No se pueden defender por siempre todas las posiciones al mismo tiempo.