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Estanfla... ¿Qué?

“We now have the worst of both worlds – not just inflation on the one side or stagnation on the other, but of them together. We have a sort of ‘stagflation’ situation. And history, in modern terms, is indeed being made.” Se trata de uno de los fragmentos del discurso que Ian Norman McLeod, exministro de Finanzas británico, dio ante el Parlamento hacia finales de 1965, donde por primera vez se utilizó el término «estanflación».

Estanflación es, sin lugar a duda, uno de los conceptos económicos más interesantes y complejos, pero al mismo tiempo, de los más temidos desde esa fecha (1965) y, por si fuera poco, de los más mencionados en las últimas semanas, pero ¿estamos ante un escenario estanflacionario? Pongámoslo sobre la mesa.

Primeramente, recordemos que se entiende como estanflación a aquel periodo en el que una economía suma dos trimestres consecutivos de decrecimiento o estancamiento, acompañado de una aceleración de la tasa inflacionaria; he de ahí su nombre.  

De acuerdo con el Premio Nobel de Economía de 1970, Paul Samuelson, la estanflación es un fenómeno típico de las economías mixtas como consecuencia de diversos factores, pues es en éstas donde suelen crearse nuevos mecanismos, como subsidios de desempleo, salario mínimo o segmentación del mercado laboral.

Ahora bien, como lo he mencionado varias veces en éste, su espacio, el fenómeno inflacionario que el mundo padece en la actualidad es resultado de un fuerte desequilibrio entre la oferta y la demanda, como consecuencia de la reactivación económica; la primera se explica por una cadena de suministro presionada que genera escasez de productos, y, la segunda, por un exceso de liquidez de los agentes económicos.

Esto ha ocasionado una política monetaria heterogénea a nivel internacional, pues mientras las economías avanzadas han comenzado a plantear sus procesos de normalización monetaria, las economías emergentes, como la nuestra, ya comenzaron desde hace meses la implementación de una política monetaria restrictiva. Independientemente de cuál camino se haya emprendido, las expectativas de inflación, en su mayoría, se han ajustado al alza; en nuestro país, por ejemplo, la Encuesta sobre las Expectativas de los Especialistas en Economía del Sector Privado: Septiembre de 2021, prevé que la inflación general cierre el año en 6.28%, por encima del 6.05% estimado un mes antes.

El escenario actual, para muchos, se asemeja a lo acontecido en los años 70’s, cuando un incremento en los precios del petróleo ocasionó un alza generalizada en los precios, y, con ello, un descenso del crecimiento económico (Gráfica 1). Si bien, hoy en día el West Texas Intermediate (WTI, por sus siglas en inglés) y el Brent se encuentran superando los US$ 80 por barril, generando presiones en la inflación subyacente, existen grandes diferencias con lo sucedido hace medio siglo.

Cincuenta años atrás el aumento de los precios del petróleo fue resultado de un embargo por parte de los productores petroleros, ocasionando que la demanda se ajustara para encontrar nuevamente el equilibrio con la oferta.  

Hoy en día, el encarecimiento del petróleo se debe principalmente a la reapertura de las actividades económicas; un proceso natural tras la sobreoferta registrada a principios del año pasado (recuerde abril de 2020). En ese sentido, la recuperación económica (hasta ahora, rebote técnico) está siendo mucho más rápida de lo que se esperaba (con altibajos, pero es constante), lo cual ocasionará que, en esta ocasión, la oferta se ajuste para encontrar el equilibrio con la demanda.

En conclusión, no estamos en un escenario estanflacionario y distamos mucho de estarlo, por lo menos en el corto plazo.  

El 2022 nos dirá si en el mediano y largo plazo continuaremos a salvo de este indeseable problema económico, considerando los siguientes puntos: mayores tasas de inmunización contra el COVID-19; una mayor normalización económica, sobre todo del sector servicios y de consumo discrecional, y, la reacción de los agentes económicos ante las medidas de endurecimiento monetario.  

Y ya para finalizar este artículo de viejas andanzas económicas, con usted la siguiente frase del escritor Ron Chernow:

«La gran inflación de los años 1970 destruyó la fe en los activos de papel, porque si usted tenía un lazo, de repente el vínculo valía mucho menos dinero de lo que era antes».

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  • Bolsa
  • Inflación
  • Reserva Federal (FED)
  1. en respuesta a Jherbas
    -
    Top 10
    #2
    26/10/21 14:54
    ¡Muchas gracias, @jherbas!
  2. Nuevo
    #1
    20/10/21 05:25
    Excelente.