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Ojos que no ven, corazón que no siente

El pasado 11 de octubre, en México, la Cámara de Diputados con 483 votos a favor, 0 en contra y 1 abstención, avaló, en lo general, la reforma al artículo 61 de la Ley de Instituciones de Crédito (LIC).

La aprobación de dicha reforma ha causado un sentimiento de sorpresa y preocupación generalizada entre los cuentahabientes con respecto a «la vulnerabilidad» a la que han quedado expuestos sus recursos financieros frente al Estado Mexicano.

Antes que otra cosa, revisemos el mencionado artículo:


Ahora bien, ¿a qué se enfrentarán los usuarios de los servicios financieros de ser aprobada (la reforma) por el Senado de la República?  

Primeramente, como pudo constatar, el tratamiento a posteriori de las cuentas (bancarias o corretaje) «abandonadas» no es una novedad, datando del 2008, por lo que el trasfondo de esta reforma no descansa en una nueva regulación, sino en el tratamiento como tal, en específico la canalización de los recursos dispuestos.

Una vez aclarado este punto, hablemos del antes y supuesto después del artículo 61.


La legislación financiera mexicana seguiría considerando una cuenta como inactiva cuando en el transcurso de 3 años no haya registrado movimientos por depósitos o retiros.

Pasado ese lapso y tras no recibir respuesta de los cuentahabientes 90 días antes de cumplirse el plazo final, los recursos de dichas cuentas continuarían siendo migrados a la cuenta global por un periodo de 3 años, donde se generarían intereses mensuales mas no se cobrarían comisiones. Asimismo, si durante ese lapso no existiese requisición por parte de los cuentahabientes, los depósitos e inversiones y sus intereses prescribirían en favor del gobierno.

Entonces, ¿dónde está la diferencia?

Que, en lugar de los montos que no excedieran los 300 días de Salario Mínimo Vigente del Distrito Federal (SMGVDF), se transferirían aquellos que no excedieran el equivalente a 540 Unidades de Medida y Actualización (UMAS). Y, en cuanto a su destino final, pasaría a ser la seguridad pública, en vez de la beneficencia pública (Gráfica 1).

De acuerdo con datos de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), al octavo mes de 2022, los recursos de las cuentas «abandonadas» ascienden a MXN $21,334M. Por otro lado, el G7 concentra el 94.98% de estos recursos, el equivalente a MXN $ 20,264M.

Y aquí, la pregunta del millón: ¿cómo evitar que mi dinero caiga en manos del gobierno?

  • Realizar constantemente movimientos en su cuenta, por cualquier cantidad y medio.

  • Mantener actualizados sus datos personales de la cuenta.

  • Revisar periódicamente sus estados de cuenta.

  • Tener solamente las cuentas que se adapten a su situación financiera personal.

  • Informar a sus beneficiarios la existencia de las cuentas.

  • Acudir a la sucursal de su banco para que le sea devuelto de forma íntegra su dinero a la cuenta (en el supuesto que sus recursos hayan sido trasladados a la cuenta global).

El secreto de una vida financiera sana radica simplemente en saber usar los productos financieros.

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