El trading, generalmente, se «vende» como una actividad «apta para todos», en el sentido que lo único que se podría requerir para lograr ejecuciones exitosas en los mercados financieros son conocimientos en análisis técnico y un graficador. Si bien, como en alguna ocasión lo mencioné, la metodología empleada por el trader es, en esencia, menos compleja que la de un gestor patrimonial a razón de sus alcances, tampoco podría resumirse exclusivamente en 2 herramientas, por el contrario, hay más qué hacer.
Partiendo del principio fundamental que persigue tanto un trader como un inversionista, el de maximizar el capital invertido, resulta esencial hacer un estudio introspectivo de los valores que formarán parte del portafolio de inversión. En esa línea, una de las lecciones básicas que nos ofrecen las finanzas bursátiles es revisar el desempeño intradiario en un intervalo de tiempo determinado del activo en cuestión para con ello, evaluar en qué magnitud podría fluctuar nuestro dinero e intrínsecamente cuánto se podría rentabilizar.
Veamos 2 ejemplos muy sencillos aplicados a los referenciales bursátiles de Estados Unidos de América y México.
El primer paso es definir un marco temporal, el cual preferentemente deberá fijarse a partir de la tendencia más reciente. En el caso del S&P 500, abarca del 23 de marzo de 2020 al 25 de abril de 2025, periodo en el que ha venido desenvolviéndose en una tendencia alcista. Para el S&P/BMV IPC, del 12 de mayo de 2021 al 26 de abril de 2025, intervalo en el que ha tendido a mostrar un comportamiento lateral (Gráfica 1).
Revisando los datos durante esos marcos (no comparables entre sí), visualizamos, de inicio, que el retorno promedio intradiario del índice americano ha sido de 0.08%, mientras que el de su par mexicano de 0.02%, lo cual se alinea con sus respectivos niveles de volatilidad, de 1.22% y 0.97%, a correspondencia. En esa misma línea, en un gran día, podría esperarse un retorno intradiario más alto (de poco más del doble) invirtiendo en el S&P 500 que en el S&P/BMV IPC, 9.52% contra 4.39%, pero en un mal día un retorno ligeramente más bajo en el segundo contra el primero, de -6.11% contra -5.97%. Finalmente, pero no menos importante, dentro de los periodos analizados el mercado americano ha redituado una tasa de triple dígito, 146.95%, mientras que el mercado mexicano sólo 16.35% (Tabla 1).
De forma general, para ambos índices, 1 de cada 2 días es positivo; sin embargo, el S&P 500 muestra un sesgo prevaleciente hacia los días positivos (considerando también los días sin variaciones) con un retorno medio de 0.86%, pero al mismo tiempo en los días negativos se perdería lo mismo. Hablando del S&P/BMV IPC, se manifiesta también el último fenómeno mencionado, pero destacan las modas hacia ambos extremos, pues tienden a ser superiores de las de su par (Tabla 2).
Basándonos en los pisos de las tendencias, al 25 de abril de 2025, el S&P 500 la ha tocado 5 veces (con excepción de la más reciente), registrando un retorno promedio del orden de 41.35%. Por su parte, el S&P/BMV IPC, se ha situado en él 7 ocasiones, totalizando un rendimiento medio de 13.85%. Ahora bien, concentrándonos en la operativa primaria del trader de comprar en los puntos mínimos para vender en los puntos máximos, el S&P 500 ha pagado 206.77% y el S&P/BMV IPC 96.97% (Gráfica 2).
Considerando que hay traders que ajustan su portafolio de forma mensual, es apropiado identificar en qué meses (de la tendencia) se atestiguan tanto las mayores plusvalías como las mayores minusvalías, lo cual permitirá tener una ejecución más enfocada.
El S&P 500 ha presentado sus revalorizaciones más altas en noviembre (5.99%), julio (4.21%) y mayo (2.03%) y septiembre se posiciona como el único mes con más desaceleraciones (-4.17%). En tanto, el S&P/BMV IPC, ha visto sus avances más significativos en enero (3.09%), marzo (2.97%) y noviembre (2.23%) y los meses de junio (-3.20%), mayo (-2.14%) y septiembre (-1.84%) con las caídas de mayor prominencia (Gráfica 3).
¿A qué conclusión se podría llegar?
Con base en estos datos, de continuar desarrollándose la tendencia y si bien es más riesgoso participar en el mercado americano, el premio que ofrece es también mayor, perfilándose de entre las dos alternativas como la más atractiva.
Es importante puntualizar que cuán más desglose de la información se pueda obtener es mejor, aunque dependerá de la disponibilidad de datos a su alcance.