Ha comentado en el artículo Los subasteros le debemos mucho al Lado Oscuro judicial
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Aunque tarde, voy a decirlo. Tristán, esto no se te puede perdonar. Debes readmitir sin más tardanza, al magnífico y ejemplarizante juan sin seso. Sin mayúsculas lo pongo, ni eso se merece el pajarín.
Personalmente quería dedicarle unas palabrillas muy biensonantes para él, pero al no estar para defenderse...
Pero en beneficio de todos debe ser retornado al instante y analizado en profundidad. Los comentarios de este insigne, enseñan más sobre el comportamiento humano, que todos los estudio psicológicos habidos hasta la fecha. Este es el claro exponente de por qué "el mundo fue y será una porquería", el prototipo puro del Tonto Malo.
Tonto profundo: Parte de un principio tan arbitrario como equivocado, cree que tener dinero es sinónimo de tener inteligencia y a partir de ahí le vale todo. Confunde los subasteros con los causantes del nefasto funcionamiento judicial, pretende ayudar a los ejecutados haciendo que nadie acuda a elevar el precio, quiere participar en subastas y no sabe cómo, contrata abogados tan zoquetes como él y necesita nada menos que de grandes redes internacionales para algo tan elemental como irse de putas.
Malo es todo lo que puede, no más porque su idiocia le alivia, pero se ve que lo entrena e intentará hasta el fin de sus días. Acepta comisiones ilegales, compra inmuebles subastados, lo que según él mismo es propio de escorias con alma luciferina, no paga los alquileres, denuncia a su arrendador y le va a subastar la vivienda. A S U B A S T A R. Engaña a quien puede, detexta a quien no tiene dinero y más si hace colas, se expresa con tanta grosería como es capaz y deja bien claro que no le importa perder tiempo y dinero con tal de dañar a quien sea.
Y el colmo de la tontez supina, casca a todos los vientos su ingente estupidez y se jacta de sus maldades, como los elevados logros que con esmero y mucho empeño ha atesorado.
Reivindico su retorno inmediato. Si no por el bien común, por no tener que guardarme esas cosillas que a título estrictamente personal quería hacerle llegar. Excelso juan sin seso, sin educación, sin coherencia ni atisbo del menor rastro inteligente, estoy absolutamente convencido de que debido a la desgraciada abundancia de engendros como tú, las sociedades van como van. Porque estos descendientes del aquelarre de una loba con veinticinco hienos, crecen y se multiplican y andan sueltos por ahí, alardeando de sus fechorías, envileciendo cuanto tocan, haciendo daño y esperando el cielo.
Y, juansín, por ser, eres tan meramente cagón y cobarde que en cuanto te han dicho lo del delito que cometiste hace mil años, te has lanzado a la defensa por todos los frentes. ¿Tienes vergüenza?