Los datos que vienen desde Beijing fueron un balde de agua fría. La información nos dice que desde 1992, el enorme país de los 1,400 millones de habitantes tendrá por vez primera un trimestre con crecimiento negativo. El Producto Interno Bruto del primer trimestre de China tuvo un retroceso de 9.8% versus el trimestre anterior. El rango que se tenía en los pronósticos iba del 0.6 al -15.8%, lo cual era un rango muy amplio, aunque la esencia es la misma: China tuvo una desaceleración histórica.
¿Son tan malos los datos del PIB Chino?
La información nos sugiere que la economía de China está operando a niveles muy por debajo de los niveles a los que venía desempeñándose durante casi las últimas 3 décadas. No es de sorprenderse que economías que venían creciendo muy por debajo de los rangos de China estén afrontando una recesión económica. Si China la está pasando mal, el mundo la está pasando mal.
¿Pero esto es trágico o tiene algo rescatable? Aún estamos a la mitad de la pandemia en casi todo el mundo. En el caso de China, las diferencias económicas y políticas contra el resto del mundo son amplias y tal vez el pesimismo en los datos de China no pudieran ser tan malos. La reflexión es que vivimos el primer gran bloqueo comercial de la historia y aunque China la esté pasando mal, el gigante asiático no está en la lona.
Poco a poco empezaremos a observar algunos datos que pudieran traer tranquilidad. Vemos algunas noticias que van desde equipos de futbol que regresan a los entrenamientos en Alemania o que en Suiza los ciudadanos puedan salir a cortarse el cabello. La economía se irá reactivando de forma paulatina y en diferentes momentos y regiones. Podemos ver el vaso medio lleno o medio vacío.
