Agosto nos esperaba con sorpresas más buenas que malas. La balanza en el peso de las variables y sucesos nos dejó un saldo positivo. En el mes de reciente finalización el dólar estadounidense mantuvo una tendencia negativa. Las pérdidas que tuvo la divisa verde contra la mayoría de las monedas a nivel mundial provocó que el índice dólar también conocido como DXY, (este indicador mide el comportamiento del dólar contra una canasta compuesta por las principales divisas del mundo).
En saldo para el DXY durante el mes de agosto fue una depreciación del 1.3 por ciento y en cuanto la paridad de nuestra moneda contra la divisa estadounidense, nuestro peso se apreció un 1.6 por ciento. Un respiro para nuestra moneda que recientemente este año se había depreciado casi un 40% contra el dólar.
También en agosto los mercados de valores mantuvieron la inercia que tenían desde julio. Los principales indicadores bursátiles de EEUU marcaron reiterativamente las líneas de máximos históricos ante la sorpresa de muchos inversionistas que no proyectaban este escenario en este año tan convulso. A pesar de esto, en las últimas sesiones de Agosto los inversores tomaron utilidades y se notó una venta de sus activos de riesgo.
Del otro lado de la moneda en cuanto a los países emergentes y principalmente en América Latina se presentó un sell off después de un rebalanceo de los portafolios. Los índices de países desarrollados ex EEUU tuvo un incremento de 5% y en el caso de los países emergentes el índice EM tuvo un alza de 2.1%.
