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Un sector de la población suele hablar del individualismo como si fuera el equivalente al egoísmo inmoral: que consiste en ganar dinero a costa de lo que sea, en aplastar a los demás; en definitiva, ser un insolidario con una avaricia sin fin.




Y, a pesar de que es una tendencia filosófica que a rasgos generales es muy mal vista, esta forma de comportamiento juega un rol muy importante en el progreso económico y también es un componente fundamental para que las vidas de los individuos mejoren no sólo en el plano económico sino también en otras áreas como veremos más adelante.

La responsabilidad individual: un deber que cumplir con nosotros mismos 


Como se suele decir, en la vida para obtener grandes logros hay que pagar el precio. Esto viene implícito en los principios de la Acción humana, donde, como ya fue comentado, el individuo se percata de que está insatisfecho con su situación actual y, en consecuencia, tomará acciones que le llevarán a mejorar su situación, y esas acciones muy frecuentemente requieren aplicar un esfuerzo constante y muchos sacrificios de diversa índole.

El acto de emprender es, muy probablemente, el que más sacrificios conlleva tal y como describí en el artículo mencionado. Por tanto, una vez se inicia este proceso y sabiendo la gran cantidad de problemas que van a surgir de éste, sólo una gran fuerza de voluntad y la capacidad de aprender de los fracasos son capaces de generar la más mínima posibilidad de éxito en esta tediosa carrera de obstáculos.

Y es que, los rasgos del esfuerzo y autoaprendizaje no es algo que se nos regala, sino que nace de dentro de uno mismo. Porque todos queremos estar mejor, pero no todo el mundo está dispuesto a pagar el precio, lo cual aplica no sólo al emprendimiento.

Aquí tenemos algunos ejemplos adicionales:

  • Si tienes amistades tóxicas, hay que darles largas, socializar más y buscar amigos nuevos (por ejemplo, apuntándote a grupos de actividades).
  • Si tienes sobrepeso, hay que comer más saludable y hacer más ejercicio.
  • Si quieres mejorar tus finanzas personales deberás educarte y asumir riesgos controlados mediante la inversión en los mercados financieros.

No existe algo como la bendición divina, incluso al que le llueven cosas buenas las acaba perdiendo. ¿Por qué? Porque el que se esfuerza y tiene disciplina sabe valorar más aquello que es difícil de conseguir.

El estancamiento también sale caro


Mucha gente tiene una vida dura e insatisfactoria, por tanto, mejorarla es un proceso arduo y tedioso, en definitiva, una carga adicional.

De igual forma que empresas líderes en su sector fueron derrocadas por competidores y quebraron por relejarse en el conformismo, éste también afecta negativamente a los seres humanos conforme pasa el tiempo. Respecto a los ejemplos mencionados anteriormente, estas son las consecuencias de ser conformista y poco proactivo:

  • Quien no corta sus vínculos tóxicos con otras personas tendrá problemas para socializar con otra gente.
  • Quien no se cuida bien físicamente y no se alimenta bien, no sólo en su juventud, sino que a lo largo de su vida también, conforme más años pase, más factura le va a pasar a su salud, porque queramos o no, el envejecimiento siempre afecta negativamente al cuerpo. 
  • Quien no tiene un colchón financiero, si le despiden, pasará por un apuro considerable. Y si no tuvo diligencia para invertir, la inflación hará que el valor real de sus ahorros disminuya y además de que disfrutará de una jubilación deficiente en comparación a lo que pudo haber sido si se hubiera preocupado por sus finanzas personales.

Así que, lo de ‘para qué preocuparse, hay que vivir la vida’ es completamente erróneo. Dejar de crecer nunca es una opción por muy placentero que parezca no hacer nada.

Acabamos de ver lo necesario que es el individualismo en la vida de todo el mundo y, aun así, es un concepto que la sociedad castiga. ¿De verdad tienen motivos? 

Solidaridad y congruencia: los virtuosos que predican con el ejemplo


Intenta mejorar en cualquier ámbito. Verás cómo se te echan a la yugular. Y no tiene por qué ser necesario que sea gente fuera de tu círculo social, muy frecuentemente tus amigos y familia se comportan así en cuanto te ven intentando cambiar.

La gente , a rasgos generales, detesta el cambio, y cuando quieres progresar, muy a menudo son los demás los que te ponen la zancadilla.

Incluso cuando tienes baja autoestima, habrá gente que querrá que sigas siendo débil para así ellos reforzar su ego.

Por tanto, nótese la hipocresía: mientras se habla de no ser egoísta y de crear sociedades donde todos seamos felices, muchos disfrutan poniendo obstáculos al que quiere avanzar en lugar de ayudarle, lo cual no tiene nada de humilde ni de solidario

¿Son tus pensamientos realmente tuyos?


Nosotros estamos programados para sobrevivir en grupo. Si la sociedad piensa A, aunque pienses que tal vez B es lo correcto, tu cabeza te inducirá a pensar A para que los demás no te excluyan. Esto pudo habernos ayudado cuando éramos hombres de las cavernas, pero ahora los políticos se aprovechan de este mecanismo para mantenernos dóciles.

A continuación, vamos a repasar ciertos ‘mantras’ económicos.

  • impuestos, redistribución y los pobres 

Muchos se preocupan por el pobre, sin embargo, no donan ni un centavo a organizaciones caritativas, y es que para muchos por lo visto pagar impuestos ya es solidario, aunque no se sepa cuánto va para el pobre. Lo que sí es seguro es que los burócratas viven bien de tu dinero.

Adicionalmente, cuando se pide que el rico redistribuya excedentes hacia el pobre, siempre se pide mediante impuestos y no donaciones. Aunque te sobre el dinero, ganarlo cuesta muchísimo, y a pesar de que la pobreza sea injusta, el Estado se gasta el dinero de todos como le da gana ignorando las preferencias del contribuyente, lo cual es injusto.

En último lugar, el Estado no tiene incentivos para acabar con la pobreza. Simplemente, si lo hiciera, tendría menos argumentos para meterte la mano en el bolsillo. 


  • El dinero no da la felicidad

Hacemos un ensalzamiento de la pobreza como si ser pobre te hiciera humilde cuando la humildad y educación no son atribuibles al estatus económico necesariamente. No obstante, tener más dinero sólo magnifica lo que eras. Si eras buena persona harás buenas obras por los demás, si eres un indecente, entonces lo serás todavía más. 

Además de lo mencionado anteriormente, a todos nos gusta permitirnos algún capricho de vez en cuando, de hecho, una gran parte de la población tiene hábitos muy consumistas. Es incongruente cómo se critica la acumulación de riqueza, pero bien que a muchos les gusta que les llueva dinero para gastarlo cuanto antes y que, como vimos antes, si tuvieran más dinero no donarían a los pobres.


  • ”me importan los problemas del mundo”

Nunca esperes que un político arregle la sociedad por nosotros, ellos viven de los problemas de la sociedad, son necesarios para que los sigas votando, y si para ello hay que hacer que una parte de la población se pelee con la otra, definitivamente lo harán; y muy frecuentemente esta segregación y polarización será financiada con dinero público.

Y aunque los políticos no fueran los culpables de todos los males del mundo, existe una especie de buenismo colectivo conformista que consiste en que te importe las desgracias del planeta y tu contribución para hacer un mundo mejor es ‘preocuparte’ o salir a manifestarte, y no obstante, son actos poco efectivos que lo único que logran es que la gente se autoengañe sintiéndose buenas personas y especiales como parche para ocultar todo aquello que no le gusta de sus vidas.

Dado el carácter cortoplacista del ser humano, es preferible quejarse y no mover un dedo que realizar acciones como apuntarse a voluntariados en países pobres, donar a organizaciones caritativas (y en el caso de las políticas, a las que sean afines a tu ideología) y documentarse acerca de soluciones realistas y factibles para ciertos problemas relevantes, para tener una perspectiva objetiva de la realidad.

Debido a ello, el político te dice que va a crear utopías sin que tú hagas algo, teniendo en cuenta todo lo mencionado anteriormente, no es de extrañar que el mundo esté como está.

Conclusión


El mundo lo mueve el egoísmo para bien o para mal, pero es ese egoísmo bueno el que nos ha llevado muy lejos como especie y que no debe ser ignorado, más bien fomentado.

Incluso cooperar para lograr un objetivo común es un acto individualista, puesto que varias partes se tienen que poner de acuerdo para iniciar la ejecución del proyecto y poner de su parte para que, a pesar de los riesgos, éste sea llevado a cabo con éxito.

Por más que crezca la economía de un país y por muchas políticas económicas que se apliquen, al final es la mentalidad y valores de los individuos lo que garantiza el bienestar colectivo

En contraste, esperar que llueva del cielo un gobernante mano de santo que organice la sociedad y economía por nosotros sólo va a resultar en una infantilización de los ciudadanos, que siempre dependerán del Estado en lugar de tomar las riendas de su vida y buscar proactivamente la forma en la que puedan aportar mayor valor tanto a sí mismos como a los demás.

¡Hasta la próxima!


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  1. #3
    29/05/22 14:30
    Me  ha gustado mucho el artículo 
    Enhorabuena 
  2. #2
    18/05/22 08:44
    Entiendo y estoy de acuerdo en todo lo expuesto.

    Desgraciadamente, este tipo de análisis o comentario, hoy en día se ve como algo antiguo, de otras épocas, donde la gente era mas ilusa y crédula.

    Los cuentos de la edad media (flautista de Hamelín, Caperucita etc.) e incluso los siglos XVII y XVIII (fábulas de Samaniego y similares) hoy se les desestima como monjiles, defensores del heteropatriarcado, ...
    Pero "grosso modo" todos compartian una lección: los errores que cometemos se pagan carísimos.

    Esto que digo, dejó de tener importancia al terminar la guerra fria con la caida del muro de Berlin hace unos 30 años. En la actualidad son los "derechos" lo que prima y no concederlos es tabú; o ejemplo paradigmático, es "la izquierda" quien defiende y vota privilegios.

    Así que casi ningun joven comprende la moraleja de "la cigarra y la hormiga" porque no refleja para nada la realidad actual.

    Sobre el Emprendedorismo , Jorge Caldeira, en su libro "Historia de la riqueza de Brasil" explica su importancia, y por consiguiente quita autoridad al "Kapital" de Marx quien no tuvo en cuenta ni al emprendedorismo, (ni al Estado como agente económico de primerisima importancia). Tardó 40 años en terminar de escribir y poder publicarlo, de hecho es una continuación y ampliación de su tésis de licenciatura

  3. #1
    16/05/22 15:28
    Excelente