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Hoy en día la gran mayoría de la sociedad tiene a su disposición lujos que muchos de los reyes de hace cientos de años ni siquiera soñaban. Se buscó durante años la manera de lograr este grado de desarrollo tecnológico, cultural y social que si fuera visto desde la perspectiva de una persona común de la antigüedad le parecería prácticamente utópica esta realidad. No quiero sonar nostálgico con esto, el pasado sólo es diferente al presente pero, es un punto de referencia digno de tomarse en cuenta para hacer este análisis.

Los avances científicos han llevado a acelerar los procesos productivos de cualquier bien o servicio que se imagine, planear minería espacial para incrementar los recursos minerales de la tierra, curar enfermedades que se creía que eran obra de seres espirituales, comunicarnos a través de largas distancias en un instante, realmente el avance ha sido espectacular, desafortunadamente no ha sido gratuito. 

Una parte del costo de este progreso puede ser medido en términos físicos y/o monetarios, pero esa no es la parte que se abordará directamente en este artículo. La otra parte que, desde mi punto de vista, podría resultar incluso más costosa que la monetaria es indirecta, subjetiva y psicológica se llama Tolerancia al Riesgo. El ser humano es un ser social, necesita tener un sentido de pertenencia   y este sentido, desde mi punto de vista,  lleva a algunos individuos a sentir que son suyas las ideas de otros y a pensar que pueden comprenderlas inmediatamente con sólo saber de su existencia sin haber pasado antes por el debido proceso de experimentación y aprendizaje, desafortunadamente esto los lleva a sentir una seguridad falsa que podría provocar que tomen decisiones que van desde ineficientes hasta irracionales (riesgos excesivos e innecesarios).

Un claro ejemplo de esto se encuentra en el apalancamiento el cual es una herramienta muy útil con la que se puede conseguir liquidez y con ella tratar de acelerar los rendimientos. Si es utilizada con moderación, es decir, monitoreando que las garantías financieras con las que se cuentan sean superiores a las deudas que se contraen, se pueden lograr rendimientos que en un principio podrían parecer imposibles. Parecería como si fuera un proceso muy sencillo, pero usualmente algunas personas utilizan apalancamiento contando con garantías muy cercanas al nivel de deuda que están contrayendo porque, como explique anteriormente, su tolerancia al riesgo crece, lo cual podría llevarlo a complicaciones por insolvencia. Un ejemplo concreto de esto en el mercado de valores son las operaciones en corto y las apalancadas. 

En marzo del 2020 surgió temor en el público inversionista, que pudo haber disminuido la tolerancia al riesgo de algunos, sin embargo, creo que no lo hizo, el 18 de agosto del mismo año el índice S&P 500 volvió de nueva cuenta a tocar un récord histórico, trayendo consigo de vuelta un probable exceso de confianza.

Pienso que, más allá del ciclo económico en el que nos encontremos, las tendencias y los indicadores económicos, uno de los factores que favorece en mayor medida a las inversiones es el mantenerse en guardia y contar con unas finanzas en orden, esto me parece que se logra con autocontrol y una tolerancia al riesgo moderada. Los árboles crecen lento pero firmes, el pasto crece rápido pero endeble, ¿Como quiero crecer? y por último ¿Puedo pagar lo imposible?

 

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