Acceder

Todo el tiempo estamos escuchando cosas como: «ya ponte a ahorrar», «no gastes todo tu dinero y ahorra», ahorra, ahorra y más ahorra. Para muchas personas tocar el tema del ahorro puede ser algo incómodo, conozco gente que simplemente no les gusta ahorrar, y no vayas a creer que es un tema de sueldos, hay personas que ganan arriba de $40,000 mensuales y no ahorran ni un centavo, así como hay quién que gana menos de $10,000 al mes y tampoco ahorran. Entonces, ¿dónde está el problema?, quizá esté en la cultura, en la idiosincrasia del mexicano…la verdad no lo he descubierto todavía, entonces, ¿qué se puede hacer para poder hacer del ahorro un hábito? Yo he intentado hacer algo de neuromarketing y no con una finalidad de venderles algo tangible, sino para venderles la idea de que ahorrar es bueno por qué gracias a que tú que me estás leyendo ahorres, el día de mañana podrás tener más dinero, estoy seguro que al igual que a mí, el dinero te gusta.

La ruta del ahorro a la inversión

 

Por medio del ahorro y llevándolo a la inversión, podrás tener más dinero, OJO, sólo si lo inviertes, si lo guardas no aplica eh…Así que bueno, este artículo se tratará de que camino debes seguir si ya estás ahorrando y quieres ganar dinero a través de eso.

Para tener un poco más claro el tema, vamos a conocer las diferencias que existen entre el ahorro y la inversión.

  Ahorro Inversión
Objetivo Emergencias o necesidades a corto plazo Crecimiento a mediano y largo plazo
Instrumentos Depósitos a plazo

Renta fija: Cetes, bonos, pagarés

Renta variable: fondos de inversión, acciones, ETF's

Tipo de rendimiento Ninguno

Intereses, dividendos

Ventaja Disponibilidad inmediata Existe gran variedad de productos con diferentes combinaciones de rentabilidad y riesgo que permiten a cada persona elegir el producto que mejor se adapte a sus necesidades y preferencias
Desventaja Mejor rentabilidad, siempre menor que la tasa de inflación Exite riesgo. Se puede no conseguir la rentabilidad esperada e incluso perder el capital invertido

Cómo puedes observar en la tabla, la diferencia principal entre el ahorro y la inversión es que, en la inversión, la inflación no le resta valor al total de tu capital, en el ahorro Si.

Ahora te pregunto: ¿Qué prefieres, ganar más dinero o perderlo? 

Muchas personas creen que al invertir o sólo mencionar la palabra «inversión» y tener mentalidad de ganador o ganadora y hombre o mujer exitoso o exitosa ya se van a hacer híper millonarios, lamento decepcionarlos, pero no es así, hacer ganancias toma su tiempo y también conocimiento. El mundo de las inversiones en verdad que pone a prueba tu paciencia y créeme que eso está bien, tener paciencia y de verdad echarle ganas y entender a ir paso a paso a poner tu dinero a trabajar será algo clave para invertir.

En las inversiones al contrario del ahorro hay un actor extra en escena llamado «riesgo» si lo sabes tratar puedes obtener mejores rendimientos de lo contrario puedes dejar de ganar o perder en el mundo de las inversiones irte a lo seguro o ser muy conservador tiene su riesgo.

¿En dónde comenzar a invertir?

El método por excelencia para comenzar a invertir es comenzar por los activos o productos de menor riesgo e ir subiendo poco a poco a los de mayor riesgo.

Yo pondría en modo de escalerita los siguientes instrumentos de inversión:
1.- Deudas de corto plazo: Cetes, Depósitos a plazos, recuerda que si es en caja de ahorro nunca más de $130,000.

2.- Seguros de inversión, Fondos de inversión (aquí ya puedes meter a tu portafolio de inversión algo de la Bolsa de Valores)

3.- Divisas, Afore, Oro; son fondos más diversificados y arriesgados.

4.- Criptomonedas, Fintech, FIBRA’s, Bienes raíces.

5.- Negocios tradicionales, puedes ser accionista de algún negocio.

6.- Empresas de alto impacto pueden ser de Tecnología, Starups, Internacionales, de energía y más!

 

Te voy a regalar unos consejos personales sobre inversión que estoy seguro que te servirán de mucho.

1-. ¡Comienza ya a invertir!

La cantidad no es un pretexto, no necesitas tener una cantidad enorme de varios ceros para comenzar a invertir, puedes hacerlo desde $100 pesos. Te apuesto lo que quieras que el fin de semana o en un solo día te gastaste más que $100

Si tienes esa cantidad ya puedes comenzar a invertir en Cetes

2.- Si no arriesgas no ganas

El riesgo y rendimiento siempre van de la mano: si quieres ganar más, tienes que arriesgar más; si quieres más seguridad debes estar consciente de que tus rendimientos serán menores. La ganancia es justamente el premio acorde al riesgo que estás corriendo. Ningún nivel de riesgo es mejor o peor, sólo debe estar acorde a tus prioridades y que seas consciente de ellos.

3.- ¡Diversifica, no pongas todo tu dinero en un sólo instrumento!

No hay una sola inversión que vaya a resolver todas tus necesidades. No son apuestas. No le inviertes a una sola cosa. Lo ideal es que inviertas en varias que funcionen diferente, ¡imagínate que inviertes en divisas y la economía del país al que le compraste su moneda quiebra! Perderías toda tu inversión:( y cómo no queremos eso…mejor diversifica

4.- Puede ser que en algún momento tu inversión cambie…


Puede ser que algo importante cambie en tu vida así que deberás darle una revisada a tu estrategia de inversión, ¿que tal y te casas? Obviamente tu manera de invertir tendría que cambiar por todos los gastos que eso conlleva, así que te puedes volver un inversionista más «conservador» por un tiempo.

5.- Las inversiones requieren paciencia.


El mejor activo que tienes al invertir es tiempo. Todo el mundo quiere rendimientos al mes, pero eso está canijo. Así como a ti te costó meses de trabajo generar esa lana, esto tampoco es magia. Tienes que darle tiempo al dinero para que trabaje y respetar los plazos de tiempo a los que lo pusiste a trabajar (horizontes, les dicen). Además, entre a más largo plazo puedas invertir, mayor es el riesgo que puedes correr, ya puedes empezar a hacer combinaciones interesantes y como riesgo y rendimiento van de la manita para ganar más.

6.- No te espantes al menor signo negativo que puedas ver en tus inversiones. 

Ante una noticia inquietante analiza y cálmate, deja tu portafolio quieto o evalúa tu estrategia. Ten siempre en mente tus metas cuando las cosas se pongan complicadas. Las crisis espantan, pero tomar decisiones con miedo es casi pérdida segura. La mejor forma de reaccionar ante las crisis es respirar hondo y recordar tus metas. Si en sí el cambio no las afecta, debes dejar quietas tus inversiones. Si sí, ya tomas decisiones. Pero no debes moverte un centímetro antes de hacer esto porque puedes hacer de algo momentáneo un gran problema.

¿Te ha gustado mi artículo?
Si quieres saber más y estar al día de mis reflexiones, suscríbete a mi blog y sé el primero en recibir las nuevas publicaciones en tu correo electrónico
Accede a Rankia
¡Sé el primero en comentar!