
La inteligencia artificial, el 5G y la computación en la nube llevan un par de años acaparando titulares… y también capital. Este auge ha vuelto a poner en el centro a los semiconductores, pero con una narrativa que gira en torno a pocos gigantes como TSMC o ASML. Lo que muchos inversionistas en México aún no están mirando con lupa es el modelo fabless, ese en el que el diseño de chips está separado de la fabricación, y que ha permitido a varias empresas escalar sin cargar con los costos operativos de las foundries.
Este modelo ya no es solo una moda: se ha convertido en una estructura clave dentro de la industria de semiconductores. Por eso, en vez de apostar todo a una sola empresa, una forma más estratégica de invertir es diversificar hacia una canasta de diseñadores de chips, aprovechando un ETF como el VanEck Semiconductor ETF, centrado precisamente en compañías fabless y su cadena de valor.
¿Cómo funciona el modelo fabless en semiconductores?
Cuando hablamos de empresas fabless, nos referimos a compañías que diseñan sus propios chips pero que subcontratan la fabricación a una fundición especializada —conocidas como foundries. En otras palabras: piensan el cerebro del chip, pero no lo producen físicamente. Ejemplos bien conocidos son Nvidia, Qualcomm o Broadcom. Del otro lado de la ecuación, está TSMC, la foundry líder a nivel global y pieza clave en este ecosistema.
Este esquema ha permitido que cada parte del proceso se vuelva más eficiente: mientras la foundry se enfoca en escalar su capacidad y mejorar procesos de fabricación, las empresas fabless pueden dedicar su energía y presupuesto a lo que realmente importa para ellas: arquitectura, software y propiedad intelectual (IP).
Este esquema ha permitido que cada parte del proceso se vuelva más eficiente: mientras la foundry se enfoca en escalar su capacidad y mejorar procesos de fabricación, las empresas fabless pueden dedicar su energía y presupuesto a lo que realmente importa para ellas: arquitectura, software y propiedad intelectual (IP).
¿Desde cuándo existe el modelo fabless y por qué es tan atractivo?
Aunque parezca reciente, el modelo fabless lleva más de una década ganando terreno. Gracias a la evolución constante de foundries como TSMC, surgieron muchas firmas especializadas en distintas ramas del diseño de chips: desde herramientas de diseño electrónico (EDA) hasta chips analógicos, de radiofrecuencia (RF) o aceleradores para inteligencia artificial. Esa capacidad de modularizar funciones permitió que nuevas empresas escalaran sin tener que invertir miles de millones de dólares en fábricas propias.
¿Qué ventajas económicas tiene el modelo fabless?
Una empresa que no tiene fábricas propias reduce su CAPEX (inversión en activos físicos) y se vuelve menos vulnerable a los ciclos de sobreoferta o escasez típicos del mercado de semiconductores. Todo ese capital liberado puede usarse para I+D, marketing o compra de propiedad intelectual, acelerando el desarrollo de nuevos productos y su llegada al mercado.
Por eso, cada vez más gigantes tecnológicos están apostando por este esquema para desarrollar chips a la medida de sus necesidades. ¿Ejemplos?
Por eso, cada vez más gigantes tecnológicos están apostando por este esquema para desarrollar chips a la medida de sus necesidades. ¿Ejemplos?
- Apple: con sus chips A-series y M-series para iPhone y Mac.
- Google: con los TPU en sus centros de datos y los chips Tensor en sus Pixel.
- Amazon (AWS): con sus chips Graviton, Trainium e Inferentia para la nube.
- Microsoft: que lanzó su propio CPU Cobalt y acelerador Maia para Azure.
- Meta, Tesla, Alibaba… todos están haciendo lo mismo.
Y no es casualidad. El modelo fabless permite escalar de forma más rápida: si la demanda de chips aumenta, es la foundry quien se encarga de ampliar su capacidad, mientras el diseñador se concentra en lo que sabe hacer mejor: diseñar soluciones de alto rendimiento.
¿Qué papel juegan las políticas públicas?
Incluso los incentivos gubernamentales, como el CHIPS Act en Estados Unidos (que busca fortalecer la capacidad de fabricación local), terminan beneficiando indirectamente a los diseñadores fabless, ya que reducen los cuellos de botella en la producción y hacen más robusta la cadena de suministro.
¿Qué ventajas tiene invertir en un ETF centrado en empresas fabless?
Si estás buscando exposición a tecnologías como inteligencia artificial, cómputo en la nube o automatización, pero sin amarrarte a una sola empresa, un ETF temático centrado en diseñadores fabless puede ser una excelente puerta de entrada.
Este tipo de ETF te permite participar en el crecimiento de múltiples compañías que están monetizando las grandes megatendencias tecnológicas, sin tener que cargar con los riesgos y costos del negocio de manufactura. En lugar de jugártela con un solo emisor, inviertes en un subconjunto de empresas que comparten una tesis de crecimiento, pero que diversifican el riesgo operativo.
Además, el sector está lejos de ser estático. Aunque hoy dominan algunos nombres grandes, hay presión sobre sus márgenes, y jugadores como AMD y Qualcomm vienen recortando terreno. Apostar por un ETF enfocado en este nicho reduce la exposición al riesgo idiosincrático de una sola acción y te da acceso a más oportunidades fuera del radar de las mega-caps tradicionales.
¿Por qué fabless, y por qué ahora?
El auge de la IA generativa, la virtualización de redes 5G y la aceleración del cómputo en la nube elevan la valoración y rentabilidad que el mercado espera de las empresas (arquitecturas, compiladores, bibliotecas CUDA/ROCm, IP de memoria/IO, etc.). Cómo es difícil conocer al o los ganadores con antelación, entonces tiene sentido diversificar más allá del líder absoluto y capturar la amplitud del espacio fabless, donde hay empresas con enfoques distintos y casi todas con buen ROIC.

Hechos coyunturales refuerzan la tesis. La operación de AMD con ZT Systems —y su plan de aislar manufactura— subraya que incluso los grandes integradores refuerzan el corazón fabless para competir con más foco en el data center. En paralelo, compañías de ecosistema como Apple han validado el método (diseñar internamente y tercerizar fabricación) para optimizar rendimiento por watt en sus dispositivos.
Históricamente, la cesta de nombres fabless ha mostrado periodos de mejor comportamiento relativo frente a índices tecnológicos amplios y de semiconductores, lo que sugiere nos dan una buena diversificación a la ciclicidad conocida que afecta a la industria de lo semis.
Por último, el aumento esperado de capacidad (EE. UU., Europa y Asia) tiende a reducir el riesgo operativo de los diseñadores: más foundries y más nodos disponibles significan una menor probabilidad de cuellos de botella extremos. Esto favorece a las compañías que dependen de “time-to-market” (tiempo total que tarda un chip en pasar de la idea al producto vendible) y ciclos de tape-out rápidos (etapa final del proceso de diseño chips previa a su envío a fabricación), un sello del ecosistema fabless.

VanEck Fabless Semiconductor ETF
SMHX es un ETF de gestión pasiva que busca replicar el rendimiento del Índice MarketVector US Listed Fabless Semiconductor, que está compuesto por empresas fabless listadas en EE. UU. que diseñan y comercializan chips subcontratando la producción. Es el primer y único ETF con exposición pura a diseñadores fabless, según el material de lanzamiento.
Es de creación reciente, ya que su fecha de listado es del 27-ago-2024. Su número de posiciones es 23 lo que nos dice que no solo está concentrado en un nicho, sino también tiene una cartera concentrada. Su distribución de dividendos es anual y bastante baja ya que no son empresas enfocadas al reparto de dividendos. Su gasto anual (TER) es de 0.35%.
Sus posiciones principales: Nvidia ~18.75 %, Broadcom ~15.49 %, Astera Labs ~8.85 %, Rambus ~5.45 %, AMD ~4.92 %, Cadence ~4.61 %, Monolithic Power Systems ~4.32 % y Synopsys ~4.25 %. La concentración refleja la realidad del sub-sector (IP clave y plataformas dominantes), pero el resto de nombres aporta diversificación por función (EDA, analógico de potencia, interconexión).
Rentabilidades históricas: como SMHX es reciente (listado en 2024), el histórico es limitado, pero tomando el de su índice que fue creado en el 2014 y comparándolo con el ETF QQQ que sigue a las tecnológicas, podemos ver que la diferencia es enorme. Según VanEck, la rentabilidad anualizada histórica ha sido alrededor del 31.1 % con una volatilidad de 39.1 %.

¿Qué riesgos debes tener en el radar si inviertes en un ETF como SMHX?
Antes de lanzarte, vale la pena considerar varios riesgos importantes:
1. Riesgo de concentración
El ETF SMHX está altamente concentrado en el sector Tecnología, y más aún dentro del subsegmento fabless. Eso lo hace muy sensible a factores como:
- Ciclos de inventarios
- Cambios en la demanda de cómputo acelerado
- Precios de licenciamiento de propiedad intelectual (IP)
- Regulaciones nuevas o presiones competitivas
2. Riesgo de mercado y valoración
Las valuaciones de este tipo de emisores suelen estar por arriba del promedio del sector tech (ratios como P/E o P/FCF), lo cual los vuelve más vulnerables a subidas de tasas o revisiones a la baja en el crecimiento esperado.
En episodios de corrección del “growth” o cuando hay rotación hacia factores más defensivos, este tipo de ETFs tiende a mostrar mayor volatilidad que el mercado en general. De hecho, las estadísticas del índice fabless muestran una desviación estándar históricamente más alta.
3. Riesgos de cadena de suministro y geopolítica
Aunque estas empresas no fabrican directamente, dependen completamente de las foundries (mayormente en Asia). Eso implica exposición a:
- Cambios en la disponibilidad de nodos avanzados
- Restricciones de exportación (como las que han afectado a China)
- Tensiones geopolíticas que puedan impactar costos, entregas y márgenes
¿A qué tipo de inversionista le puede interesar este ETF?
Este tipo de instrumento no es para todos. SMHX puede ser útil para un perfil que:
- Tiene un enfoque temático y táctico
- Acepta niveles elevados de volatilidad
- Busca exposición satélite a megatendencias como IA, edge computing o cloud
- Sabe que este tipo de posiciones no son para mantener a ciegas: el momento de entrada y salida sí importa mucho
💡 Dato interesante: Aunque más del 50% de la cartera tiene empresas con moats competitivos sólidos, el retorno de estos ETFs de nicho depende mucho del timing. No son productos para carteras indexadas pasivas ni para estrategias orientadas a generación de flujo por dividendos (su yield es muy bajo).
¿Y si se combinan ETFs?
Una jugada que vale la pena estudiar es hacer arbitraje táctico entre SMHX (fabless) y SMH (semiconductores en general). ¿Por qué? Porque se ha observado que:
- SMH lidera las caídas del sector
- SMHX suele recuperarse más rápido en los rebotes
Aunque hay un solapamiento del 40% en nombres (sobre todo en cuatro empresas), las diferencias de comportamiento permiten estrategias de rotación más refinadas.
Como ves, este ETF no es para todo mundo, pero si tienes tolerancia al riesgo y una tesis clara sobre el rol estratégico del diseño de chips en la nueva economía digital, puede ser una apuesta potente y diferenciada.