Acceder
A título personal, invertir en acciones es más que una práctica profesional o estratégica (desde el punto de vista de la planeación financiera) o de poseer un título valor (el cual ni siquiera tendremos físicamente en nuestras manos), es un arte, y, como tal, se requiere de un conjunto de componentes básicos para ser creado.


Una de las partes angulares del proceso de asset allocation es la selección de acciones, en la cual el gestor elige cuáles serán las empresas de las que se comprarán acciones para formar parte del portafolio de inversión. Esta selección se realiza a partir en una metodología de análisis, que abarca la delimitación de la estrategia a partir del estudio del estado actual y futuro de la economía y del mercado, y, la elección de las compañías con base en diferentes criterios y métricas. Enfoquémonos en esta última (Tabla 1).

  • I. Hágase las siguientes preguntas en torno a la empresa en cuestión: ¿sabe qué productos vende?, ¿sabe cuánto le cuesta vender sus productos?, ¿sabe cómo vende sus productos?, ¿sabe dónde vende sus productos? Y ¿sabe cuál es el diferenciador de sus productos? La clave está en comprender de pies a cabeza cómo es que la empresa hace dinero.

  • II. El cerebro de las empresas es su administración, por lo que resulta muy importante conocer la trayectoria académica y profesional de aquellos quienes son los autores intelectuales de los números.

  • III. Revise y estudie los estados financieros, con la finalidad de lograr un mayor entendimiento sobre qué se tiene; qué se debe; cuánto, cómo y a qué costo se generan los ingresos, y, de qué forma se administra el efectivo. ¿Quiere un tip? Concéntrese en la rentabilidad: margen bruto (de al menos 50%) y margen neto (de al menos 15%).

  • IV. En términos económicos, los líderes del mercado se caracterizan por ser ventajosos en diferentes aspectos, siendo uno de ellos, la fijación de precios, para ello no sólo se debe contar una base sólida de activos intangibles o participar en mercados oligopolísticos, sino también tener un producto que se caracterice por bajos costos de producción, escalable y que implique un costo de cambio. ¡Ahí está el secreto!

  • V. Si bien hay compañías que, por su objeto social, requieren realizar continuamente grandes inversiones de capital (particularmente, en activo fijo), lo ideal es que siempre se busque optimizar los recursos disponibles. Cuán más bajos sean los niveles de apalancamiento, habrá una mejor gestión del riesgo, y, por ende, un mejor retorno del capital invertido.

  • VI. ¿Cómo distribuye la empresa el dinero sobrante? Claramente, no es una pregunta fácil, pues son muchos los aspectos que delimitarán en qué y cómo hacerlo, pero, entre diversas opciones, prevalecerán aquellas empresas que reinviertan en sí mismas a tasas atractivas.

  • VII. Para este punto, si la empresa tiene fundamentales sólidos, lo de menos es el precio al que se está cotizando la acción; no obstante, es importante revisar cuánto ha capitalizado a través del tiempo y, sobre todo, qué tan competitiva (en este aspecto) ha sido con respecto a su sector y al mercado.

  • VIII. Dada la robustez del criterio, es imposible explicarlo tan sólo en un punto, pero resumiéndolo, el principio fundamental del análisis en valor es invertir en buenas empresas a un precio justo. ¿Cómo saber cuál es el precio de justo? A través de la valoración, que puede hacerse mediante un modelo de flujo de caja descontado o con razones financieras. Para una revisión rápida mas no determinante, analizar la relación actual del precio/flujo de caja contra el promedio de los U5A le dará una perspectiva más clara sobre cuánto efectivo ha generado la compañía en comparación con la evolución del precio de los títulos.

¿Usted, cómo elige sus acciones?

¿Te ha gustado mi artículo?
Si quieres saber más y estar al día de mis reflexiones, suscríbete a mi blog y sé el primero en recibir las nuevas publicaciones en tu correo electrónico
  • inversión
  • acciones
  • Asset allocation
Accede a Rankia
¡Sé el primero en comentar!