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Warren Buffett, el sexto hombre más rico del mundo (con una fortuna estimada de US$ 161B al 9 de mayo de 2025) y considerado el inversionista más prominente de la historia, anunció durante la reunión anual de la empresa que encabeza, Berkshire Hathaway, Inc (NYSE: BRKA), que dejará su cargo de director general (CEO, por sus siglas en inglés) a finales de 2025, significando el culmino de una era corporativa de 59 años.

Si bien un artículo es diminuto para hacerle honor a su carrera, destaquemos 5 enseñanzas de su legado.


Hoy las personas están obsesionadas con obtener resultados constantes, pero sobre todo rápidos, y, ciertamente, en el ámbito financiero esto no es ajeno. Por ejemplo, mientras que en la década de los 70’s los participantes del mercado solían mantener bajo su teneduría las acciones por un periodo promedio de 5 años, actualmente es de tan sólo 10 meses.

Lo anterior puede ser respuesta de, entre otras cosas, a la evolución tecnológica, pues ésta ha permitido la «liberalización» del sector financiero a través de la digitalización de la información económica y financiera mediante diversos medios, la proliferación de servicios de corretaje online y la automatización de análisis usando algoritmos gestionados por procesos de aprendizaje automático e Inteligencia Artificial (AI, por sus siglas en inglés), pero también a la especulación en miras de ganar dinero rápidamente.

Enfocándome particularmente en el último punto, como tal no es incorrecto que las personas busquen elevar su nivel de solvencia económica, por el contrario, es algo completamente aplaudible, la cuestión es que al menos en el ámbito bursátil la experiencia nos ha mostrado que es más factible alcanzar la riqueza invirtiendo a largo plazo que ejecutando operaciones de trading. De acuerdo con los datos, Buffett tendría su primera inmersión en el mundo financiero a la edad de 11 años cuando adquirió acciones preferentes de Cities Services, al tiempo que tomó el mando de BRKA a los 35 años; sin embargo, el 99% de su fortuna la hizo pasados los 50 años (Gráfica 1).

En conclusión, pensemos a largo plazo.


Una de las formas más comunes para evaluar el trabajo de un gestor financiero es comparar el desempeño de su portafolio de inversión con respecto al S&P 500 o el referencial bursátil del país en el que radica.

Haciendo lo propio con el holding de Buffett, es evidente la contundencia con la cual ha superado con creces al mercado americano. Basándonos en la disponibilidad de la información de la serie de BRKA que se remonta marzo de 1980, una inversión de US$ 100 hoy se valuaría en US$ 265,861.72, en tanto en el S&P 500 equivaldría a US$ 5,534.82, un retorno de 265,761.72% y 5,434.82%, respectivamente (Gráfica 2).

Una vez más se evidencia que una estrategia enfocada en el valor y la calidad de los activos es una de las claves para tener éxito en las inversiones.


Otro de los grandes consejos que Buffett sabiamente nos comparte es no dejarse llevar por la emoción colectiva.

En los últimos 59 años, el S&P 500 ha registrado 9 mercados bajistas y 23 correcciones, y pese a ello, quien haya invertido, por ejemplo, US$ 10K, hoy valen US$ 671,958.92, lo que equivale a un retorno del orden de 6,619.59% (Gráfica 3).


Remitiéndome brevemente a la primera enseñanza, una de las inversiones más emblemáticas de BRKA fue la realizada en The Coca-Cola Company (NYSE: KO) durante 1988, misma que ha conservado hasta la primavera de 2025, generándole un retorno sin dividendos de aproximadamente 1,500%.

Inspirándonos en su hazaña, supongamos que a principios de 2013 usted adquirió 100 acciones de la refresquera, conllevándole un desembolso de US$ 2,744.86. Al corte del 1 de abril de 2025, sin considerar dividendos habría obtenido una plusvalía de US$ 4,442.14 o un retorno de 161.83%, pero contemplándolos se elevaría a US$ 6,681.04 o un retorno de 243.40% (Gráfica 4).

Más allá de la revalorización que presentan las empresas sólidas en Bolsa, el trasfondo está en procurar establecer fuentes pasivas de ingresos no sólo mediante la comercialización de acciones, sino también por medio de los dividendos, pues representan una captación de dinero robusta; en este ejercicio, el inversionista obtuvo una ganancia anual media de 5.14%.

Al final, por duro que parezca, como bien señala Buffett, una persona que no diversifica sus fuentes de ingresos, generando dinero mientras duerme, estará condenado a trabajar toda su vida.


Finalmente, no podíamos concluir sin hacer una mención especial a la transparencia que porta Warren Buffett, la cual no sólo ha distinguido la cuidadosa redacción de las cartas anuales a los accionistas describiéndolas como lo que un CEO le debe a los propietarios, sino también a sus principios como persona.

Independientemente de nuestro crecimiento profesional y personal que podamos llegar a alcanzar, si descuidamos un pilar tan básico como la ética y la congruencia, de nada valdrá lo demás, pues el éxito es inexistente sin una buena reputación.

Se acaba una historia, pero permanecerá un legado.



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  1. #1
    13/05/25 13:07
    Muy interesante. Muchas gracias