Acceder

Bonos a 100 años

5 respuestas
Bonos a 100 años
Bonos a 100 años
#1

Bonos a 100 años

México sorprendió hoy al anunciar la emisión de bonos a 100 años en libras esterlinas. Esta emisión a ultralargo plazo no es la primera realizada por México, ya que en 2010 se llevó a cabo la emisión de bonos a 100 años en dólares americanos, pero si que supone la primera emisión de bonos a ultralargo plazo en libras. México sorprendió ya que este tipo de emisiones tan a largo plazo es propia de las economías más potentes del mundo ya que va acompañada de una mayor seguridad y confianza al ser el plazo de tiempo tan amplio. México ha tomado la decisión de emitir bonos en libras para evitar los problemas del peso y los bonos han tenido una buena acogida, superando la demanda los más de 2 mil millones de libras.
Esta noticia parece positiva ya que da una imagen de confianza y seguridad para el futuro de la economía mexicana, ¿Qué opinan ustedes?
Saludos!

#2

Re: Bonos a 100 años

Pienso que esto es una buena noticia ya que si la demanda de bonos mexicanos a 100 años (!!!) está siendo alta significa que los inversores tienen confianza en la economía mexicana y no ven demasiado riesgo. Saludos alberto

#3

Re: Bonos a 100 años

Yo también opino que es una gran noticia ya que si la demanda en este tipo de bonos aumenta es debido a que los inversores confían en el país y no ven arriesgado invertir en bonos mexicanos. Por tanto solo veo notas positivas en esta noticia.

#4

Re: Bonos a 100 años

Creo que no hay una diferencia entre bonos de 10 anos, 100 anos o 1000 anos ... para mi comprar un bono es enganarse a uno mismo con cupon que ni siquiera superara a la inflacion en el mismo periodo, pero aun asi los inversionistas los aman y se los comen completitos, con intereses tan bajos es como pagarle al gobierno para que te guarde tu dinero.

#5

Re: Bonos a 100 años

Esta semana el gobierno Federal, presumió con bombo y platillo el haber sido el primer emisor soberano de un bono a 100 años en libras esterlinas. El monto colocado asciende a £1,000 millones (cerca de 1,660 millones de dólares) y cuenta con un cupón de 5.625%, con una tasa de rendimiento de 5.75% al vencimiento. Como es usual, fue anunciado como un signo más de la “confianza” que tienen agentes extranjeros en el manejo macroeconómico de las finanzas públicas y en la “fortaleza” de nuestra economía.

La realidad, sin embargo, no es tan prometedora.

A pesar de que las tres calificadoras más importantes como Standard & Poor’s, Moody’s y Fitch subieron la nota crediticia de México –en diciembre la primera y las demás en febrero, la realidad es que esa mejora en sus percepciones las basaron por igual en “expectativas favorables” por las reformas estructurales. Promesas y nada más.

Lo malo es que, si como se espera esas reformas funcionan para elevar la inversión, el crecimiento y el empleo, lo harán en un futuro que no es nada cercano. Mientras tanto, seguiremos atados a lo que suceda con la economía de Estados Unidos: si se expande, lo haremos también en mayor o menor proporción, pero si cae, el desplome aquí será ampliado. La historia se repite.

En este espacio comentamos el lunes que las economías emergentes, como la nuestra, están comenzando apenas a ver el inicio de sus tribulaciones. El recorte de estímulos monetarios por parte de la Reserva Federal estadounidense, es el foco amarillo que nos recuerda que el “tsunami” de dinero barato con el que han inundado al mundo no durará para siempre. Tampoco las tasas de interés manipuladas a niveles históricamente tan bajos.

Esto viene al caso porque a pesar de la arrogancia del gobierno de la República, lo cierto es que lo único que ha permitido que coloque bonos a tasas tan accesibles y plazos tan largos, es el contexto internacional. Si el mercado de bonos no fuese manejado para “estimular” la economía –como lo tratan de hacer sin éxito los monetaristas a cargo de los principales bancos centrales del mundo, es un hecho que los tipos de interés que estaríamos viendo serían mucho más altos. Así, sería imposible para México gozar de las condiciones que está obteniendo en la actualidad.

Tarde o temprano la fuerza del mercado se impondrá, y las tasas de interés explotarán. Es tan seguro como que mañana saldrá de nuevo el sol.

Ahora bien, claro que es preferible tener un crédito a plazo largo y con tasa preferencial, cualquiera lo sabe. No obstante, el mal no se encuentra ahí, sino en el comportamiento financiero de quien se endeuda.

Si por ejemplo una persona con sus tarjetas de crédito hasta el tope decide solicitar un préstamo hipotecario sobre su casa, para con eso liquidar sus tarjetas y pagar menos, desde luego que tendría una tasa mucho más baja y un plazo extendido. Pero si su patrón de consumo siempre ha sido gastar más de lo que le ingresa, volverá a saturar pronto sus tarjetas de crédito y al final, tendrá dos problemas enormes cuando lo que quería era salir de uno.

Eso a escala macroeconómica es lo que nos está sucediendo. El gobierno federal se ha comprometido a “impulsar” el crecimiento este año –y lo que resta del sexenio, por medio de la típica receta keynesiana: ampliar el déficit público. Eso asegura que el endeudamiento crecerá de forma acelerada. En otras palabras, el gobierno es esa persona cuyo problema es su forma de gastar, más que el nivel relativo de todo lo que debe.

Aunque al secretario de Hacienda, Luis Videgaray, le gusta comparar la deuda del Sector Público mexicano con respecto al PIB (36.3%), que en 2013 fue menor a la de otros países como Estados Unidos (104.1%), Francia (113%), Italia (145.7%), España (99.6%), etc., lo cierto es que omite decir que esa adicción a endeudarse es una de las causas fundamentales de los serios problemas de estancamiento y depresión en que se encuentran metidos. Mal hacemos en quererlos imitar, pues en vez de seguirlos, deberíamos hacer lo contrario para mitigar los efectos de la nueva Gran Depresión a la que están arrastrando al mundo.

La fuente de la prosperidad no es encuentra pues en el crédito, la deuda y el consumo excesivos sino en todo lo contrario: la austeridad, el ahorro y la creación de capital. Bien haríamos aquí si primero equilibramos nuestras finanzas públicas y nuestras cuentas con el exterior. Luego, la meta serían los superávits. Es una pena que luzca imposible por el momento. Esa es una fórmula que no gusta a los políticos, porque el avance es lento, muy progresivo, y ellos tienen prisa por quedar bien hoy, exaltar su ego y ganar las siguientes elecciones.

Mientras no instauremos esa fórmula como un objetivo de Estado, seguiremos presumiendo que colocamos bonos a 100 o mil años en divisas extranjeras, pero cavando más hondo nuestra propia tumba frente a la que sin duda, es la burbuja más grande de todos los tiempos: la burbuja de los bonos soberanos.

#6

Re: Bonos a 100 años

Buena info arthur, yo opino que la noticia de los bonos son buenas señales para México, no la decisión de emitir deuda a 100 años si no el hecho de que haya gente dispuesta a adquirirla y que la demanda haya sido tan elevada, si bien estoy de acuerdo con el artículo que has expuesto ya que pienso que esto son parches que está colocando el gobierno. Están intentando impulsar la economía a través de la deuda y el crédito para incentivar el consumo pero pienso que esa no es la solución ya que el agujero de las arcas mexicanas se hace cada vez más grande. Estas políticas me recuerdan a las que llevaron a la crisis a los europeos y a los Estados Unidos y está claro que la economía mexicana está estrechamente relacionada con la de USA...
Saludos arthur.