Fernan2
12/12/24 05:47
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El caso del CEO asesinado
Yo creo que la animadversión hacia este hombre tiene dos componentes:El primero, que aplica a todos los triunfadores, es la envidia. Ése tiene más que yo -> lo odio. Da igual que Amancio Ortega haya comprado a los hospitales públicos unas máquinas que con su presupuesto no se podían permitir, no le van a faltar detractores haga lo que haga porque es muy rico.Y el segundo, que aplica a Brian Thompson (o a Trump o Hitler) es el percibirlos como un daño para la sociedad. Son gente que causan daño a muchas personas y tendríamos una sociedad mejor sin gente como ellos. Y en este caso, es un odio racional y hasta justificado. Obviamente la forma civilizada de tratar a esta gente es meterlos en la cárcel, no matarlos, pero debido a su poder es difícil que se haga justicia con ellos, lo cual aún empuja más a algunas personas a alegrarse de que sean... no diría asesinados, para ellos sería más bien ajusticiados.En el caso de los empresarios víctimas de la DANA, me parece que tus vecinos de tren eran MUY envidiosos; seguro que estarán comprando lotería de todo lo que tengan cerca, no sea que le toque a mi vecino, amigo o compañero de trabajo y a mí no.