Soy consciente que es enteramente culpa mía ser varón, de raza blanquecina, español de nacimiento y, lo más grave, heterosexual. También sé que mi pedigree se remonta a siglos de machismo y patriarcado. Admito que pertenezco a la casta social más baja que puede existir en Ex-paña, lo que sería el equivalente en la India a la casta de los intocables, pero le suplico que no me arrebate mi dignidad de ser humano. Hasta las personas más despreciables tenemos nuestro corazoncito.
Según dicen en...