Cuando una empresa gana dinero, puede reinvertirlo o repartir una parte entre sus accionistas. A eso se le llama política de dividendos. En pocas palabras, es la estrategia que define cuánto, cuándo y cómo se pagan los dividendos.
Algunas firmas deciden no repartir nada y reinvertir todo; otras reparten consistentemente. Esta decisión, aunque parezca menor, tiene un efecto directo en la percepción que los inversionistas tienen sobre la salud financiera de la empresa.
De hecho, aunque en teoría los dividendos podrían parecer irrelevantes —porque los inversionistas siempre pueden vender parte de sus acciones si necesitan liquidez—, en la práctica, los dividendos siguen siendo un fuerte indicador de confianza y estabilidad.
¿Las empresas están obligadas a pagar dividendos?
No. Ninguna compañía está legalmente obligada a repartir dividendos. Sin embargo, muchas lo consideran una pieza clave en su estrategia corporativa, sobre todo cuando buscan atraer y mantener a ciertos perfiles de inversionistas que valoran el ingreso pasivo recurrente.
¿Qué tipos de políticas de dividendos existen?
Hay 3 políticas de dividendos por excelencia:
1. Política de dividendos estables
Es la más común y la que prefieren muchos inversionistas conservadores. Aquí, la empresa se compromete a pagar un monto de dividendo constante y predecible, sin importar si un trimestre fue mejor o peor que el anterior.
Este enfoque transmite estabilidad, y es ideal para quienes viven de su portafolio o buscan ingresos pasivos consistentes. En México, este modelo lo siguen algunas emisoras del IPC, como empresas del sector energético o de servicios.
Este enfoque transmite estabilidad, y es ideal para quienes viven de su portafolio o buscan ingresos pasivos consistentes. En México, este modelo lo siguen algunas emisoras del IPC, como empresas del sector energético o de servicios.
2. Política de dividendos constantes (proporcionales)
En este caso, la empresa reparte un porcentaje fijo de sus utilidades, sin importar si ganó mucho o poco. Esto significa que los dividendos suben en años buenos, pero pueden desaparecer en años difíciles.
¿El problema? Alta volatilidad. El ingreso por dividendos varía mucho, lo que complica la planeación financiera del inversionista. Es una política más honesta, pero menos atractiva para quienes buscan previsibilidad.
¿El problema? Alta volatilidad. El ingreso por dividendos varía mucho, lo que complica la planeación financiera del inversionista. Es una política más honesta, pero menos atractiva para quienes buscan previsibilidad.
3. Política de dividendos residuales
Aquí, los dividendos se pagan solo si sobra dinero, después de cubrir necesidades internas como reinversión, capital de trabajo o pago de deuda.
Es una política muy lógica desde el punto de vista empresarial, pero poco popular entre quienes esperan ingresos regulares. A menudo es adoptada por empresas jóvenes o en crecimiento, que priorizan su expansión.
Es una política muy lógica desde el punto de vista empresarial, pero poco popular entre quienes esperan ingresos regulares. A menudo es adoptada por empresas jóvenes o en crecimiento, que priorizan su expansión.
¿Qué pasa cuando una empresa recorta sus dividendos?
Muchos inversionistas lo ven como una señal negativa. Pero no siempre es así.
Un caso interesante fue el de Kinder Morgan (KMI), una empresa energética en Estados Unidos, que en 2015 recortó sus dividendos en un 75%. En ese momento, sus acciones cayeron con fuerza. Pero con el tiempo, el mercado entendió que fue una decisión financiera sólida para proteger su flujo de efectivo y reducir deuda.
De hecho, seis meses después del recorte, sus acciones subieron un 25%, y en 2019 la empresa volvió a subir sus dividendos en un 25% adicional. Fue una jugada que, aunque impopular al inicio, terminó beneficiando tanto a la empresa como a sus accionistas.
Un caso interesante fue el de Kinder Morgan (KMI), una empresa energética en Estados Unidos, que en 2015 recortó sus dividendos en un 75%. En ese momento, sus acciones cayeron con fuerza. Pero con el tiempo, el mercado entendió que fue una decisión financiera sólida para proteger su flujo de efectivo y reducir deuda.
De hecho, seis meses después del recorte, sus acciones subieron un 25%, y en 2019 la empresa volvió a subir sus dividendos en un 25% adicional. Fue una jugada que, aunque impopular al inicio, terminó beneficiando tanto a la empresa como a sus accionistas.
¿Y cómo afecta esto al inversionista mexicano?
En México, muchas personas invierten en acciones buscando dividendos trimestrales como parte de su estrategia de ingresos pasivos. Entender la política de dividendos de cada emisora es clave para tomar decisiones informadas.
Consejos prácticos:
Consejos prácticos:
- Revisa el historial de pagos de dividendos de cada empresa.
- No te dejes llevar solo por el porcentaje (dividend yield); analiza la consistencia.
- Si una empresa reduce sus dividendos, investiga la causa. A veces es una señal de reestructuración sana.
- Diversifica: combina acciones de empresas que repartan dividendos con otras que tengan potencial de crecimiento.