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Mi propósito en este artículo es hacer ver al lector que al igual que saber leer, sumar y restar,
tener conocimientos básicos de economía es exactamente igual de importante a pesar de su evidente complejidad.



El dilema del negligente


No queremos hacer deporte porque requiere mucho esfuerzo y no queremos asesorarnos de nutrición porque somos felices comiendo lo que nos dé la gana. No obstante, si nuestra forma física empeora, caemos en el victimismo y no nos planteamos hacer lo que hay que hacer.

No queremos aprender finanzas personales porque al igual que en el caso anterior, requiere tiempo y esfuerzo. Y resulta, que un día, nos despiden de nuestro trabajo y no sólo no disponemos de un colchón financiero, sino que, además, estamos endeudados hasta las cejas porque nos repetíamos hasta la saciedad “¿y si me muero mañana?”. Una vez más, caemos en el victimismo, pero no asumimos responsabilidades.

Con la economía pasa lo mismo. No queremos aprender qué es económicamente factible y cómo funciona el presupuesto público, pero luego nos quejamos de que el político nos engaña o de que nos han subido los impuestos. Consecutivamente, volvemos al recurrente victimismo que no asume responsabilidades.


Invertí en el fondo que me recomendó el banco


¿A cuántas personas, especialmente de la tercera edad, has escuchado decir eso? Es cierto que a veces los bancos recomiendan fondos buenos y que no todos son una estafa, pero si comparas la rentabilidad obtenida con algunos de gestión pasiva, como por ejemplo, los MSCI, te quedas corto con las risas. Lo mismo sucede con los fondos de gestión activa en comparación a lo que te ofrecen los bancos. No investigamos en qué estamos invirtiendo, pero si todo sale mal, el culpable es el banco.

De igual forma, vamos a votar en función del discurso político en lugar de haber analizado la factibilidad de las propuestas del candidato, la cual no es 100% predecible, pero tener conocimientos económicos ayuda a ser más consecuente con todo aquello que le exigimos.

En los países hispanos hay políticos y presidentes de bancos centrales que jamás han trabajado en el sector privado o no han emprendido un negocio en su vida, y, aun así, hay gente que cree que son capaces de tomar las decisiones económicas que tengan el impacto más favorable y óptimo sobre el conjunto de las empresas.

Haber estudiado economía en la universidad no te hace economista


Si todo lo que sabes de economía es lo que aprendiste en la universidad, probablemente tengas una perspectiva, a rasgos generales, socialista; y siendo excesivamente técnicos, “keynesiana”. Aparte, sin un máster, en muchos casos, un grado en este ámbito no te sirve para obtener un empleo, como sucede con la gran mayoría de carreras.

Al igual que en otras carreras, lo más probable es que te empolles el temario y lo escupas en el examen sin entender lo que estabas haciendo.

Por tanto, cuanto más autodidacta seas, mucho más conocimiento podrás acumular. En YouTube hay muchos vídeos; entre otros medios, es una forma entretenida de abrir tu mente. Mucha gente, al igual que yo, nos volvimos liberales porque queríamos explorar algo diferente a lo que nos enseña el sistema educativo y a las ideas generalmente aceptadas por la sociedad.

Todo el mundo sabe quién es Marx, pero muy pocos conocen a Milton Friedman; y a pesar de ello, se toman la libertad de criticar el capitalismo y el libre mercado sin intentar entender por qué es defendido por aquellos que ellos llaman ‘neoliberales’.

Milton Friedman
Milton Friedman

Conclusión


La ignorancia de un individuo respecto a este campo puede ser irrelevante, pero la ignorancia colectiva es muy peligrosa. Defendiendo ideas que creemos que pueden hacer que nuestro país se convierta en algo parecido a los países nórdicos podemos acabar tan mal como Venezuela y Argentina, todo por simplificar algo que realmente es difícil de entender y no indagar en por qué los países nórdicos tienen ese nivel de bienestar y en por qué Argentina y Venezuela están como están.

Éste ha sido un artículo introductorio, espero que os haya entretenido. En los siguientes voy a profundizar más en conceptos como el keynesianismo y el liberalismo económico, las dos principales corrientes del pensamiento económico. Innegablemente, soy partidario de la segunda, no obstante, es necesario entender la primera, puesto que es la más aceptada en general, especialmente en Europa.
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  1. en respuesta a Anrabro
    -
    #3
    01/04/21 10:37
    Buenas!

    Se viene artículo pronto. Y mencioné esos países porque allá precisamente se han aplicado las políticas keynesianas al extremo. De hecho, muchos economistas del gobierno argentino se consideran fieles seguidores de la doctrina keynesiana; adicionalmente, Argentina se ha convertido en una fábrica liberales/libertarios, cuyo mayor exponente en la actualidad es el rebelde e informal Javier Milei, aunque admito que es, en exceso, muy políticamente incorrecto .

    Espero que de igual forma te guste mi próximo artículo.

    Saludos
  2. en respuesta a Anrabro
    -
    #2
    14/03/21 13:27
    Buen post! 
  3. #1
    Anrabro
    12/03/21 13:10
    Espero los artículos.
    Pero creo que es mejor no nombrar nunca ni Venezuela ni Argentina.