Un activo libre de riesgo es aquél que promete una rentabilidad cierta, es decir, está libre de riesgo de insolvencia por parte del emisor y su riesgo. Es medido por su varianza o desviación estándar, es cero. Su relación con otros activos financieros, como las acciones es nula, por lo que es un título interesante para diversificar el riesgo de carteras.