Les contaba en el post pasado que muchas veces, la teoría asume que las personas resuelven problemas del ahorro como lo harían los economistas pues queremos suavizar el consumo a lo largo del ciclo de vida y resolver el problema de optimización de recursos en cada periodo antes de decidir cuánto consumir y cuánto ahorrar. Pero la realidad no es esta.
Solo 4 de cada 10 adultos mexicanos ahorra para el retiro. El 43.7% lo hace con mecanismos informales. Y casi la mitad de los mexicanos siguen pensando que no es necesario ahorrar para cuando sean viejos, y confían en que sean sus hijos quienes se ocupen de sus necesidades en el futuro.
Muchos hemos repetido esta pregunta. Yo, por ejemplo, casi siempre después de preguntarme esto, continúo con un cuestionamiento todavía más duro: ¿por qué los pobres toman tan malas decisiones? Y para justificar lo que digo, suelo decir: miren los datos y verán que los pobres piden más dinero prestado, ahorran menos, hacen menos deporte, fuman más, beben más y comen menos saludable.