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Pros y contras de los candidatos luego del primer debate presidencial 2018

Pros y contras de los candidatos luego del primer debate presidencial 2018

El primer debate presidencial 2018 entre Andrés Manuel López Obrador, Ricardo Anaya, José Antonio Meade, Margarita Zavala y Jaime Rodríguez Calderón “El Bronco” al fin llegó con un formato de preguntas directas a los candidatos por parte de los periodistas moderadores, lo cual fue un buen ejercicio porque sacó de la zona de seguridad a los candidatos (quienes ensayan sus respuestas apoyados por sus asesores) y ello permite que el electorado tenga más información sobre ellos y así puedan ejercer su derecho al voto con mayores elementos, dependiendo de las respuestas y de qué tanto se arriesguen y se expongan los aspirantes a la presidencia al mostrar a nivel nacional sus ideas y planes para el futuro de este país, es por ello que en este tipo de ejercicios es normal que algunos candidatos ganan o pierdan puntos de preferencia entre los votantes, y es por ello también que muchos piden que hayan menos spots y más debates.

 

A continuación propondremos un análisis de los resultados, los pros y los contras de los tres principales candidatos de acuerdo a las respuestas que dieron y a la impresión que dejaron el domingo 22 de abril en su primer debate presidencial. Hemos dejado fuera a los candidatos independientes porque matemáticamente no tienen ninguna posibilidad de ganar la elección presidencial de México. Tal vez en algún momento podría destacar su participación sólo en la medida que esta perjudique o beneficie a cualquiera de los tres principales aspirantes a la silla presidencial. Cabe decir que en el mundo sólo un candidato independiente ha ganado una elección presidencial, ello ocurrió en Austria en 2016 y lo logró en la segunda vuelta, algo que en el proceso electoral mexicano no existe.

 

Pros y contras de los candidatos luego del primer debate presidencial 2018

 

Pros y contras de Andrés Manuel López Obrador luego del debate

Pros

Ha diferencia de su pasado, para esta elección ha mostrado un discurso menos radical y ello le ha servido para ser el líder en las encuestas hasta el día del primer debate, y en virtud de ello llegó a esta cita jugando a no perder, a no arriesgar esos puntos que lo han puesto a la cabeza en las semanas anteriores. Parece que su estrategia le resultará, pues aunque no aumentaría sus puntos, tampoco los perdería. Fue el más atacado por el resto de candidatos y entre todos lo mencionaron 57 veces durante sus intervenciones.

 

Contras

Hace énfasis a los 500 mil millones de pesos que a su decir, es el actual gasto de casi cuatro secretarías de estado y afirma que es la cantidad que los corruptos se roban cada año; el problema es que no exhibe documentos que prueben esa enorme cantidad de recursos que afirma que él recuperaría cuando sea presidente y los pondrá en circulación en beneficio de la población.

 

El problema con Andrés Manuel es que desde hace mucho tiempo es muy común en él que lance cifras como estas, luego cuando a pregunta periodística se le cuestiona sobre el origen y veracidad de sus cifras y le presentas otras con base en documentos sólo desacredita y dice que él tiene el papeleo, que te lo enviará y jamás lo hace.

 

Otro punto muy flaco es cuando menciona que él será un presidente honesto y que a partir de ahí la honestidad emanará hacía abajo en cascada alcanzando a todas las estructuras de su administración. Eso no es un buen análisis porque el problema de la corrupción de nuestro país es que es sistémica y de estructuras, es decir, que en todos los niveles administrativos de México se cometen actos de corrupción, por ejemplo, desde tu cuate policía que te vende “sus” balas para tu pistola que adquiriste en el mercado negro, hasta el empresario que sobornó con millones de pesos para obtener un contrato para poder construir un desarrollo hotelero en Cancún destruyendo una reserva ecológica. Otro ejemplo de que esta propuesta no funcionaría lo vivimos con Ernesto Zedillo, quien era un presidente honesto (que hasta renunció a su pensión vitalicia) y en su administración hubieron más actos de corrupción de los que hasta ahora hemos visto con Peña Nieto.

 

Y peor aún: cuando él fue jefe de gobierno en la Ciudad de México, miembros de su administración estuvieron en la cárcel por cometer actos de corrupción. Actualmente personas cercanas a importantes empresarios de este país dicen que ellos no ven mal a AMLO como presidente a partir del gabinete que presentó y que haría oficial una vez que tome posesión del cargo, y dicen no verlo mal porque afirman que algunos de sus colaboradores hasta ahora presentados por él “son corruptibles”, de modo que analizando la historia reciente, podríamos decir que lo que sucedió en la Ciudad de México podría repetirse pero esta vez a nivel federal, es decir que veríamos actos de corrupción donde el primer círculo del mandamás se vea involucrado sin poder comprobar la participación o conocimiento del primer mandatario.

 

Pros y contras de los candidatos luego del primer debate presidencial 2018

Pros y contras de Ricardo Anaya luego del debate

Pros

Sí fue el más articulado y por ello el que se defendió mejor los ataques de sus adversarios; fue el que mejor pudo hacer propuestas, quien mejor expresó ideas, es quien mejor conectó con la audiencia y esto podría hacerle ganar más puntos, y aunque hay quienes opinan que ya no podría remontar más falta mucho para las elecciones y es quien tiene mayor probabilidad de acercarse al puntero Obrador.

 

Contras

Por un lado no contestó con precisión algunos ataques, por otro algunas de sus respuestas o momentos incómodos los resolvió con trampas, por ejemplo: en un intento por dar carpetazo al cuestionamiento por la investigación en su contra por el supuesto lavado de dinero del cual presuntamente se benefició, presentó un documento dando a entender que todo se resolvió y que todo está bien, cuando la realidad es que el proceso en su contra sigue y la investigación continúa, de la cual habrá que estar pendientes, pues se podrían dar a conocer resultados en estas semanas previas a la fecha de la votación y, dependiendo de lo que dé a conocer la PGR, Anaya podría o beneficiarse o perder puntos entre los electores.

 

Por otro lado, Ricardo Anaya tampoco ha resuelto a su favor ni ha explicado satisfactoriamente cómo es que su familia posee 28 inmuebles con un valor de más de 700 millones de pesos. Tampoco ha despejado la duda sobre su crédito hipotecario, ya que en los archivos de Hacienda el panista no tiene registrado ningún préstamo.

 

Pros y contras de los candidatos luego del primer debate presidencial 2018

Pros y contras de José Antonio Meade luego del debate

Pros

Durante el encontronazo entre candidatos se le vio preciso, controlado, con buen manejo técnico de las respuestas, muy concreto, con buenas respuestas, seguro y con buen lenguaje corporal. Maneja muy bien su discurso curricular mencionando su trayectoria en el servicio público, tiene argumentos sólidos para presentarse como alguien capaz y ello no se puede discutir, ya que el candidato efectivamente ha tenido puestos de importancia, no es una persona que esté envuelta en escándalos y ello fácilmente podría hacerlo ver como alguien capacitado profesional y moralmente para el puesto de presidente de la república.

 

Contras

Por su personalidad, Meade no puede conectar con la gente, no mueve emociones, no despierta entusiasmo.

 

El lastre y principal pasivo de Meade es el partido que lo representa. Él tiene la campaña más difícil de todas porque obviamente tiene que defender al actual gobierno de Enrique Peña Nieto ante la gran mayoría de mexicanos que saben por encuestas, análisis, comparativas, estudios, estadísticas y principalmente por percepción y experiencia personal que este es el peor gobierno de México por la inseguridad más la corrupción que el mismo Peña Nieto ha encabezado al obtener beneficios económicos personales utilizando el puesto de presidente de la república.

 

En ese sentido la campaña de Meade es ilógica, porque pone buenas propuestas sobre la mesa, se dice honesto porque su historia personal verdaderamente así lo respalda, pero es parte de un gobierno y una burocracia que hace y ha demostrado todo lo contrario, de modo que Meade sería un buen candidato en otro partido, y aquí el PRI es una loza con un peso enorme que no lo dejará levantar en las preferencias.

 

Meade quiso ir más allá haciendo una declaración que llamó siete de siete, pero fue el último candidato en presentarla y ello hizo pensar que el retraso se debió a que necesitaba tiempo para maquillarla, de modo que un sector importante de la población votante no cree que esa ampliación en su declaración patrimonial sea del todo real.

 

Además se atrevió a decir una gran mentira cuando mencionó que gracias a él varios gobernadores están en la cárcel, cuando en realidad Duarte por ejemplo cayó del gobierno de Veracruz gracias a una extraordinaria investigación periodística por parte de Animal Político. En otros casos los gobernadores corruptos se derrumbaron por escándalos mediáticos, presión social y organización ciudadana que resultaron ser indefendibles, espinosos, políticamente imposibles de controlar y/o contener. Además y más importante: en ninguno de los casos mencionados por Meade hay sentencia, y como dice la sabiduría popular “el juego no se acaba hasta que se acaba”, es decir que el candidato tricolor no se puede colgar esa medalla hasta que en realidad sean procesos cerrados y los indiciados tengan condena.

 

Meade tampoco le ha entrado  al tema de “la estafa maestra” (otra vez dado a conocer por un reportaje) en donde el actual gobierno federal trianguló y desapareció miles de millones de pesos, y lo peor del caso es que nadie puede entrarle más a fondo al tema porque las dependencias de gobierno no dan a conocer la documentación.

 

Lo que idealmente Meade debería decir en su campaña para conectar con la gente, mover emociones (o sea “mover a México”) y despertar entusiasmos es “yo soy el candidato que puede transformar al PRI, quien puede cambiar la manera de hacer política, la inseguridad y combatir la corrupción para que el servicio público deje de ser un negocio para los funcionarios, puedo porque tengo 27 años en el gobierno, lo conozco bien y desde adentro”, eso sería tener una campaña lógica y con argumentos sólidos a la cual seguro muchos le creerían, el problema es que obviamente no puede decirlo, hacerlo recordaría al discurso que Luis Donaldo Colosio dio el 6 de marzo de 1994 en el Monumento a la Revolución, donde dijo y admitió que el PRI cayó en concentraciones de poder, corrupción e impunidad y dejó ver que tenía un proyecto para renovar las estructuras del partido. Sin embargo todos sabemos el fatídico final del ex candidato Colosio 17 días después de haber pronunciado esas palabras.

 

Con este contexto Meade no puede recomponer y no podrá levantarse del tercer lugar, porque lo que se está jugando, lo que la gente quiere en este 2018 es un cambio y ello es algo que José Antonio Meade con este PRI no puede ofrecer, no puede vender eso al electorado y lo que ha hecho es ofrecer la continuidad etiquetándola como “lo bueno de este gobierno”, algo de lo cual la gente está harta.

 

Aún faltan poco más de dos meses para las elecciones y las cosas potencialmente podrían cambiar dependiendo de lo que hagan y digan los candidatos, además de lo que surja por ahí como nuevas acusaciones, discursos y los debates que faltan, así que habrá de estar pendientes, escuchar y leer las opiniones para ejercer un voto informado, contrastado y comparado para no dejarnos llevar de inicio por lo que cada candidato diga, afirme, niegue o ataque.

 

 

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